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El miércoles pasado criticamos en este espacio el artículo del portal de la revista Foreign Affairs (“Print Lessbut Transfer More: Why Central Banks Should Give Money Directly to the People”), publicación del que ha sido considerado el centro de estudios más influyente en materia de relaciones exteriores de Estados Unidos: el Council of Foreign Relations. Expusimos la falacia de los economistas de las corrientes predominantes –el keynesianismo y el monetarismo, que nos venden la idea de que la economía necesita más consumo para emprender la recuperación, llegando ya al extremo comentado de proponer regalar dinero en masa.
Dijimos que es un sinsentido querer resolver una crisis provocada por el exceso de deuda, consumo y crédito, con dosis cada vez más elevadas de la misma “droga”, que con el tiempo surte menos efectos, pero tiene peores resacas.
Aquí es oportuno que profundicemos en el concepto del ahorro. Éste, para el “mainstream”, no tiene un objetivo de crecimiento del poder de compra futuro de los agentes económicos. De ahí que consideren que la inversión esté en función solo de la tasa de interés, que “entre más baja, más la propicia”.
Este error de los keynesianos deja de lado que es el mercado libre el que debe hacer que las tasas de interés bajen, y que la causa de esto sólo puede ser la abundancia de ahorro. La teoría de la Escuela Austríaca de Economía es la que nos explica todo esto, y por ende, la única capaz de diagnosticar el desorden económico en el que nos encontramos y de proponer sus soluciones reales.
Para los “austríacos”, los tipos de interés –gracias al ahorro, descenderán hasta el punto en que la preferencia temporal de los agentes los orille a optar por gastar sus ahorros en vez de invertirlos. Lo mismo aplica en sentido opuesto: la salida de ahorradores y sus recursos ocurrirá hasta el punto en que las tasas suban, y la gente comience a preferir ahorrar y obtener una utilidad –y por tanto mayor poder de compra futuro, que gastar su dinero.
Por supuesto, esto parte de la base de que es indispensable también un sistema de dinero honesto, no gubernamental ni monopólico, en el que el mercado sea el que determine la tasa de interés. Sólo la libre voluntad de las personas en el mercado, es la que nos mandará el mensaje correcto de las condiciones y preferencias de los agentes económicos.
Una vez que se entiende este punto, podemos darnos cuenta de que ninguna “Junta de Gobierno” o “Comité de Mercado Abierto”, por muy “notables” o brillantes que sean sus miembros, puede ser capaz de decidir qué nivel de tasas es el adecuado para la economía. Moverla en un sentido u otro es, sin lugar a dudas, manipular una de las variables más importantes para la toma de decisiones de ahorro e inversión, y por tanto, de crecimiento económico.
Claro está que el sistema en que vivimos hoy no está ni siquiera cerca del crecimiento sostenible: no hay mercados libres, la tasa de interés la decide un monopólico banco central y el dinero que tenemos en las manos, es fíat, ficticio, sin respaldo en oro y está siendo creando de forma masiva mientras lee estas líneas. Por primera vez en la historia de la humanidad, este fenómeno está ocurriendo a escala global, y no hay ningún mayor banco central del orbe que no esté expandiendo su base monetaria.
Así pues, las corrientes económicas predominantes están recurriendo a la única receta que conocen: a cada tribulación económica la medicina es elevar el gasto público, bajar los tipos de interés y expandir el dinero en circulación. Punto.
Reducir artificialmente los tipos manda la señal errónea a los agentes económicos de que hay abundancia de ahorro, y se les orilla así a tomar de decisiones equivocadas de inversión que conducen a crecimiento insostenible. Todo porque no se trata de ahorros reales sino de exceso de dinero creado de la deuda. El círculo vicioso crece en espiral, y cada vez que ocurren, las crisis tienden a ser más severas y requieren más droga para sobrevivir, yendo de una burbuja a otra.
La consecuencia última y más grave, es que en este proceso la señal que se manda es: gaste, gaste, gaste. Los ahorradores son aplastados y, los inversores, orillados a buscar amparo en lo que consideran es más o menos un refugio para su capital, inflando de nuevo burbujas en mercados de bonos, índices bursátiles, etc. El dinero creado no es neutral, siempre buscará un camino a seguir. En su momento así ocurrió con la burbuja de las “punto com” a finales de los ’90; luego, con la inmobiliaria, que al reventar, nos tiene en las condiciones actuales.
Para ser claros, si el ahorro es el origen del crecimiento sostenido, su aniquilación es la semilla del desastre económico.
