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sábado, 31 de enero de 2015

México 2014: cayó demanda de onzas de plata

Este blog le da seguimiento periódico a la acumulación de onzas de plata Libertad –la moneda de inversión más conocida en el país junto con el Centenario de oro, por parte del público inversor. De esta forma, descubrimos que la demanda tiende a elevarse en períodos de crisis o de alta inflación. Así ha sido desde el inicio del siglo.

En esta entrega le actualizamos las cifras. Según datos oficiales de Banco de México (Banxico), el apetito de los mexicanos por el metal fino cayó 3.7 por ciento en 2014 respecto a 2013. El total de monedas nuevas de una onza de plata pura puesto en circulación ascendió a solo 823,091. Esta cifra se encuentra apenas por debajo del promedio de los últimos 15 años (línea amarilla), de 858,195 monedas anuales (continúa después del gráfico).

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Por donde se le vea, es una mala noticia que los mexicanos no estén adquiriendo metales preciosos en físico como protección financiera al nivel que lo están haciendo en otros horizontes, en especial, en Asia. Aunque la caída en la demanda del año pasado no es un desplome como el que se dio en 2012, la realidad es que los ahorradores nacionales no aprovecharon que la plata se vendió a precios mínimos de cinco años. Una oportunidad perdida.

Como le informé hace unos días, este mes la tendencia del metal precioso ha sido al alza, pero aunque no se descarta una nueva caída importante de las cotizaciones, nada garantiza que volvamos a ver los niveles del año pasado.

El oro y la plata están dentro de un mercado alcista mayor que aún no termina. Ese ciclo concluirá algún día en fase de burbuja, que por ahora luce muy, muy lejana. Sin embargo, desde 2011 la dupla de metales preciosos monetarios sufre una corrección (baja) que terminará por revertirse. Los fundamentos del oro y la plata son más sólidos que nunca.

Ahora bien, la caída del precio la plata del año pasado se ha dado como consecuencia de varios factores como: la manipulación del mercado, un descenso que se estima podría llegar al 7 por ciento en la demanda industrial y de joyería; y las presiones deflacionarias en el mundo. Estas últimas, agravadas por la impresión masiva de dinero a cargo de los bancos centrales (ver aquí por qué no están creando inflación como es su propósito).

Ante ese negro panorama económico que tenemos en México y el mundo, sería una pena que los inversores dejaran pasar de largo la posibilidad de reforzar sus escudos financieros de plata de largo plazo, preferentemente en monedas –debido a su mayor negociabilidad, barras  o lingotes. Lo anterior, claro, siempre que volvamos a ver una nueva oportunidad de compra. Nunca se debe adquirir ningún activo cuando ya está caro y/o subiendo.

Cabe recordar que los metales preciosos son necesarios en épocas inflacionarias, pero indispensables en deflación. Esto se debe a que son una protección tangible contra el colapso del sistema monetario, que es a lo que nos aproximamos. Y es que, desesperados y guiados por teorías equivocadas, gobiernos y bancos centrales llegarán hasta las últimas consecuencias para tratar de revivir la economía con sus métodos de siempre: derrochando dinero, imprimiéndolo sin límites y deprimiendo más las tasas de interés. El “estímulo” monetario anunciado por el Banco Central Europeo hace unos días es solo el ejemplo más reciente. Al final, el desastre que están creando lo atribuirán a todo, menos a sus propios errores.


Esperemos que 2015 sí sea un nuevo “año de la plata” y difundamos el mensaje. La caída en la demanda de onzas Libertad podría ser síntoma de que el público se está dejando llevar por la propagando oficial de que “vamos bien”. Un viejo cuento en el que no debemos creer.

sábado, 24 de enero de 2015

¿Cómo sí y cómo no se invierte en oro y plata?

