Imagen: libcom.org |
Hoy ha sido un jueves negro en
los mercados financieros del mundo, incluido México, cuyo Índice de Precios y
Cotizaciones se derrumbó 3.91%. Prácticamente no ha habido bolsa, bono o divisa
que no se haya desplomado, como también lo hicieron el oro y la plata, por lo
que se vio una auténtica marea roja.
Aunque mucha gente se sorprende
con esta noticia, la realidad es que la
mesa estaba más que puesta para una corrección a la baja en índices como el
Dow Jones y el S&P500, que solo unas semanas antes, en mayo, hilaron durante
varias sesiones nuevos máximos históricos.
Cuando esto ocurre basta
cualquier detonante para que comience la caída, y vaya que en este caso estalló
una bomba: las declaraciones ayer del presidente de la Reserva Federal
estadounidense (Fed), Ben Bernanke, que anticipan que en los próximos meses se comenzará a recortar la enorme liquidez que se
está inyectando al mercado como “estímulo”, en las rondas conocidas como “flexibilización
cuantitativa” (QE, en inglés).
Hasta ahora ese banco central ha
estado imprimiendo 85 mil millones de dólares al mes, con la idea de que
puestos a la circulación, estimulan la demanda y por tanto el crecimiento
económico.
El problema es que justo el
exceso de demanda, consumo y crédito, fue lo que ocasionó que explotara la
crisis en 2008, y así, una enfermedad no se puede curar con más de lo que la
provocó.
En fin, que el sistema se ha
hecho adicto a dos cosas que son las caras de una misma moneda: la creación de
dinero y la deuda. Cabe recordar que las divisas actuales por desgracia, ya no
están respaldadas en oro.
Por eso, ahora que se prevé que tan pronto como en septiembre, la Fed
comience a imprimir menos billetes verdes (se espera un recorte de 20 mil
millones por lo menos), comienza el pánico.
Si la oleada de dólares que salió
de la Unión Americana provocó un “tsunami” financiero que inundó el planeta,
inflando las bolsas y las monedas de países emergentes como México, la retirada
tendrá los efectos contrarios: pérdidas bursátiles y alzas en los tipos de
cambio.
Como se dice, pasaremos del gozo
al pozo, mientras el único que sube, es el dólar.
En este espacio le platicamos
desde al año pasado, que en nuestra opinión el “súper peso” estaba
sobrevaluado, pues los números no dejaban lugar a dudas: los capitales golondrinos seguían llegando en masa, y estaban creando
una ilusión de fortaleza. Ahora, ha quedado confirmado.
Esos mismos capitales son los
causantes de que, ahora al salir, el dólar haya saltado en un día de 12.80 a
más de 13.40 hoy.
En su momento dijimos que Banco
de México (Banxico) estaba muy contento con esta situación, pero que debería tener cuidado.
El sistema de “libre flotación”
cambiaria debe operar no solo cuando el peso se fortalece y hay fiesta, sino
también cuando se devalúa. Por eso, ojalá que se resista la tentación de
intervenir en el mercado para evitar que suba el dólar a cualquier costo, pues
se deben respetar las reglas del juego cuando se gana y cuando se pierde.
Sólo así podremos esperar que el
peso adquiera su justo valor y no mande señales equivocadas al público.
Eso sí. En las actuales condiciones queda por completo descartada la
posibilidad de que Banxico baje de nuevo su tasa de interés.
Ahora bien, Bernanke ha
condicionado los recortes anunciados a que se cumplan sus perspectivas de
crecimiento y empleo en Estados Unidos, algo que se ve muy complicado, como
también que resista las presiones que recaerán sobre él entre más caigan los
mercados y más suban los rendimientos de los bonos.
Ese, es un lujo que difícilmente
el autoritario Mr. Obama va a permitir, y quizá por ello haya dado señales de
que ya no quiere a Bernanke en la silla de la Fed. Así que es casi un hecho que
en 2014, veamos a Janet Yellen, actual
vicepresidenta y conocida “dove” (pro inflacionista), como titular.
Mientras tanto, las salvedades
que ha dejado vigentes Bernanke, dejan abierta la posibilidad de que dé marcha
atrás y mantenga o retome los estímulos monetarios más adelante, sin que esta
vez nada asegure que los mercados
revivirán.
Como quiera, mientras eso sucede
muy discretos y contentos en Asia, en particular en India y China, se seguirán
preparando para la peor parte de la crisis deflacionaria que viene, comprando todo el oro que les es posible a precio de
regalo. Algo que sin duda, deberíamos imitar.
Sígueme en: Twitter @memobarba
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Un país lleno de papel puede mantener su crecimiento? Saludos
ResponderEliminarCambiemos el papel y los dígitos por oro y plata los gobiernos no son nada si la mayoria de la población queremos metales retomemos el dinero milenario saludos :)
ResponderEliminarMemo creo que tendrías que revisar algunos detalles de este artículo, tal vez dejar de enfocarte en la parte política y mirar la parte económica, me refiero al comportamiento de los mercados; a solo 18 días de este articulo los mercados siguen dando máximos históricos y el dólar vs peso mexicano está en 12.60. No te confundas, estoy de acuerdo contigo en la contracción económica de los pises emergentes, pero más bien por una recuperación económica de los pies del primer mundo y sus ofertas de inversión.
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