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miércoles, 4 de febrero de 2015

China: nuevo precio referencial del oro y orden mundial

Imagen: cmegroup.com
China es ya la mayor economía del mundo medida por paridad de poder de compra, y su liderazgo comienza a ejercerlo en consecuencia. En este espacio hemos dado cuenta de cómo no solo Beijing se prepara para posicionar en el futuro a su divisa fíat, el yuan, como moneda de reserva, sino que además tiene la mira puesta en jugar un rol fundamental en el establecimiento de los precios referenciales de los metales preciosos monetarios. El interés desde luego, viene del hecho bien conocido de que el oro y la plata son dinero real.

En este contexto, hay ya un plan explícito para que Shanghái se convierta en un centro de comercio de metales preciosos tan importante, que termine por desplazar a las actuales capitales de estos mercados: Londres y Nueva York.

Y es que a pesar de que los medios predominantes –como instrumento del poder que son, se empeñen en negar que los mercados de metales preciosos sean manipulados de forma artera por los gobiernos y bancos centrales más poderosos del orbe, tras bambalinas los nuevos poderes emergentes lo dan por hecho. Sin embargo, no tienen ninguna prisa por acabar con esta situación por un motivo muy claro: mientras se mantengan deprimidos los precios ellos pueden seguir “devorando” el oro y la plata del mundo a un costo muy bajo. Pese a ello, tienen en mente que tarde o temprano –una vez que la absoluta mayoría de las existencias mundiales de estos metales estén en sus manos, tendrán que llevar la voz de mando. Para eso será fundamental que cuenten con mecanismos de mercado muy desarrollados, pero eso sí, basados en el comercio de barras físicas, no simples derivados de papel como en Occidente.

No es casual entonces que esta semana la Asociación del Mercado de Lingotes de Londres, (LBMA por sus siglas en inglés) haya dado a conocer que hay bancos chinos muy interesados en participar en el que será el remplazo del precio referencial del oro que iniciará operaciones en marzo. El nuevo Precio del Oro LBMA (LBMA Gold Price), sustituirá al actual London Gold Fix (LGF), que cumple casi un centenario de antigüedad, y que se establece a la vieja usanza: en una conferencia telefónica dos veces al día entre cuatro bancos.

De este modo se da fecha de entierro al LGF, como ya se preveía cuando el año pasado ocurrió lo mismo con el London Silver Fix, referencial de la plata. Como en el caso de aquél, la plataforma del nuevo Precio del Oro LBMA será 100% electrónica pero, sobra decir, eso no significa que la manipulación del mercado terminará, sólo es una modernización de los procesos. En la práctica, el precio se establecerá de acuerdo a las posturas de los comerciantes, y es justo ahí donde se seguirá metiendo mando. La diferencia en todo caso es que al menos, los chinos estarán ahí y harán cierto contrapeso o no según su conveniencia.

Eso sí, el interés de China se basa en la regla dorada: quien tiene el oro pone las reglas. No por nada los chinos no quieren dejar cabos sueltos: son ya el principal productor y consumidor del planeta. La fiebre china por el oro es insaciable. Según Koos Jansen, de Bullionstar.com, de las bóvedas de la Bolsa de Oro de Shanghái (SGE) salieron 70 y 71 toneladas respectivamente durante la segunda y tercera semanas de 2015. Esto es, en medio mes los chinos consumieron más oro que el total de reservas (imaginarias) en metal del Banco de México, de poco más de 120 toneladas. Debemos recordar que esto ocurrió mientras el precio del oro ascendía, lo que demuestra que los chinos siguen comprando enormes sumas con independencia de la volatilidad de las cotizaciones.

Con todo lo anterior como marco, se entiende mejor lo publicado ayer por el diario South China Morning Post, respecto al respaldo de India y Rusia a Beijing para establecer un “nuevo orden mundial”. En un encuentro de ministros de Exteriores de estos países celebrada en la capital china, se dejó en claro que quieren “contrarrestar la influencia de Estados Unidos” en la región Asia-Pacífico..