Imagen: ibtimes.co.uk
El oro y la plata son dinero real. Invertir en ellos siempre que se haga en físico, es hacerlo en un activo monetario sin riesgo de contraparte, a diferencia del dinero fíat (de papel, digital, etc.). Son propiedad privada pura. Por eso es que ambos son de quien los tiene en la mano. ¿Qué significa esto? Que son un seguro financiero contra crisis, pues en caso de un colapso como el que viene al mundo –por culpa de la impresión ilimitada de billetes de todos los bancos centrales, el oro y la plata no llegarán jamás a valer cero. Esto en cambio sí puede ocurrir con otros activos que se consideran "seguros", como las divisas "fuertes" o algunos bonos soberanos.

Por ello los metales preciosos monetarios deben ser acumulados por sus cualidades de dinero por excelencia –rol que el libre actuar de las personas en el mercado les asignó histórica y espontáneamente, en una palabra, por su valor. Si lo que se quiere es especular con el precio, ya sea que se apueste por que subirá o bajará, entonces tal vez el metal físico no sea la mejor opción. Para eso hay otros instrumentos  y activos indexados al precio de estas commodities, pero que no se deben ver como inversión directa en ellos, sino en derivados. Este terreno debe dejarse a los especuladores profesionales, por el riesgo que implican.

Eso sí, dado que son un seguro financiero, no deben faltar en cualquier cartera.

Ahora bien. Muchos se cuestionan si en un contexto en el que los precios de las materias primas se siguen desplomando –como el petróleo, invertir en oro y plata es o no riesgoso. El riesgo siempre está presente tanto en el mercado como en la vida misma. Pero para el inversor en valor, que caigan los precios del oro y la plata es muy bueno, pues le permite acumularlos a un precio menor. Este tipo de inversionista no está pensando en un horizonte de corto o mediano plazos, por eso se le conoce de "manos fuertes", pues no se deshará de ellos casi bajo ninguna circunstancia, a menos tal vez de que sienta que están sobrevalorados. Por cierto, ese punto está demasiado lejos todavía y de manera lenta pero consistente, este tipo de inversionista está retirando existencias que no estarán más disponibles para la oferta.

En cambio, para el especulador, el precio juega un papel decisivo. Por eso muchos amateurs que acumulan oro o plata con la creencia de que "siempre sube", al ver que baja entran en pánico y tienden a vender. La experiencia hasta hoy ha mostrado que este es el caso más frecuente. La gente tiende a vender barato y comprar caro, cuando lo que debe hacerse es lo justo lo contrario.

El oro y la plata están dentro de un mercado alcista mayor que está lejos de terminar, pero también es cierto que desde 2011 entraron a una fase de corrección (baja) que tal vez llegue a su fin este año. Así que aunque los mejores momentos de entrada podrían haber quedado atrás, es posible que veamos una nueva oportunidad de compra en un futuro no lejano, pues los manipuladores seguirán haciendo de las suyas. Habrá que aprovechar.

Cuando me preguntan si es momento entonces de comprar o no, mi respuesta siempre es la misma: depende. Si vas a comprar creyendo que el próximo año lo podrás revender a un precio mayor, es posible que te decepciones. En cambio, el horizonte a observar debe ser el largo plazo, como refugio, y acumular de forma periódica. Hacerlo así te permite al final tener un precio medio adecuado, que es mucho mejor, que tratar de adivinar cuándo el mercado tocará fondo o si seguirá subiendo.

Ahora, allá fuera hay ya muchas plataformas electrónicas que ofrecen invertir en oro. Cuidado. Como decía, si lo que se quiere es invertir de verdad hay que hacerlo en físico. Si esto no es viable o posible, entonces hay que buscar empresas serias que nos ofrezcan el servicio de custodia real de lingotes, barras o monedas. Claro, deben tener mecanismos claros de auditoría, comprobación de la existencia del metal y la disponibilidad de retiro inmediato. A propósito, comprar joyería no es la mejor forma de invertir en metales preciosos porque tienen otro tipo de valor agregado, superior a su contenido metálico.

