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Esta semana tras una década de negociaciones, se cerró un acuerdo muy importante entre Rusia y China para la compra- venta de gas natural, que en este espacio le anticipé hace un par de meses que se firmaría aprovechando la visita del presidente ruso Vladimir Putin, al país asiático.
Rusia es el principal exportador de energía del planeta, y China, el máximo consumidor, con lo que el convenio por 400 mil millones de dólares y una vigencia de 30 años, que en sí ya es una gran noticia, lo es más cuando vemos lo que hay detrás. Y es que no es casualidad que la firma que durante tantos años se complicó, se haya acelerado luego de la escalada de tensiones y diferencias entre Rusia y el bloque de Estados Unidos y Europa, primero, por la anexión rusa de la península de Crimea, y luego, por la violencia en el este de Ucrania.
Rusia fue sancionada y denunció la intención occidental de aislarla del resto del mundo, por lo que se vio forzada a buscar el apoyo de China, su principal socio comercial y otro de los conocidos rivales de los americanos. El centro de la discordia se había centrado en el precio que los chinos pagarían por el combustible
El acuerdo firmado por la empresa rusa Gazprom y la Corporación de Petróleo Nacional de China, empezará a proveer el energético dentro de cuatro a seis años, pero es un hecho que con él, Rusia diversifica sus mercados de exportación para no depender tanto de lo que ahora le vende a Europa, a la que hoy le provee el 30 por ciento del gas que consume, pero a la que destina la amplia mayoría de sus exportaciones.
Lo importante en todo caso es que en este intercambio, es un hecho que China no le pagará a Rusia en dólares, que al ser la divisa mundial de “reserva”, es la moneda usada por lo general en estas transacciones. En cambio seguramente le pagará en su moneda, el yuan, lo que implica un golpe al ego del petrodólar, pues la tendencia apunta a que cada día el dólar se use menos, tanto en forma de reserva como en divisa de comercio. Algo que por cierto el Banco de México debería de tomar más en cuenta, pues gustoso sigue acumulando reservas en bonos del Tesoro estadounidense.
La alianza ruso-china avanza así, en sus propósitos de debilitar a Estados Unidos, pero deben tener cuidado. Las razones las expuso con bastante claridad el empresario Hugo Salinas Price en su reciente artículo “¿Cuál será la moneda del comercioRusia-China?”. En él, señala que desde 1971, las transacciones internacionales no se han pagado, pues luego de la desvinculación definitiva del dólar con el oro, los saldos a favor de países exportadores ahora se acumulan en papel moneda, dinero fíat. No hay pagos reales.
Cabe recordar que esa forma de “dinero” no implica un pago porque no se entrega una mercancía a cambio, sino una divisa “respaldada” en deuda. Antes estos saldos eran cubiertos con oro. Esas divisas zona son a su vez invertidas en bonos como los del Tesoro de EE.UU., que sí otorgan rendimientos, que se “pagan” también emitiendo más deuda. Un círculo vicioso de endeudamiento.
De modo que Rusia, que es un hecho que tendrá saldo a favor ampliado con la forma del acuerdo de gas, tendrá que ponderar qué es mejor para sus fines político-financieros: recibir el no-pago en yuan o en dólares, que les guste o no son aceptados en todo el orbe.
Salinas nos dice con razón que la única manera de equilibrar el comercio es usar el oro para pagar el saldo remanente “después de que cada parte aplique el valor en oro del monto de sus exportaciones, contra el valor en oro del monto de sus importaciones. (Las exportaciones pagan la mayor parte de las importaciones en el comercio balanceado.) Así quedaría solo por pagarse (o cobrarse) el saldo, con transferencia de oro para quedar todo en finiquito.”
El superávit que alguna de las partes tenga se verá reflejado en “reservas” de divisa de papel, y a la larga, eso generará tensiones entre ambos países, algo que en última instancia beneficia a su acérrimo rival americano.
Por lo anterior, China y Rusia aunque avanzan por ahora en el debilitamiento del petrodólar, deben pensar a largo plazo y acordar liquidar sus remanentes en oro, el dinero real, o será después como dar un paso adelante y dos hacia atrás. Su unión de otra manera no tendría un futuro duradero.
Si acaso logran basar su unión en el oro, es indudable que la caída inevitable del dólar, en su momento, sumada al reempoderamiento del metal como dinero global, los haría surgir como potencias indiscutibles. Veremos si son capaces de evitar el error.
Si alguien sabe de dinero fantasma y han participado por mucho tiempo y a altos niveles en el comercio mundial, son los chinos. El acuerdo de posponer 4/6 años la negociación con Rusia, habla de una estrategia previa y un fiel balance de los apuros mundiales que enfrenta USA. La debacle gringa es su mejor aliada. Aún con el petróleo mexicano, cosa que muchos todavía no tienen por cierta, USA no puede saldar sus deudas ni dejar de seguirse endeudando.
ResponderEliminarMéxico no es un paraíso por más que Peña gaste millones en difundir lo contrario. La inversión extranjera lo sabe y conocen la realidad del país: Narcos muy poderosos que no son amigos de EPN, constante amenaza de estallido social que pudiera cambiar el Sistema actual, proliferación de rebeldes y delincuencia como amenaza a sus activos, etc. A ellos NO LOS ENGAÑA PEÑA ni con su cinismo de rateros con charola que les dice que sí se puede. Talón de Aquiles para USA y bienvenida al Ruyuan!