El gobierno chino busca que en la agenda del Consejo General de Naciones Unidas se conmemore el 70 aniversario del fin de la Segunda Guerra Mundial, claro, como modo de presionar a un incondicional aliado americano, Japón, con quien mantiene disputas territoriales.


Así que no deje de prestar atención a los movimientos de China. Cada uno está calculado con base a una agenda muy específica con miras a asumir el liderazgo global en este siglo, de la mano del oro. Un cambio de fondo del que por desgracia, aún no podemos estar seguros que será pacífico.

lunes, 29 de septiembre de 2014

EL PEOR TERRORISTA DEL MUNDO



Imagen:
almontehighlandgames.com 

Hace unos días, el ex subsecretario del Tesoro de EE.UU., Paul Craig Roberts (PCR), publicó un artículo que vale la pena relatar. En él, criticó por una parte el discurso de Obama ante Naciones Unidas, y por otra, la complaciente actitud de Rusia y China ante el avance americano.

Sobre el discurso, dice que es la cosa más absurda que ha escuchado en su vida, y que le sorprende que el presidente estadounidense sea capaz de pararse frente a todo el mundo para mentir de forma tan abierta, pero más aún, que la audiencia no se hubiese levantado para abandonar la Asamblea. “Los diplomáticos del mundo en realidad se sentaron ahí y escucharon descaradas mentiras del peor terrorista del mundo. Incluso aplaudieron su aprobación”, señaló con dureza.

Indica por ejemplo que cualquiera sabe que EE.UU. primero defenestró al gobierno ucraniano legítimamente electo para imponer uno afín a sus intereses, que se resiste a revelar imágenes satelitales de la destrucción del avión de Malaysia Airlines en territorio ucranio; que Kiev se niega a sacar a la luz las instrucciones del control de tráfico aéreo que se le dieron al avión y que Washington ha impedido una verdadera investigación del incidente. En este sentido, afirma que los expertos europeos han testificado que ambos lados de la nave mostraban evidencias de fuego de ametralladora, lo que indica que habría sido derribado por los jets ucranianos que lo perseguían.

Esto, recuerda Roberts, ocurre mientras EE.UU. considera que “no es agresión cuando bombardea e invade siete países en 13 años sin una declaración de guerra”, pero sí cuando Moscú acepta la petición de los habitantes de Crimea que en un 97 por ciento, votaron a favor de unirse a la Federación rusa.

No por nada se pregunta si el “cáncer del extremismo violento” es del llamado “Estado Islámico” (ISIS por sus siglas en inglés), o el de Washington, que ha asesinado a cientos de miles de civiles y desplazado a millones de sus hogares en el siglo XXI. Lo anterior, bajo la “Doctrina Wolfowitz” que declara la hegemonía estadounidense como el objetivo dominante para el gobierno americano.

Roberts recuerda que ISIS fue creado por el régimen Obama, y que sus “yihadistas” fueron los mismos que usó para derrocar a Muammar Gadafi en Libia

Asimismo, acusa, Barack Obama nunca dijo en la ONU que el problema central del mundo es la incapacidad de Washington para aceptar la existencia de fuertes países independientes de su influencia política, como Rusia y China.

Pero Roberts reprocha además la complacencia rusa-china frente a la amenaza de Washington. Asegura que ni Moscú ni Beijing entienden el peligro real que les representa, y que por eso no han respondido de una manera en la que se evite la necesidad de una guerra. Por ejemplo, el gobierno de Vladimir Putin podría “probablemente destruir a la OTAN” negándose a vender gas a sus miembros europeos, en respuesta a las sanciones que le han impuesto. En cambio, Rusia ha permitido que acumulen provisiones para el invierno, y continúa aceptando dólares como pago, no rublos, cuando mucho del poder enemigo americano se basa en el uso de su moneda como divisa de reserva.
China y Rusia, reclama Roberts, han sido negligentes en defender sus soberanías. Gracias esa actitud, Obama sabe que puede mentir todo lo que quiera a placer.

