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domingo, 24 de agosto de 2014

BIENVENIDOS: ¡LLEGARON LOS NUEVOS BONOS DE ORO!




Krugerrands
Imagen: South African Mint
La semana pasada el banco sudafricano FirstRand Bank Limited (FRB), anunció la puesta en marcha de los primeros bonos pagaderos en oro contante y sonante, por un equivalente inicial de 188 millones de dólares. Este “Bono de Oro” único en su tipo a nivel mundial, será emitido por el Rand Merchant Bank (RMB) –una división del FRB, negociado en la Bolsa de Valores de Johannesburgo (JSE, por sus siglas en inglés) y denominado en “kruugerrands”. El interés que ofrece es de 0.5 por ciento anual en metal.

El “Krugerrand” fue introducido en 1967, y para finales de la década siguiente, ya dominaba el mercado global de monedas de oro. No por nada se encuentra entre las más famosas y  preferidas por el público coleccionista e inversor. Estos krugerrands son de 22 quilates, con un peso de 33.93 gramos y contienen una onza troy (31.1 gr.) de oro puro aleado con cobre. Su diámetro es de 32.69 milímetros y en el anverso ostenta el rostro de Paul Kruger, expresidente de ese país, cuyo apellido junto con el de rand, de su divisa, dan nombre a la moneda. En el reverso se observa una gacela saltarina o springbok, el año de acuñación y el contenido de metal fino. Cabe agregar que el kruggerand es moneda de curso legal en Sudáfrica.

Estos novedosos Bonos de Oro son a plazo de cinco años y requieren que antes los inversionistas ya tengan o compren Krugerrands, con los que a su vez se adquieren los bonos al FRB. A su vencimiento el valor del bono será determinado según el precio corriente del oro en los mercados internacionales, el tipo de cambio rand/dólar y el interés ganado. Este interés será calculado en onzas troy, a su vez representadas por krugerrands. Los inversores pueden optar por recibir la entrega física del metal o bien, ser “pagados” en efectivo. Habría que leer las “letras chiquitas” de los contratos, pero liquidar en divisa podría ser una típica válvula de seguridad en caso de no contar con todo el oro requerido para las entregas. Una ventaja para el banco pero desventaja para el acreedor. Asimismo, durante la vigencia de los bonos, estos pueden comprarse y venderse con libertad en la JSE.

Los Bonos de Oro son una forma de ganar exposición al metal como inversión, mientras se evitan los costos típicos de almacenamiento físico y gastos de administración. El propósito según el RMB, es proveer cobertura contra la inflación y la devaluación del rand frente al dólar. Por su parte, la directora de mercados de capital de la JSE, Donna Oosthuyse, opina que son una manera innovadora de invertir en uno de los activos más antiguos de su bolsa de valores.

Una ventaja adicional es que los pequeños inversores han sido incluidos, pues desde un krugerrand podrán obtener una nota de Bono de Oro, y recibir su interés.

Sin lugar a dudas esta noticia es muy importante y nos habla, de entrada, de la creciente desconfianza que hay en el mundo financiero y monetario hacia las divisas de papel. Aquí hemos advertido que el curso de esas estatales monedas fíat es descendente y hacia su verdadero valor: cero. La imparable alza de precios es la prueba de ello. En este sentido, es de aplaudir que comience a haber opciones novedosas para aquellos que no están interesados en obtener una utilidad en esos billetes que pierden valor, sino en dinero real, oro.

Lo más destacable es que para adquirir estos bonos de oro se exige de entrada pagar en una de las monedas más emblemáticas del orbe. No se aceptan dólares, euros ni rands de forma directa. En definitiva estamos ante un preludio más de la muerte del sistema monetario que nos rige, y de la crisis que desencadenará la impresión continua e ilimitada de este falso dinero. Ese es el mensaje entrelíneas más importante de estos Bonos de Oro. Así es como los debemos ver y entender.

