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lunes, 7 de abril de 2014

CHINA DEVORA EL ORO MUNDIAL ¿POR QUÉ?




Imagen: AgAunews.com
En este espacio hemos dado seguimiento puntual a las actualizaciones de la demanda de oro físico por parte de China. La razón es que los medios de comunicación predominantes en Occidente, primero se hicieron de la vista gorda ante el apetito insaciable del país asiático por el metal precioso, y ahora que ya lo abordan de vez en cuando, lo hacen subestimando cifras que nos brindan un panorama más realista de la situación. Por ello, este blog difunde esas informaciones que tanto incomodan al statu quo.

El pasado viernes, Alasdair Macleod, analista principal de GoldMoney, publicó sus nuevos cálculos de demanda de oro china,que ha revisado al alza. Esta vez, ha incorporado sus deducciones respecto al metal almacenado en bóvedas, que incluye cuentas de oro de bancos comerciales, producción minera y reciclaje. Esto, porque hay indicios de que el gobierno central de Beijing, está acumulando estos dos últimos conceptos en sus propios almacenes, y por tanto, no están siendo utilizados para satisfacer la demanda del público inversionista, sino para acumular reservas de forma oculta.

Como ya deberíamos tener muy claro, el gobierno chino lleva una doble contabilidad de reservas de oro, las que reporta al Fondo Monetario Internacional y las que guarda en secreto. Es previsible que en el mediano plazo vuelvan a dar una gran sorpresa al anunciar un salto en sus reservas áureas, pero por el momento, están muy felices comprando a los manipulados precios bajos de hoy, refundiendo los lingotes occidentales, refinándolos y formando nuevas barras de oro de 1 kg y pureza de 99.99%, su estándar.

El año pasado, la Asociación del Oro de China (CGA por sus siglas en inglés) hizo creer al público en Europa y América que su “consumo” del metal precioso fue de apenas 1,176.3 toneladas. Aun con esa cantidad, le bastó para rebasar de manera oficial a India como el máximo consumidor global. Sin embargo, tan solo las entregas físicas que efectuó la Bolsa de Oro de Shanghái (SGE, por sus siglas en inglés) ascendieron a 2,197 toneladas, como lo dio a conocer el especialista Koos Jansen en su blog.

Hasta 2007, el monto entregado (retirado) de los almacenes de la SGE era considerado como el oficial para medir la demanda china, pero con el inicio de la crisis global en 2008, es claro que ya no quisieron que así se viera, pues haría más que obvia su demanda creciente. Jansen asegura que todavía en los Reportes del Mercado de Oro de China de 2007 a 2011, los números de demanda que aparecían también eran iguales a los retiros de la SGE, pero desde 2012, la CGA no publicó más dichos Reportes.

Fuentes de Jansen le confirmaron que el Banco Popular de China (Central) no compra su oro por medio de la SGE, por lo que incluso la cifra de 2,197 toneladas se queda muy corta para reflejar la demanda real. Es un hecho.

En esto coincide Macleod. Opina que a esa cifra debería sumarse tanto la producción minera como el reciclaje y el incremento en los inventarios de oro almacenado en la SGE.

Esto último por cierto, lo calcula tomando como base la proporción que guardaron los aumentos en las entregas (retiros) de la SGE de 2008 a 2011, y que descubrió tuvieron una relación de 1 a 1 con respecto a lo que se agregó a la custodia en sus almacenes. El resultado es una estimación de 1,058 toneladas en 2013.

Sobre la producción minera, deduce con base en sus fuentes que ante la ausencia de barras en circulación y en la propia SGE con grabados que las identifiquen como elaboradas por refinadores chinos, lo más probable es que el propio gobierno esté adquiriéndolas en su totalidad y guardándolas en bóvedas separadas. Por eso nadie las ha visto. Pese a todo, ese metal tiene que estar en alguna parte dentro de su territorio, pues no se exporta. Macleod cree que este es uno de los motivos por los cuales China suspendió la revelación de estadísticas de almacenamiento en la SGE.

En lo que toca al reciclaje, del que tampoco hay estadísticas desde 2011, estima sus números para años siguientes contemplando las variaciones sufridas por el precio del oro en 2012 y 2013. Menores cotizaciones traen aparejadas cantidades bajas de metal reciclado, que son mayores cuando los precios suben. Como quiera, ese oro reciclado tendría que ser refinado necesariamente también por empresas chinas, y al no haber evidencia de barras estándar de 1 kg. en circulación, asume que también es acumulado en secreto por el gobierno. La suma de estimados de producción minera y reciclaje asciende así a 780 toneladas.