Hay empresas de custodia que ofrecen sus servicios en México, Estados Unidos, Singapur, España, etc., pero debe verificarse su reputación.

Lo que sí hay que evitar a toda costa es aquellas plataformas de supuesta inversión en un oro que nunca se ve ni se toca, que dicen que está resguardado en alguna parte del mundo lejana a nosotros y que nos ofrecen ganancias prontas. No puedo generalizar, pero hasta ahora las empresas que he conocido  manejan un esquema de presunto "multinivel" que, por su estructura, o son una estafa descarada al estilo "Ponzi" o se le parecen mucho. Voto por lo primero. No las recomiendo en absoluto.

Hay quien cree que porque se reciben ganancias no se trata de una estafa. Esto es un error. Recordemos que el fraude Madoff fue un esquema "Ponzi" que duró por muchos años, y atrapó hasta a los más expertos inversores. Estos esquemas, para funcionar, necesitan al principio dar lo que prometen o más, pues eso es lo que atrae más incautos.


Si se quiere aprender a comerciar (especular) en materias primas en general, lo recomendable entonces es estudiar, capacitarse y entrar en persona al mercado trabajando en una firma especializada. Esa será educación del mundo real, no solo teórica. Se cometerán errores, pero es la única manera de aprender.

domingo, 24 de agosto de 2014

BIENVENIDOS: ¡LLEGARON LOS NUEVOS BONOS DE ORO!




Krugerrands
Imagen: South African Mint
La semana pasada el banco sudafricano FirstRand Bank Limited (FRB), anunció la puesta en marcha de los primeros bonos pagaderos en oro contante y sonante, por un equivalente inicial de 188 millones de dólares. Este “Bono de Oro” único en su tipo a nivel mundial, será emitido por el Rand Merchant Bank (RMB) –una división del FRB, negociado en la Bolsa de Valores de Johannesburgo (JSE, por sus siglas en inglés) y denominado en “kruugerrands”. El interés que ofrece es de 0.5 por ciento anual en metal.

El “Krugerrand” fue introducido en 1967, y para finales de la década siguiente, ya dominaba el mercado global de monedas de oro. No por nada se encuentra entre las más famosas y  preferidas por el público coleccionista e inversor. Estos krugerrands son de 22 quilates, con un peso de 33.93 gramos y contienen una onza troy (31.1 gr.) de oro puro aleado con cobre. Su diámetro es de 32.69 milímetros y en el anverso ostenta el rostro de Paul Kruger, expresidente de ese país, cuyo apellido junto con el de rand, de su divisa, dan nombre a la moneda. En el reverso se observa una gacela saltarina o springbok, el año de acuñación y el contenido de metal fino. Cabe agregar que el kruggerand es moneda de curso legal en Sudáfrica.

Estos novedosos Bonos de Oro son a plazo de cinco años y requieren que antes los inversionistas ya tengan o compren Krugerrands, con los que a su vez se adquieren los bonos al FRB. A su vencimiento el valor del bono será determinado según el precio corriente del oro en los mercados internacionales, el tipo de cambio rand/dólar y el interés ganado. Este interés será calculado en onzas troy, a su vez representadas por krugerrands. Los inversores pueden optar por recibir la entrega física del metal o bien, ser “pagados” en efectivo. Habría que leer las “letras chiquitas” de los contratos, pero liquidar en divisa podría ser una típica válvula de seguridad en caso de no contar con todo el oro requerido para las entregas. Una ventaja para el banco pero desventaja para el acreedor. Asimismo, durante la vigencia de los bonos, estos pueden comprarse y venderse con libertad en la JSE.

Los Bonos de Oro son una forma de ganar exposición al metal como inversión, mientras se evitan los costos típicos de almacenamiento físico y gastos de administración. El propósito según el RMB, es proveer cobertura contra la inflación y la devaluación del rand frente al dólar. Por su parte, la directora de mercados de capital de la JSE, Donna Oosthuyse, opina que son una manera innovadora de invertir en uno de los activos más antiguos de su bolsa de valores.