Solo el tiempo nos dirá si esta medida se inscribe dentro de un plan mayor de los BRICS (grupo compuesto por Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica, opositores a la hegemonía estadounidense) para seguir desplazando al dólar, y establecer un mecanismo de descubrimiento de precios de metales preciosos monetarios que en verdad sea transparente, no manipulado como el actual dominado por Londres y Nueva York. Aquí hemos explicado cómo y por qué China busca posicionar a Shanghái como futura capital del mundo monetario del oro. No dudemos que próximamente nuevas firmas lancen sus propios bonos de oro en otro de los BRICS. Ojalá que así sea.

Mientras tanto, bienvenidos estos bonos pioneros, aunque sin duda, una gran parte de las “manos fuertes” del mercado seguirá prefiriendo la tenencia física de su oro y plata fuera del sistema bancario. Y es que como afirma el profesor Antal Fekete, fundador de la Nueva Escuela Austríaca de Economía: “cuando se trata de oro, no se puede confiar en nadie”.

viernes, 25 de abril de 2014

LA EXTINCIÓN DEL PRECIO DEL ORO




Imagen: ikonfx.com
La semana pasada se celebró en Madrid el más reciente seminario de la Nueva Escuela Austríaca de Economía (NASOE, por sus siglas en inglés), que contó con la participación principal de su fundador, el Prof. Antal Fékete. Muchos fueron los temas abordados entre los que destacan: la doctrina de las letras reales de Adam Smith, la estructura de las descendentes tasas de interés y la deflación, así como el nuevo patrón oro y la “extinción” de su precio.

De todos ellos, quizá el que más llama la atención en el contexto actual es este último, pues como se sabe luego del impulso alcista que vivió en el primer trimestre, comenzó un nuevo período de baja a partir de la anexión de la península de Crimea a Rusia. Muchos comienzan a preguntarse de nuevo hacia dónde va ahora el precio del oro, y de esta forma prestan atención a un “árbol” de menor importancia y dejan de lado los graves acontecimientos que suceden en el resto del “bosque” del mundo económico- financiero.

La absoluta mayoría de las personas –incluso algunos de los más instruidos en los mercados, son víctimas inconscientes de un engaño que los beneficiarios y administradores del actual sistema global de dinero irredimible, les han hecho creer: que precio y valor del oro son lo mismo, que se trata de una “materia prima” más y que en términos de monetarios es ya solo una “reliquia barbárica”. La razón por la cual este ardid se expandió tanto es que las doctrinas predominantes, el keynesianismo y el monetarismo estilo Friedman, se encargaron de relegarlo aunque no sin serias consecuencias.

La primera de ellas es que durante décadas se ha abandonado el estudio científico del oro como patrón monetario en las universidades y centros de investigación, mientras se preparaba a golpearnos la gran depresión que nos está tocando vivir. El resultado es evidente: se pretende solucionar las tribulaciones económicas con las mismas recetas que nos condujeron hasta aquí, y se hace caso omiso a quienes ofrecen la única salida que nos puede salvar de volver a una nueva Edad de las Tinieblas.

La NASOE tiene el firme compromiso de llevar el mensaje de alerta al mundo entero, pues el desastre económico que se avecina tomará por sorpresa a miles de millones de personas que pagarán por los errores, omisiones y malas intenciones de quienes con alevosía, produjeron primero en el siglo XIX la desmonetización de la plata, 100 años más tarde la del oro e impusieron el reino del dinero fíat. Todo, para enriquecerse a costa de cada ser humano sobre la Tierra, lo sepa o no, a quien se le cobra intereses por el simple uso de lo que cree que es “dinero”.

Carl Menger
El resultado es un planeta en el que un falso rey –el dólar estadounidense, usurpa la corona que la libre acción de las personas en el mercado, históricamente, le otorgó al oro y en segundo lugar a su compañera la plata. Carl Menger se encargó de demostrar este hecho en sus obras “El Dinero” y “Sobre el Origen del Dinero”, que todo aquel interesado en abrir los ojos en materia monetaria tiene que leer.