Por todo lo anterior, la demanda de oro china en 2013 calculada por Macleod es de unas impresionantes 4,843 toneladas, compuestas por 2,197 tons. de retiros de la SGE, 1,058 tons. de incremento en oro almacenado por la misma SGE, 780 tons. de producción minera y reciclaje que termina en bóvedas secretas del gobierno y 808 tons. de adquisiciones netas de Hong Kong.

Bajo los nuevos criterios de Macleod, de 2008 a 2013 China habría “drenado” de bancos centrales, minas, ETFs (fondos cotizados) y reciclaje occidentales alrededor de 9,461 toneladas de oro.
Imagen: Alasdair Macleod, Goldmoney.com
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Más allá de lo aquí expuesto, en este blog coincidimos con Jim Rickards, quien en la entrevista exclusiva que nos concedió, dijo que nadie sabe a ciencia cierta cuánto oro está siendo devorado por China, ni siquiera los propios chinos. Y es que por ejemplo, es imposible saber cuántos lingotes más están entrando por vía militar o por contrabando, que por supuesto, no son reportados.

Lo que sí sabemos es que ese oro está saliendo de arcas de Occidente que se siguen vaciando, ante la complacencia del verdadero poder detrás de la cortina que se prepara para el momento en que, cuando lo juzgue conveniente, decida que es momento de desechar al petrodólar para dar pie a un nuevo sistema, que desde luego, pretenden también dominar. Sobre esto abundaremos en la siguiente entrega de este blog.

Cuando eso suceda, los últimos tenedores del oro serán los más beneficiados, mientras las demás potencias, sin oro pero con las manos repletas de armas, serán más peligrosas que nunca para la paz mundial.

jueves, 12 de septiembre de 2013

IVA AL ORO DEVALUARÍA AL PESO MEXICANO



(Gracias a la lucha emprendida desde este y algunos otros pocos espacios, el IVA al oro no procedió como era interés del gobierno mexicano. Los detalles aquí)


Imagen: dineroenimagen.com
La reforma hacendaria presentada por el presidente Enrique Peña Nieto al Congreso, plantea la propuesta de eliminar el tratamiento de tasa del 0% que prevé la Ley del Impuesto al Valor Agregado (IVA), en la enajenación de oro, joyería, orfebrería, piezas artísticas u ornamentales y lingotes, cuyo contenido mínimo de dicho material sea del 80%, siempre que su enajenación no se efectúe en ventas al menudeo con el público en general.

El argumento principal de la propuesta es que se considera que la adquisición de estos bienes, aun cuando sea en las etapas previas al consumidor final, debe estar afecta al pago del impuesto como cualquier otra enajenación.

Según el proyecto, estas operaciones reflejan “capacidad contributiva” de las personas que los adquieren y, en consecuencia, se trata de “manifestaciones de riqueza que deben ser gravadas”.

Se derogaría así el inciso h) de la fracción I del artículo 2o.-A de la citada ley.

Sin embargo, la iniciativa exhibe tanto errores como un total desconocimiento de las autoridades hacendarias respecto a cómo funciona el muy peculiar mercado del oro.

El rey de los metales no es una mercancía más, sino la materia prima dinero.

La misma Ley Monetaria de nuestro país así lo reconoce al dar categoría de moneda de curso legal a las onzas de oro y plata, que tienen poder liberatorio por el equivalente en pesos de su cotización diaria, establecida por el Banco de México con base en el precio internacional del metal fino contenido en ellas.

Con la reforma como está, Hacienda daría un tratamiento diferenciado a este metal precioso monetario, pues quedarían sin el gravamen las operaciones en lingotes con contenido de 99% de oro puro al menudeo, las monedas áureas que hayan tenido antes el carácter de moneda nacional o extranjera y las onzas troy (conocidas como “Libertad”).

Esto porque se dejan intactas las fracciones VI y VII del Artículo 9o. de la Ley del IVA, que señalan respectivamente que no se pagará el impuesto en la enajenación de “Moneda nacional y moneda extranjera, así como las piezas de oro o de plata que hubieran tenido tal carácter y las piezas denominadas ´onza troy”. Tampoco, en “Lingotes de oro con un contenido mínimo de 99% de dicho material, siempre que su enajenación se efectúe en ventas al menudeo con el público en general.”

Esto quiere decir que la Casa de Moneda de México, responsable de acuñar las monedas de oro de curso legal que son libres del impuesto, al adquirir el insumo tendrá que pagar IVA.

Luis Liñero, socio especialista del Área de Impuestos Internacionales de Deloitte México, señaló en entrevista que con la propuesta, “lo que pasaría es que ese IVA se le quedaría como costo. La Casa de Moneda tendrá un costo mayor”.