Una ventaja adicional es que los pequeños inversores han sido incluidos, pues desde un krugerrand podrán obtener una nota de Bono de Oro, y recibir su interés.

Sin lugar a dudas esta noticia es muy importante y nos habla, de entrada, de la creciente desconfianza que hay en el mundo financiero y monetario hacia las divisas de papel. Aquí hemos advertido que el curso de esas estatales monedas fíat es descendente y hacia su verdadero valor: cero. La imparable alza de precios es la prueba de ello. En este sentido, es de aplaudir que comience a haber opciones novedosas para aquellos que no están interesados en obtener una utilidad en esos billetes que pierden valor, sino en dinero real, oro.

Lo más destacable es que para adquirir estos bonos de oro se exige de entrada pagar en una de las monedas más emblemáticas del orbe. No se aceptan dólares, euros ni rands de forma directa. En definitiva estamos ante un preludio más de la muerte del sistema monetario que nos rige, y de la crisis que desencadenará la impresión continua e ilimitada de este falso dinero. Ese es el mensaje entrelíneas más importante de estos Bonos de Oro. Así es como los debemos ver y entender.

Solo el tiempo nos dirá si esta medida se inscribe dentro de un plan mayor de los BRICS (grupo compuesto por Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica, opositores a la hegemonía estadounidense) para seguir desplazando al dólar, y establecer un mecanismo de descubrimiento de precios de metales preciosos monetarios que en verdad sea transparente, no manipulado como el actual dominado por Londres y Nueva York. Aquí hemos explicado cómo y por qué China busca posicionar a Shanghái como futura capital del mundo monetario del oro. No dudemos que próximamente nuevas firmas lancen sus propios bonos de oro en otro de los BRICS. Ojalá que así sea.

Mientras tanto, bienvenidos estos bonos pioneros, aunque sin duda, una gran parte de las “manos fuertes” del mercado seguirá prefiriendo la tenencia física de su oro y plata fuera del sistema bancario. Y es que como afirma el profesor Antal Fekete, fundador de la Nueva Escuela Austríaca de Economía: “cuando se trata de oro, no se puede confiar en nadie”.

viernes, 15 de agosto de 2014

DEBUTA NUEVO “LONDON SILVER PRICE” ¿SE DISPARARÁ LA PLATA?




Imagen: LBMA
Ayer fue el último día de operación del famoso London Silver Fix (LSF), que durante 117 años “fijó” desde Londres el precio referencial de la plata a escala global. La presión de las denuncias de manipulación del mercado –de la mano de investigaciones que arrojaron evidencias de este hecho, llegó a un nivel tal que la “modernización” del LSF se hizo inevitable. La salida del Deutsche Bank este año fue la gota que derramó el vaso.

El “borrón y cuenta nueva” sin embargo no puede verse más que como lo que es: la aceptación implícita de que el mercado de metales preciosos monetarios sí ha sido arteramente manipulado por décadas. Le dieron al público lo que quería y así, tanto autoridades como administradores privados del nuevo precio referencial, se lavarán las manos.

Ahora bien, la forma en que el "Fix" de la plata se fijaba hasta ayer no varió mucho a lo largo de su historia. La intervención humana que antes ocurría a través de una conferencia telefónica entre los tres bancos de lingotes que lo componían, será sustituida ahora por computadoras y algoritmos que –se supone que con información de transacciones reales, fijarán el nuevo London Silver Price (LSP o Precio de la Plata de Londres), como se le llamará a partir de hoy. El proceso será operado como le informé, de manera conjunta por el Chicago Mercantile Exchange –que provee la plataforma y el algoritmo, y Thomson Reuters como administrador.