Hay quien se atreve a decir que se debe inflar nuevas burbujas, y de hecho, es justo lo que está ocurriendo. La desesperación los está empujando a proponer ahora, como aludimos al principio, regalar dinero para expandir la demanda. El curso económico, por lo tanto, es en picada. Mientras no entendamos que sin ahorro no hay crecimiento que pueda durar, lo mejor es seguir buscando “salvavidas” financieros reales, pues a este ritmo, una nueva Edad de las Tinieblas es más que posible.
Bien lo dices, solo la prosperidad de las naciones se alcanzará el dia que los gobiernos dejen de intervenir y manipular a su antojo las acciones de los agentes económicos.
ResponderEliminarPues esta demostrado que la planificación centralizada es un fracaso, para muestra vean a la Unión Sovietica. Al prohibir los mercados, hizo imposible un calculo económico fiable, pues al no haber intercambio, no hay precios, no hay entonces una manera de calcular beneficios y costos. Y tarde o temprano, ese sistema colapsará, como ha sucedido incontables veces. Lo mismo pasa con las tasas de interes manipuladas. Distorcionan los mercados y no dejan que se haga un calculo fiable y verdadero.
Pero la arrogancia de los planificadores no tienen limites, constantemente afirman que los mercados son caoticos, que deben ser controlados, intervenidos, regulados y planificados. Que el capitalismo es un sistema maligno, y como perro con rabia, hay que ponerle cadenas. Pero que tontería. El capitalismo ha sido el único sistema en el que ha progresado el hombre, entre mas libre es una sociedad, es decir, mas capitalismo hay, mas prospera y justa es.
Capitalismo y Libertad van de la mano, no puede existir una sin la otra. Pero mientras exista un Estado, un ente planificador, que se empeñe constantemente en manipular y socavar la libertad de los individuos solo para su propio beneficio, dicha sociedad colapsará, siempre. Por eso imperios y naciones van y vienen, pues sus gobiernos caen en la ignorancia, de que solo ellos tienen las respuestas y soluciones.
La tasa de interés es creada en el mismo mercado, con el constante intercambio de agentes económicos, libres. Y sus valoraciones subjetivas determinan los precios, y tambien determinan que mercancia son intercambiadas o no, que negocios tienen exito y cuales no, y sobre todo, que bien son mas mercadeables y cuales no, y los que lo sean afirmativamente, actuarán como dinero. El mercado lo determina, no los gobiernos.
Y el ahorro, y no el consumo, es el motor del progreso de los mercados. Es lo que propicia que una sociedad sea productiva. Pero nuestros gobernantes siguen creyendo que el dinero crece en los arboles. Y que entre mas gasto, mas produccion. Pero que mentiras dicen. Su sola intervención, solo crea un caos planificado. No dandose cuenta que el mercado libre crea un orden, un orden espontaneo.
Lamentablemente los politicos corruptos de Estados Unidos Mexicanos dejan que empresas extranjeras se lleven La plata y el Oro de los ciudadanos del pais, pues toda la plata que esta en el territorio ahi esta ahorrada y tambien el oro, pero la ignorancia de muchos mexicanos no les permite ver que para que vuelva el poder adquisitivo del peso mexicano se tiene que monetizar la plata y solo asi el peso mexicano puede ser la divisa de reserva y con ello un finiquito para cada transaccion internacional pues estara respaldada por la plata. Pero es lamentable que los mexicanos digan "es nuestro petroleo" y el politico le vende al pueblo su propio petroleo, lo mismo con la plata, se la vende al pueblo por pesos fiduciarios que al final pierden el poder adquisitivo pero LA PLATA JAMAS PIERDE EL PODER ADQUISITIVO.
ResponderEliminarY que lastima que esas empresas extrenjeras que se llevan los minerales de Estados Unidos Mexicanos su pais le pida VISA a los mexicanos y sus paises imprimiendo papeles a lo loco y si eso no fuera poco encryptando digitos a lo enfermo. Lastima que el pueblo no tenga una educacion financiera pues eso no lo dicen en la escuela publica para que las personas crescan y se desarrollen en la ignorancia una ves adultos.
La plata y el oro no son de los mexicanos según esto, es de quien los explote, así como las tierras e infinidad de recursos. Tiene Ud. minerales o recursos en su territorio, puede Ud. extraerlos, tiene tecnología, no? con permiso, que la mano invisible viene a hacerlo todo y con pingües beneficios
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