Fékete fue muy claro al señalar que el mensaje oculto del oro se deja ver no en su “precio”, sino en la Base y la Cobase del metal. Estos conceptos que hemos explicado con amplitud en entradas anteriores, y que miden la interrelación que guardan el precio al contado (spot) y los de contratos de futuros, nos dicen que el oro está corriendo a esconderse de la circulación. La última vez que este fenómeno ocurrió a gran escala fue justo antes de la caída del Imperio Romano de Occidente en el año 476 de nuestra era. Fékete advierte que el peligro es que de nuevo, como entonces, volvamos a una era de cientos de años de oscuridad tras el desplome del nuevo imperio americano y su “denario”, el dólar.

El oro pues está siendo atesorado a tasas muy elevadas en manos privadas lejos de Occidente, y a una velocidad más acelerada entre más desciende su precio. Su valor constante como dinero al ser la mercancía más mercadeable de todas, lo vuelve más atractivo que nunca ante los ojos instruidos. Y es que la existencia de toda clase de derivados, préstamos apalancados de “oro” papel dentro de un sistema de reserva fraccionaria y cuentas de “oro” no asignadas (unallocated accounts, en las que no se es dueño de lingotes específicos), propicia un precio deprimido con respecto al que existiría en un mercado libre y sin metal imaginario. La causa evidente es esta “sobreoferta” aparente, que asimismo hace posible que aquellos con el poder suficiente desde el gobierno y los bancos centrales, cuenten con las armas capaces de deprimirlo aún más. Con la Base y Cobase del oro, en cambio, esto no lo pueden hacer.

La manipulación a la baja del precio del oro es una condición indispensable para la sobrevivencia forzada del “patrón fíat”. Por eso sus oscilaciones no deben verse como una fluctuación en el valor del oro, sino en el de las divisas de papel. Al ser la materia prima monetaria, el dinero real, es el referente fijo de valor. Un “precio” del oro al alza es indicativo del desplome de valor de la divisa respectiva, como a la baja es revaluación temporal de la misma.

Cabe recordar que a diferencia de las materias primas ordinarias, el oro no es consumido ni sus existencias son cíclicas. Su valor es responsable de que para fines prácticos, todo el oro que ha sido extraído por el hombre aún esté con nosotros en alguna forma o en otra. El dinero de verdad, no termina en la basura.

A pesar de ello, no existe oro físico que respalde el volumen masivo de compromisos de “oro” existente en el papel, por lo que su salida material de la circulación hacia manos que no la soltarán –como nadie soltaría su bote salvavidas en medio de un naufragio, implica que terminará por no estar disponible a ningún “precio” en divisa fíat. Fékete añade que por eso el oro no necesariamente sigue la Ley de la Oferta y la Demanda, pues incluso mayores precios fíat no traerán más oferta disponible, pues sus tenedores se aferrarán a él.

Cuando se presente este caso de fuerza mayor, los mercados liquidarán sus deudas de metal en dólares, euros, libras esterlinas, etc., por lo que en los hechos se habrá defraudado a los acreedores. El “precio” se habrá extinguido.

Fékete dice con razón que cuando la gente tiene en sus manos oro y plata en circulación, es señal de buenos tiempos. Todo lo contrario es cuando los metales preciosos se están ocultando, como ahora.


Al final, el valor del oro en el mercado reacomodará las cosas a favor de quienes lo posean en físico no solo a nivel personal sino a escala internacional. No obstante, si no somos capaces de volver a poner en circulación a los metales monetarios, por desgracia los peores augurios del Prof. Fékete podrían hacerse realidad. Aún se puede corregir el rumbo, la pregunta es: ¿tendrán el valor de hacerlo nuestros tomadores de decisiones? Mal haríamos en esperar mucho de ellos.

viernes, 4 de abril de 2014

EL MENSAJE OCULTO DEL ORO




Imagen: Banxico
Hace un par de semanas comentamos aquí que el precio del oro terminará este año con su periodo de corrección (baja) iniciado en 2011, pero también que podría probar antes nuevos mínimos cercanos a 1,200 dólares la onza, como ocurrió en 2013. De manera que las presiones bajistas en su precio continuarán por ahora.