El nuevo LSP será establecido por rondas de subasta de 30 segundos cada una, que comenzarán a las 12:00 hrs. Los participantes ingresarán sus órdenes de compra y venta en lakhs (100 mil onzas troy) o cuartos de lakh (25 mil oz.), con un precio inicial que es posible que sea cercano al precio “spot” (al contado). En la primera ronda el sistema intentará empalmar órdenes de compra-venta dentro del nivel de tolerancia de tres lakhs, y si quedan fuera de esta, el precio cambiará y la subasta se reiniciará. Esto, hasta que los volúmenes de compra y venta queden dentro de la tolerancia y se establezca el precio de “equilibrio” que se conocerá en dólares por onza.

El hecho de que la información de órdenes de compra y venta ya no pasará a través de seres humanos, da a muchos la esperanza de que el mercado, por fin, esté exento de manipulaciones y auguran un futuro alcista para el metal por esta causa. Pero eso justo es lo que las autoridades reguladores quieren que se difunda. Por desgracia, esto no será tan transparente como se cree.

Si bien ya no estará en poder de los bancos de lingotes, el LSP se alimentará de la información que le remitan los participantes en el mercado, que podrían coludirse para “influir” en las cotizaciones a su conveniencia. Eso, sin olvidar que la mano oficial de los manipuladores de toda la vida (la Reserva Federal de EE.UU., el Banco de Pagos Internacionales y el de Inglaterra), no ha sido tocada ni con el pétalo de una rosa.

Cualquiera de ellos sigue teniendo la fuerza suficiente para ejercer su poder, como lo han hecho hasta hoy, y buscarán mantener deprimidos por el mayor tiempo posible a los precios del oro y la plata. El propósito es el de prolongar la vida del condenado sistema monetario actual basado en el dólar.

De manera que la transición del LSF al LSP no es una señal ni alcista ni bajista per se. A final de cuentas todo ha cambiado en la forma para seguir igual en el fondo.

La lista final de participantes del LSP se dará a conocer hasta este día, pero sus integrantes crecerán en las próximas semanas conforme cumplan con los requisitos.

Por lo que toca al aún vigente London Gold Fix (LGF) –referencial del oro, se espera que para finales de septiembre concluya el proceso que definirá a su nuevo administrador, que comenzará a operar a finales de este año. Es previsible sin duda que su transformación termine siendo análoga a la del LSF.


Para concluir, es conveniente aclarar que a pesar de que en el fondo la manipulación de los precios de los metales preciosos monetarios –oro y plata– no ha terminado, su mercado alcista mayor sigue más vivo que nunca. La evidencia demuestra que a pesar de las presiones, lo máximo que logran conseguir los manipuladores es una constante apreciación a través de los años. Sus fundamentos como dinero real y activo refugio por excelencia en un clima de ilimitada impresión monetaria, endeudamiento y gastos públicos expansivos a escala global, se fortalecen día con día. Al final, las cosas se corregirán por la fuerza imbatible del mercado con una crisis financiera y monetaria que no les va a gustar nada, pero que ellos mismos provocaron. Por los “pecados” monetarios, siempre se paga un precio muy alto.

domingo, 6 de julio de 2014

REPORTE CONTANGO: ¿HACIA DÓNDE VAN EL ORO Y LA PLATA?




En este espacio damos seguimiento puntual al comportamiento de dos indicadores exclusivos de la Nueva Escuela Austríaca de Economía, que sirven para el análisis de los mercados de metales preciosos monetarios, oro y plata. A diferencia de un análisis técnico tradicional, el de la Base y la Cobase de ambos nos permite anticipar tanto posibles movimientos de precio en el corto y mediano plazos como algo mucho más importante: inferir el flujo de metal físico hacia el mercado o hacia fuera de la circulación.

Esto es relevante porque, como aquí hemos informado, la dirección de esos flujos está siendo de Occidente a Oriente –China e India en primero y segundo lugar, como un síntoma más del cambio de poderes entre ambos hemisferios.

