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China es ya la mayor economía del
mundo medida por paridad de poder de compra, y su liderazgo comienza a
ejercerlo en consecuencia. En este espacio hemos dado cuenta de cómo no solo
Beijing se prepara para posicionar en el futuro a su divisa fíat, el yuan, como
moneda de reserva, sino que además tiene la mira puesta en jugar un rol
fundamental en el establecimiento de los
precios referenciales de los metales preciosos monetarios. El interés desde
luego, viene del hecho bien conocido de que el oro y la plata son dinero real.
En este contexto, hay ya un plan
explícito para que Shanghái se convierta en un centro de comercio de metales
preciosos tan importante, que termine por desplazar a las actuales capitales de
estos mercados: Londres y Nueva York.
Y es que a pesar de que los
medios predominantes –como instrumento del poder que son, se empeñen en negar
que los mercados de metales preciosos sean manipulados de forma artera por los
gobiernos y bancos centrales más poderosos del orbe, tras bambalinas los nuevos
poderes emergentes lo dan por hecho. Sin embargo, no tienen ninguna prisa por
acabar con esta situación por un motivo muy claro: mientras se mantengan
deprimidos los precios ellos pueden
seguir “devorando” el oro y la plata del mundo a un costo muy bajo. Pese a
ello, tienen en mente que tarde o temprano –una vez que la absoluta mayoría de
las existencias mundiales de estos metales estén en sus manos, tendrán que
llevar la voz de mando. Para eso será fundamental que cuenten con mecanismos de
mercado muy desarrollados, pero eso sí, basados en el comercio de barras
físicas, no simples derivados de papel como en Occidente.
No es casual entonces que esta
semana la Asociación del Mercado de Lingotes de Londres, (LBMA por sus siglas
en inglés) haya dado a conocer que hay bancos chinos muy interesados en
participar en el que será el remplazo del precio referencial del oro que
iniciará operaciones en marzo. El nuevo Precio del Oro LBMA (LBMA Gold Price),
sustituirá al actual London Gold Fix (LGF), que cumple casi un centenario
de antigüedad, y que se establece a la vieja usanza: en una conferencia
telefónica dos veces al día entre cuatro bancos.
De este modo se da fecha de
entierro al LGF, como ya se preveía cuando el año pasado ocurrió lo mismo con el London Silver Fix,
referencial de la plata. Como en el caso de aquél, la plataforma del nuevo Precio del Oro LBMA será 100%
electrónica pero, sobra decir, eso no significa que la manipulación del mercado
terminará, sólo es una modernización de los procesos. En la práctica, el precio
se establecerá de acuerdo a las posturas de los comerciantes, y es justo ahí
donde se seguirá metiendo mando. La diferencia en todo caso es que al menos,
los chinos estarán ahí y harán cierto contrapeso o no según su conveniencia.
Eso sí, el interés de China se
basa en la regla dorada: quien tiene el
oro pone las reglas. No por nada los chinos no quieren dejar cabos sueltos:
son ya el principal productor y consumidor del planeta. La fiebre china por el
oro es insaciable. Según Koos Jansen, de Bullionstar.com, de las bóvedas de la Bolsa
de Oro de Shanghái (SGE) salieron 70 y 71 toneladas respectivamente durante la
segunda y tercera semanas de 2015. Esto es, en medio mes los chinos consumieron más oro que el total de reservas (imaginarias) en metal del Banco
de México, de poco más de 120 toneladas. Debemos recordar que esto
ocurrió mientras el precio del oro ascendía, lo que demuestra que los chinos siguen
comprando enormes sumas con independencia de la volatilidad de las cotizaciones.
Con todo lo anterior como marco,
se entiende mejor lo publicado ayer por el diario South China Morning Post, respecto al respaldo de India y Rusia a
Beijing para establecer un “nuevo orden mundial”. En un encuentro de ministros
de Exteriores de estos países celebrada en la capital china, se dejó en claro
que quieren “contrarrestar la influencia
de Estados Unidos” en la región Asia-Pacífico..
El gobierno chino busca que en la
agenda del Consejo General de Naciones Unidas se conmemore el 70 aniversario
del fin de la Segunda Guerra Mundial, claro, como modo de presionar a un
incondicional aliado americano, Japón, con quien mantiene disputas
territoriales.
Así que no deje de prestar
atención a los movimientos de China. Cada uno está calculado con base a una
agenda muy específica con miras a asumir el liderazgo global en este siglo, de
la mano del oro. Un cambio de fondo del que por desgracia, aún no podemos estar seguros que será pacífico.
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