Sin embargo, el examen a la fecha de la Base y la Cobase del oro, indicadores exclusivos que revisamos en la Nueva Escuela Austríaca de Economía fundada por el Prof. Antal Fekete, nos revela que aunque el metal ya no está en backwardation como la mayor parte del año pasado, sí tiende a regresar a ella.

Hay backwardation en el oro cuando el precio al contado es mayor que el del contrato de futuros más cercano (contrato activo), y no al revés, como es normal.

La relevancia de esto es que indica que hay “escasez” en el mercado por una reticencia de los tenedores a desprenderse de su metal por razones de protección financiera. Los compradores entonces se ven obligados y dispuestos a pagar más caro si quieren adquirir el oro hoy, a pesar de que sea más barato hacer la compra con entrega a futuro. Hay cierta urgencia. La razón es que las condiciones de la economía mundial son tan endebles, que el oro corre a esconderse. En tiempos de turbulencia como los que vivimos, es el único refugio financiero confiable, pues cuando se tiene en físico no forma parte de la hoja de balance de nadie más. Es propiedad privada en toda la extensión de la palabra, y por si fuera poco, fuera del quebrado sistema bancario.

Con la subida de las cotizaciones que se observó durante la mayor parte del primer trimestre de 2014, la backwardation se perdió ante la llegada de más vendedores a precios más altos. Este tipo de inversores por lo general son especuladores y no inversionistas de largo plazo o manos fuertes, que ni siquiera con cotizaciones más elevadas están dispuestos a enajenar su riqueza áurea. Para ellos, la posible ganancia no compensa en absoluto los riesgos de vender su oro físico.

En este sentido, tras volver a caer los precios después de la anexión de la península de Crimea a Rusia, la Base y Cobase del oro, medidores que nos dicen cuándo el oro está en backwardation y cuándo en contango, su opuesto, muestran una tendencia a regresar a la primera condición. Así se observa en el gráfico siguiente (cortesía de Sandeep Jaitly de feketeresearch.com), en el que la línea azul es la base y la roja la cobase. Las continuas corresponden al contrato de junio y las discontinuas al de agosto. Cabe recordar que hay backwardation cuando la Cobase llega a terreno positivo y por ahora, hay contango.


En el caso de la plata, el contrato activo de mayo (líneas discontinuas) está a punto de entrar en backwardation (Cobase positiva), lo cual es muestra de que los niveles de precio actuales, la plata es más atractiva que el oro, y de que su cotización tiene por ahora menos presiones a la baja que la de aquél.



El mensaje oculto de esto que no revela ningún análisis técnico tradicional, es que el oro físico está saliendo de la circulación para ser atesorado en manos privadas. Ese vaivén de backwardation – contango – backwardation, marca una tendencia clara hacia la permanencia de ésta.

Ese no sería problema excepto por algo: la cantidad de obligaciones en papel (futuros, opciones, préstamos de oro, cuentas “no asignadas”, etc.) es mucho mayor al oro físico que las respalda. La salida de circulación que revela la backwardation tiende a reducir más las existencias disponibles para cubrir aquellas, lo que anticipa de entrada que en el mediano y largo plazos el precio tendrá que ser mucho más elevado, pero además, que tarde o temprano a la abrumadora mayoría de tenedores de “oro” papel se les incumplirá el pago en metal. Una masacre financiera.


Por eso, todo aquel que tenga oro en manos de terceros debe reclamar su pronta entrega, y acumular más si la oportunidad se presenta. Como dice el Prof. Fekete, “cuando se trata del oro, no se puede confiar en nadie”.

jueves, 18 de julio de 2013

MIENTE BERNANKE ¿DE VERAS NO ENTIENDE LOS PRECIOS DEL ORO?