Los chinos tampoco han tenido un papel digno en opinión del subsecretario del Tesoro, pues no han aprovechado la manipulación del precio del oro a través de ventas masivas de “naked shorts” en el mercado, para comprarlos y demandar la entrega física del metal, lo que haría que el colapso del sistema financiero occidental pudiera ser “catastrófico”. China tampoco ha optado por vender sus tenencias de bonos del Tesoro americano que suman más de un billón de dólares, con lo que podrían devaluar al dólar hasta el punto de quebrarlo y destruir su carácter de reserva. 

Dado que ni Moscú ni Beijing están haciendo nada de esto, ambas capitales están trabajando “para proteger el control de Washington sobre el Medio Oriente y el petrodólar”.

Roberts revela que académicos chinos le informan que la Fundación Rockefeller está creando agentes americanos en universidades chinas, y que firmas americanas están incorporando a sus consejos de administración a familiares de funcionarios partidistas locales y regionales. Todo ello, “cambia la lealtad del gobierno central hacia el dinero americano”, sin contar que muchos economistas chinos son formados en las ideas y teorías que favorecen los intereses de EE.UU.

La incapacidad de ambos países, nos dice Roberts, “hace que la guerra nuclear sea más probable”, pues no hay en la práctica posibilidad alguna de que la OTAN invada u ocupe territorios rusos o chinos. La guerra sería a la distancia. Lo malo es que una conflagración así terminaría con la vida en la Tierra. En ello reside la importancia de que Moscú y Beijing comprendan la gravedad de la “maldad” que ha convertido a EE.UU. en “el peor estado terrorista del mundo”.

PCR concluye que es posible que el planeta entero sea salvado por otra vía: el colapso económico estadounidense. “El castillo de naipes americano se sigue sosteniendo sólo como resultado de la tolerancia del mundo hacia la vasta corrupción y desinformación, y porque la ambición se satisface con el dinero obtenido a partir de un sistema manipulado”, sentenció. Un liderazgo ruso o chino fuerte, podría derrumbar ese castillo.


En coincidencia con Roberts, aquí hemos alertado del peligro de la escalada de tensiones geopolíticas alentadas por el gobierno Obama. El “Premio Nobel de la Paz” parece ansioso por ir a una guerra a gran escala que, por supuesto, no podemos permitir.

martes, 19 de noviembre de 2013

EL SOCIALISMO SOMETE AL MUNDO




Imagen: tcsnews.com
Triste pero cierto. El mundo padece un cáncer que se sigue expandiendo por doquier, sin freno, sin remedio y en perjuicio de todos, y en especial de aquellos que más se creen beneficiados por él: el socialismo.

La semana pasada expusimos aquí por ejemplo la desastrosa manera en que la economía venezolana está siendo conducida hacia un barranco preparado por su propio gobierno, pero del que éste, como lo hacen todos los irresponsables, culpa a otros para ocultar sus incompetencias.

Pero no es ni por mucho el único caso ni el más importante.

No. Si es que hay una “guerra económica”, es una a escala mundial que va en sentido contrario a más capitalismo, como la mayoría de las izquierdas del planeta cree.

De ninguna manera. Es más, sin saberlo, en conjunto se han convertido en un instrumento más para legitimar los obscuros planes de socialización de una élite que, tras bambalinas, parece estar decidiendo otra vez el destino de la humanidad.

No es por tanto una lucha auspiciada por “capitalistas”, sino por socialistas vestidos de aquellos que desde atrás mueven los hilos. Lobos con traje de corderos que anhelan, como ha sido su añeja aspiración, llegar a un gobierno mundial. Un ente que lo controle todo en aras de la “seguridad”: personal, económica y por supuesto la de ese mismo Estado global.

El título que se le ponga es lo de menos: combate al terrorismo, a la iniquidad, a la evasión fiscal y un largo etcétera. Todas, formas hábiles de vender un discurso que, si desvelara sus propósitos reales de sometimiento, generaría una oposición generalizada, pero que así disfrazadas nadie puede decirles que no, so pena de ser juzgado como injusto, rapaz o infame.