En definitiva la Casa de Moneda no sacrificará su beneficio a causa de ese aumento de costos, por lo que éste se reflejará por fuerza en una subida de precios para el consumidor final. El resultado es que con la reforma, se impondría de facto un “impuesto al dinero”.

Por lo que toca a los lingotes con contenido mínimo de 99% de oro, la reforma daría un incentivo a la informalidad porque la compra de estos al menudeo permitiría darle la vuelta al IVA.

Nadie querrá comprar un oro más caro del precio que se paga en los mercados internacionales.

Para decirlo con todas sus letras, Hacienda pretende que exista un precio del oro más alto para el sector formal, algo que no se aceptará en la práctica del mercado. La existencia de un “tipo de cambio” para el oro con IVA, y otro sin él, será un rotundo fracaso.

Dicho de otra forma, una cotización más cara significa una devaluación del peso mexicano en 16% (la tasa del IVA) para transacciones formales en oro, para las que se requiere una factura (mayoreo).

Pongamos un ejemplo simplificado al día contemplando un precio por onza troy de oro en $1,328 dólares (London PM Fix del jueves 12 de septiembre, 2013), y un tipo de cambio peso/dólar de 13.08 pesos (Fix de Banxico a la misma fecha).
Imagen: revistafortuna.com.mx


Si se compraran 100 mil pesos en oro (7,645.26 dólares en el ejemplo) al menudeo, es decir sin factura, eso alcanzaría para 5.76 onzas aproximadamente. Pero si con esos mismos 100 mil pesos se pagara el IVA, sólo se podría comprar el metal con $86,206.90 (6,590.74 dólares), ya que el restante de $13,793.1 se iría como impuesto. El oro adquirido sería de 4.96 onzas. El peso en la práctica valdría menos en México.

Para que los pesos de los residentes en el país siguieran teniendo su poder de compra al 100%, las empresas tendrían que adquirir su metal en el extranjero.

Luis Liñero explicó que en la propia Ley del IVA se señala que las importaciones de oro están exentas, siempre que el contenido mínimo de dicho material sea del 80%. Tampoco se propusieron cambios a la fracción correspondiente de la mencionada ley.

Entre las implicaciones del IVA al oro, también está que casi la totalidad de su producción minera estaría condenada a exportarse, para tampoco pagarlo.

"Podría darse que el oro se refine en el extranjero y regrese importado con la exención", explicó Liñero.

De este modo, las empresas mexicanas podrían terminar importando oro que fue extraído del subsuelo nacional, solo para darle la vuelta al fisco.

No cabe duda que Hacienda va a aprender a la mala que no es tan sencillo lidiar con el oro como creía, pensando que así no afectaba “el poder adquisitivo de la población menos favorecida”. Vaya error.

Para lograr su propósito de gravar con IVA el oro tendría que hacerse con todas las operaciones posibles, pero para eso tendría que haber propuesto muchas más modificaciones legales de las que pensó, y llegar incluso hasta la misma Ley Monetaria. Si está dispuesto debió hacerlo bien, pero antes, debe conocer los costes que deberá asumir al adentrarse en esas “arenas movedizas”.

Debería saber que meterse con el oro no es cualquier cosa. Es imposible combatirlo sin salir “quemado”: subir su precio por decreto, implicaría la devaluación del peso en la misma proporción como ya se explicó, el colapso de su mercado interno formal y el banderazo de salida para el contrabando masivo y la informalidad.

India es el mejor ejemplo. En ese país, el principal consumidor de oro del mundo, se ha elevado en tres ocasiones este año el arancel a las importaciones del metal, hasta un récord de 10 por ciento, y el impuesto especial al consumo de barras a 8 por ciento. La intención declarada del gobierno es la de contener la demanda para aliviar la presión que tienen sobre su déficit de cuenta corriente, pero no han tenido los resultados esperados. El contrabando, se volvió incontenible y de todos modos, el valor de la rupia india se ha desplomado.

La Iniciativa presidencial no detalla cuánto piensa que podría recaudar por la eliminación de la tasa cero pretendida, pero lo cierto es que los costos son superiores por mucho a los beneficios que se obtendrían.


El “balón” ya está en la cancha de la Cámara de Diputados, por lo que tienen en sus manos la responsabilidad de arreglar éste que sería un innecesario y costoso error, entre muchos otros incluidos en la Reforma Hacendaria.

El gobierno antes que pensar en expandir su gasto y la deuda, debería ajustarse el cinturón y dejar que sean los ciudadanos los que decidan en qué gastan el poco dinero que les cuesta tanto ganar.


El contexto internacional es de crisis en la economía y no acabará pronto, por lo que bien haría en tomar medidas pensadas en el futuro y no solo en el corto plazo.