Imagen: business.financialpost.com
Ayer el presidente de la Reserva Federal  (Fed) de Estados Unidos, Ben Bernanke, declaró que “nadie entiende realmente a los precios del oro”, y que él, “tampoco finge entenderlos”. Esto al ser cuestionado por senadores respecto al desplome de las cotizaciones que éste ha sufrido los últimos meses.

No cabe duda que Bernanke no solo miente, sino que sus palabras rayan en el cinismo. Fingió demencia.

En este blog le he explicado cómo el precio del oro no es como el de cualquier mercancía, y que su mercado es todo, menos libre.

La razón es que se trata de la mercancía dinero, pues no existe otra “materia prima” cuyo ratio de existencias sobre flujo (stock-to-flow), sea tan elevado.

Esa verdad inocultable ni siquiera el mismo Bernanke se atreve a ponerla en duda, al admitir que “el oro es un activo inusual. Es un activo que la gente guarda como una especie de seguro contra el desastre.”

Y vaya que sí. No por nada, gracias a su valor, así como se extrae de las minas casi todo es atesorado, pues el apetito por el metal amarillo es insaciable.

Esa voluntad de la gente de aceptar sin límites cualquier cantidad de oro, es la que lo convirtió a lo largo de la historia, y en las más distantes latitudes, en el medio de intercambio por excelencia, junto con la plata.

Y es que ambos constituyen un pago en sí mismos, pues por su calidad de bienes valiosos pueden ser cambiados en cualquier momento por otros bienes y servicios.

Esa es una brutal diferencia con respecto a los billetes y monedas que estamos acostumbrados a llamar dinero, pues en realidad constituyen solo una promesa de pago, ya que nadie puede guardar por siempre sus dólares, euros o pesos, sin miedo de que en el futuro, vayan perdiendo su valor.

Siempre hay que redimirlos, cambiarlos pronto por algo.

Imagínese que descubriera que sus antepasados dejaron enterrado en el jardín, un cofre con billetes de la época de la Revolución mexicana.

Más allá de la anécdota poco o nada de valor se guardaría en ellos.

Pero la historia sería muy distinta si lo que encontrara, fuera un cofre repleto de oro en cualquiera de sus formas.

Por esa razón tuvieron que crearse leyes en todo el mundo que desmonetizaran al oro y la plata, y así estuviésemos dispuestos a aceptar como dinero algo que de otro modo rechazaríamos.

De esta manera hay tras bambalinas, además de factores meramente técnicos, un interés político particular por controlar y deprimir al máximo el precio del oro, pues su desprestigio alienta la “confianza” y uso de las divisas ordinarias que conocemos, sobre la de “reserva”: el dólar estadounidense.

Lo malo para los manipuladores es que no se puede hacer esto para siempre sin castigo. Tarde o temprano, el mercado pone las cosas en su justo lugar, y quien no tenga el metal físico en sus manos, será defraudado.

Por otra parte, Bernanke asegura que una razón para la caída del oro, es que la gente lo está menospreciando por estar más confiada y menos preocupada por “resultados negativos” en la economía. No obstante, los hechos demuestran todo lo contrario.

La verdad se esconde en el secreto mejor guardado del oro y que tiene un nombre que para algunos es extraño, llamado“backwardation”.

Esta es una condición del mercado que ocurre cuando el metal al contado, es más caro que en su contrato de entrega a futuro, y no al revés, como es lo normal. Ahí es donde nos encontramos ahora. De hecho, desde enero de este año.

Lo que esto significa es que la gente está prefiriendo pagar hoy más caro su oro con tal de que se lo entreguen ya, a esperar días o meses a que ocurra esa supuesta entrega más barata, por temor al incumplimiento.

Entonces, sí hay un desprecio del “oro”, pero solo del ficticio. Este se expresa en las liquidaciones masivas que echan por la borda su cotización, para beneficio de quienes lo acumulan físico.

De ahí que la tendencia es que esa “backwardation” se vuelva permanente, hasta el punto de quiebre, que implicará el colapso del mercado de futuros del oro y la plata.