En la actualización de julio, destaca que gracias al rally (alza) que ha observado el oro desde hace un mes a la fecha, hay una abundante oferta de metal que está entrando al mercado para ser vendido. Esto nos lo dice la situación de amplio Contango que vemos en sus gráficas de Base y Cobase. Ello contrasta con las lecturas observadas por ejemplo en la segunda mitad de mayo cuando las cotizaciones tendieron a la baja, y en consecuencia se disparó  lo contrario al contango, la Backwardation.

Como recordatorio, la Base es el resultado de restar del precio del contrato de futuro activo (o sea el próximo), el precio “spot” actual (es decir, al contado). Dado que la normalidad es que los futuros sean más caros que el precio al contado, la diferencia debe ser positiva. Esto es, hay Contango y la curva de los precios de futuros es ascendente. Pero si el resultado obtenido es negativo, muestra una inversión en dicha curva para el o los contratos de futuros más cercanos llamada Backwardation, o sea, hay una curva descendente.

A la inversa, la Cobase se calcula restando del precio “spot” (precio actual al contado) el del contrato de futuro más cercano (activo). Por eso se está en Contango cuando el resultado es negativo, y en Backwardation cuando hay Cobase positiva. Esta última situación, reiteramos, se presentó recientemente en mayo/junio al caer los precios del oro.

Sin embargo, la tendencia alcista que fue retomada a partir del 6 de junio, fue reduciendo de forma considerable la Cobase positiva, para de hecho, salir disparada hacia terreno negativo y confirmar un amplio Contango. La gráfica siguiente (cortesía de Sandeep Jaitly de Feketeresearch.com) nos lo deja ver al corte del viernes pasado. Las líneas azules representan la Base y las rojas la Cobase para los contratos de agosto (el activo) y diciembre (en líneas discontinuas).



En Inteligencia Financiera Global hemos explicado que la Backwardation es un síntoma de “escasez” de oro físico en el mercado, que la experiencia nos dice que se dispara cuando los precios caen.  Esto se debe a que los tenedores de oro se vuelven reticentes a ofrecerlo a la venta a bajas cotizaciones, y aquellos pocos que sí lo hacen, exigen que se les pague un “premio” adicional al contado sobre el precio de entrega a futuro, que de este modo se vuelve más barato. Los inversionistas de “manos fuertes”, son los que están dispuestos a pagar ese sobreprecio con tal de hacerse del metal noble.

Como ve, la “escasez” de oro constituye una anomalía, pues aunque en la naturaleza sí es escaso, las existencias sobre la Tierra siempre son abundantes. Y es que para fines prácticos, debido al valor que le otorgan las personas, casi todo el que se ha extraído sigue con nosotros en alguna forma o en otra.

En estos momentos con una Cobase en terreno muy negativo, existe Contango y por tanto, hay una buena cantidad de oro entrando de nuevo a la circulación. Esto nos habla de que las “manos débiles” y/o especuladores, es decir, aquellos que esperan obtener una ganancia en divisa por comprar barato y vender más caro en el corto plazo, todavía son muchos con respecto a las “manos fuertes”. Estos últimos son el tipo de inversor que atesora oro y plata de largo plazo, se protege así de un inevitable colapso económico-monetario y claro, no venderá sus tenencias ni siquiera a precios más altos. La razón es que son su “póliza” contra desastres financieros y no se deshará de ella, del mismo modo que nadie vendería su bote salvavidas en un barco que naufraga en alta mar, así le pagaran mucho por él.

Como podrá entenderse, es previsible que las presiones bajistas en los precios del oro y la plata continúen por ahora ante la abundancia de metal a la venta. No obstante, el continuo vaivén Contango/Backwardation propicia que en cada baja de precios, las “manos fuertes” –sobre todo asiáticas– saquen paulatinamente el metal precioso de la circulación. Así nos dirigimos hacia un momento en el que cada vez será más difícil regresar a Contango, la Backwardation se vuelva permanente y entonces, las promesas de entrega de oro en el papel se vuelvan incumplibles.