Dijo Maquiavelo que aquel que engaña siempre encontrará a alguien que se deje engañar, y es justo lo que sucede.

De pronto nos encontramos con que las libertades y derechos en general pueden ser negociables, y aseguran que será siempre preferible renunciar a ellos si a cambio obtenemos los cuidados de ese “padre”: el Estado todopoderoso.

Por eso no sorprende que cada vez sea más común todo tipo de restricciones, controles y vigilancia. Estos van desde la observación de las páginas de internet que navegamos, las transacciones que realizamos con medios electrónicos de pago, la música que podemos escuchar, si debemos o no ingerir tal o cual comida o bebida “por nuestro propio bien”, hasta las más absurdas y perjudiciales decisiones económicas como las de “estimular” el crecimiento con gasto y endeudamiento públicos, y establecer precios por decreto.

Así, en nombre de la igualdad y la redistribución de los ingresos, se cometen a diario todo tipo de atropellos que, aunque populares, son dañinos para la sociedad en su conjunto, que se empobrece día con día en todos los aspectos. Marx estaría de fiesta.

En el plano económico, las ideas de John M. Keynes han sido usadas también para esos propósitos, al grado de pervertir el capitalismo y convertirlo, de la mano del llamado Estado de bienestar, en un socialismo disimulado. Desde luego esa palabra, que durante mucho tiempo definió a los enemigos del bloque Occidental desde la Segunda Guerra Mundial, nunca aparecerá en los discursos formales.

El extremo alcanzado es tal, que ya prácticamente nadie se opone a las manipulaciones económicas y del mercado que efectúan gobiernos y bancos centrales, en aras de una estabilidad que nunca termina por llegar.

Si esa “derecha” gobernante como prefieren llamarla los socialistas, actúa cada día con políticas que se parecen más y más a las que ellos proponen, podemos darnos cuenta de la gravedad del problema: ese socialismo, simulado o no, está sometiendo al mundo con la complacencia mayoritaria.

Imagen: viktorpersson.com/
Por fortuna, aún quedan faros en las tinieblas.

Jim Rogers, el gurú financiero de las commodities (materias primas), dijo hace unos días en entrevista con The Daily Bell: “creo que el Sr. Keynes no aprobaría algunas de las cosas que han sido y están siendo hechas en su nombre. El libre mercado sigue siendo la mejor solución a todos nuestros problemas.”

Lo malo, es que el consenso actual es en favor de que las economías deben ser “manejadas”. Como si no supiéramos el triste destino de aquellas que, como en la vieja Unión Soviética, al quererse planificar de manera central terminaron en la ruina total.

El empresario mexicano Hugo Salinas Price, por su parte, en su más reciente artículo The Siren-song of Welfare State lo ha dicho así: “Todas las economías socialistas son economías manejadas, y todas las economías manejadas están en vías de convertirse en economías completamente socialistas.” Agrega: “La diferencia entre la Unión Soviética y el mundo de hoy es solo de grado, no de esencia.” El destino, por tanto, será tan terrible como el de aquella.

En este mismo sentido, el afamado analista e inversor Marc Faber, firme opositor a esa planificación central, la semana pasada dijo para Finanzen100.de que las crisis de las últimas décadas se deben a la manipulación del mercado de tasas de interés a cargo de los bancos centrales. Eso, afirma, nos conducirá hacia el derrumbe de nuestra sociedad capitalista, que como vemos, en realidad no es tal.

El capitalismo auténtico no puede existir mientras no haya libre mercado, dinero honesto y pleno respeto a las libertades individuales, que hacen que el mundo progrese de manera constante y perdurable. Es gracias a ese capitalismo que la humanidad ha alcanzado un nivel de progreso inimaginable, y un nivel de vida para la persona promedio de hoy, que antes fue inalcanzable incluso para los más ricos y poderosos de épocas pasadas.

La corrupción de ese sistema, entonces, nos dirige a un oscuro destino, que si no se corrige, nos hará retroceder. El Poder detrás de la cortina, habrá triunfado.