La bifurcación del mercado de “oro” papel y el del físico se vuelve a hacer evidente como en 2008 y 2009, aunque aún no alcancemos los elevados niveles de backwardation de entonces.

Así que Bernanke se equivoca.

Los inversores inteligentes no están queriendo menos sino más protección con oro y plata físicos, contantes y sonantes, y están dispuestos a pagar por ello, pues aún así, reciben gran valor a un precio conveniente.


Hacen bien, pues la economía global está prendida de alfileres, y estos, sin temor a equivocarnos, terminarán por ceder.

viernes, 2 de marzo de 2012

LA COTIZACIÓN DEL ORO Y LA PLATA VA "CAMINO AL CIELO"

México, D. F., 2 Marzo 2012 (Guillermo Barba) – Esta semana fuimos testigos, una vez más, de la montaña rusa en que se han convertido los mercados de oro y plata. No es para sorprenderse, pues la volatilidad es un mal que ha llegado para quedarse, cortesía de los enormes desbalances financieros que existen a escala global, y de las medidas de flexibilización cuantitativa (impresión monetaria) con la que nos han inundado los principales bancos centrales.

Más allá de esta nueva “normalidad” especulativa, parece que hay un mensaje subliminal y es el que los interesados en ver los precios de ambos metales, lo más deprimidos posible, envían a sus apologistas: “no podemos cambiar la tendencia de largo plazo, pero no toleraremos movimientos abruptos al alza”.

Si en el último mes el oro llegó a alcanzar una ganancia general hasta de 4%, la plata se disparó en el mismo porcentaje en solo un día (28 de febrero). Desde sus mínimos de febrero, la plata llegó a subir hasta 12 %, que tal vez pareció “demasiado” a sus detractores, que atacaron el 29 de febrero con liquidaciones masivas.

Las declaraciones de Ben Bernanke, presidente de la Reserva Federal (Fed) estadounidense y enemigo público número uno del oro, fueron el ‘disparo de salida’ para un ataque que era inminente, tal y como adelantó este columnista en su cuenta de twitter (@memobarba) un día antes.

Así mientras en esa fecha el oro-papel se desplomó alrededor de 100 dólares, para cerrar el mes en 1696.70 (cierre de Nueva York), la plata caía más de tres dólares y terminó en 34.64 dólares la onza.
A pesar de ello, en lo que va de 2012 y hasta el cierre de este artículo, el oro y la plata acumulan una ganancia de casi el 10% y 7%, respectivamente.

La respuesta de los inversores que conocen la realidad de las condiciones en que se encuentra la economía mundial, es igual de contundente: “cada ataque será correspondido con una insaciable demanda de metales preciosos físicos” (http://bit.ly/yVEAuE). Si bien nadie puede negar el enorme poder de la Fed y de todas aquellas entidades financieras con interés en el mercado del oro, como los “Bullion Banks”, resulta evidente que ese mismo mercado termina invariablemente siendo más fuerte que ellos.

De ahí que la tendencia alcista del oro y la plata, como lo ha sido a lo largo de este siglo, se mantenga firme pese a las vicisitudes, en su ‘camino al cielo’.

Es un hecho que los evidentes riesgos a los que nos tienen expuestos los mercados financieros globales, empezando por Europa, más las supuestas buenas noticias económicas en América, aseguran que las crestas y valles de esta montaña rusa seguirán por un buen rato. Pero una vez pasado el proceso electoral en el que Obama pretende reelegirse, esas buenas nuevas comenzarán a desvanecerse.

Para entonces, la tercera ronda de flexibilización cuantitativa (QE3) que en la actualidad da por acabada Bernanke, revivirá en su intento por contener el desastroso desenlace deflacionario con el que concluirá el experimento que, Richard Nixon, inició el 15 de agosto de 1971. ¿Lo recuerdan?

Guillermo Barba/OroyFinanzas
Twitter: @memobarba
memob@hotmail.com