Por todo lo anterior, queda claro el seguimiento de la Base y la Cobase es más relevante que el simple precio en dólares. Quien los ignore, comete un grave error.

martes, 25 de junio de 2013

LA PLATA SE DESPLOMA, ¡POR DEBAJO DE COSTO DE PRODUCCIÓN!

Imagen: Silverinvestingnews.com
Los desplomes más recientes en los precios del oro y la plata, los han llevado a niveles que, para muchos de sus productores, están ya por debajo de su costo de producción.

David Morgan, experto conocido como el “gurú de la plata”, declaró en una entrevista realizada la semana pasada con “The Ellis Martin Report”, que gracias a un estudio caso por caso, descubrió que el costo total de extracción de la plata, en la mayoría de las compañías mineras, es de al menos 20 dólares por cada onza troy (31.1 gr). En algunas de ellas, la cifra es incluso mayor.

Esto quiere decir que, en las cotizaciones que vemos esta semana –alrededor de 19 dólares la onza, la plata en el mercado abierto ya se adquiere más barata que lo que cuesta extraerla de la tierra, pero sin necesidad de comprometerse en una empresa tan arriesgada y complicada como esa.

Es obvio que de continuar esta la tendencia bajista, habrá firmas que tendrán que salir del negocio.

No por nada las acciones de las mineras, en todo el mundo, han sido castigadas con una severidad incluso mayor que la que han sufrido los metales mismos.

Estas condiciones implican varias cosas, pero entre las más importantes, es que se desincentivará la producción y los nuevos emprendimientos que, en un futuro, habrían abonado a la nueva oferta disponible del metal.

No podemos soslayar que a diferencia del oro, la plata es además de un metal precioso monetario, uno con innumerables usos industriales, y por tanto, tiende a acabarse.

De ahí que los fundamentos para la sólida recuperación de su precio en el mediano y largo plazos, esté más que firme.

Menor oferta minera implicará necesariamente que el metal blanco, tenga que obtenerse más de fuentes alternas como el reciclaje.

Sin embargo, el ser un metal que se consume, significa también que las existencias del mismo se irán agotando, y para traerlas al mercado, se tendrá que pagar más por ellas. No hay duda que los tenedores, sobre todo del ramo de inversión, no la soltarán como ganga.

Por eso se equivocan quienes piensan que en el caso de que la Reserva Federal (Fed), banco central estadounidense, de verdad comience a recortar y luego detener su inyección masiva de liquidez (QE, en inglés), este metal precioso, junto con el oro, se seguirá desplomando por un período prolongado.

Bernanke, presidente de la Fed, ha condicionado el retiro a que la economía, y en particular el mercado de trabajo, consoliden su “recuperación”, algo que se prevé muy complicado para finales de este año y 2014, pese a las “buenas noticias” de corto alcance que se han publicado los últimos días.

No obstante, incluso si así ocurriera, una recuperación de la actividad industrial también equivaldría a mayor demanda de plata en un ambiente de oferta limitada, que otra vez, beneficiaría su cotización.

Pero si en cambio sucede que la economía se desacelera y aproxima a una inminente recesión este o el año siguiente, como lo proyectamos en este espacio, será inevitable que la Fed no solo se olvide de disminuir su impresión monetaria, sino que la expanda todavía más.

En Inteligencia Financiera Global hemos explicado cómo y por qué la compra masiva de bonos para inyectar liquidez al mercado, en vez de crear inflación, nos dirige primero hacia una crisis deflacionaria que, en última instancia, conduce también al colapso del mercado de futuros de oro y plata (“metal” papel), que dejará con las manos vacías a quien no tenga sus metales físicos en la mano.

Esa deflación, que hoy se asoma con algunos síntomas como la “inflación controlada” que tanto gusta presumir a políticos y banqueros centrales, la “velocidad del dinero” que está en mínimos desde la década de los ’50 y con la baja en los mercados de materias primas, intentará ser compensada luego con más y más rondas de “flexibilización cuantitativa” (QE), que no terminarán hasta que las divisas fíat –con el dólar a la cabeza, sean destruidas en una espiral inflacionaria sin control.

Por lo anterior, en ambos escenarios, sea el de la recuperación económica o el de la nueva recesión, el desempeño de largo plazo de los metales preciosos monetarios, oro y plata, será muy superior al de cualquier otro instrumento financiero.

No es ocioso señalar que el primero está 35% por debajo de su máximo histórico, y que la segunda casi 60% abajo.

Esto la vuelve más atractiva, y explica por qué en países como México, la demanda de onzas de plata (aquí la Libertad) se ha disparado.


Parece que pese a los discursos anti metales preciosos que se escuchan por doquier, la sabiduría popular sigue llevando a mucha gente por el camino correcto de la prevención, el ahorro y la protección financiera. El tiempo, les dará la razón.

viernes, 14 de junio de 2013

¿MÉXICO PREFIERE EL ORO O LA PLATA?

La primera divisa mundial,
fue de plata
Los metales preciosos estarán siempre cargados de un atractivo muy particular, que encanta  a la gente. Nadie necesita ser economista o tener conocimientos de finanzas para tener un gusto especial por el oro o la plata, pues este es prácticamente innato.

Culturas de todo el mundo y desde tiempos muy antiguos, han ido en su búsqueda y hasta cavado muy hondo en la tierra para extraerlo. Referencias al rey de los metales las encontramos desde antiguas religiones, libros sagrados como la Biblia, construcciones y muchos lugares más.

Parece como si detrás de ese peculiar atractivo, además de las características físicas de ambos, hubiese un halo misticismo. Es posible que todo esto junto, los haya ido apuntalando por la libre y espontánea acción de las personas en el mercado, hasta convertirlas en las mercancías-dinero por excelencia.

Hoy, India es quizá el máximo exponente de un pueblo enamorado del oro por cientos o quizá miles de años. No por nada son en la actualidad, junto con China, los principales consumidores.

Su fiebre del oro con el reciente desplome de los precios que hubo en abril, creció al punto que hasta su ministro de finanzas ya hizo un llamado para detuvieran lo que llamó, su “pasión descontrolada” por el oro.

Quiere su gobierno que, contra toda la tradición, inviertan en su divisa, la rupia. No lograrán convencerlos.

El Consejo Mundial del Oro (WGC, por sus siglas en inglés)  reportó que en el primer trimestre de este año, India demandó 256.5 toneladas del metal, entre joyería (159.5 toneladas), barras y monedas de inversión (97 toneladas).

China por su parte, en los mismos rubros compró un total de 306.4 toneladas.

Juntos estos dos países asiáticos, representaron en los primeros tres meses de 2012, el 62% de la demanda global de joyas áureas.

Ahora, así como hay ejemplos de naciones enteras amantes del oro, bien cabe preguntarnos: ¿México es de los que prefieren el oro o la plata?

Por desgracia el Consejo Mundial del Oro no nos ofrece datos específicos para nuestro país, por lo que tenemos que recurrir al Banco de México.

Según sus datos, la demanda total de onzas de plata Libertad en 2013, al corte del 31 de mayo, fue de 522,217 monedas.

Eso significa que en solo cinco meses, los mexicanos ya han adquirido más onzas que todo el año pasado, cuando se compraron apenas 472,311.

La gráfica no deja lugar a dudas: en México nos apresuramos a adquirir estas monedas en momentos difíciles como la recesión de 2001, a la que nos arrastró Estados Unidos, de alta inflación como en 2004 y de crisis global como la que inició en 2008.

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2010 fue un año de una baja en la demanda de onzas Libertad, pero que se recuperó en 2011. El año pasado sí fue de desplome total de 40%. Parece que los discursos y la propaganda de la “recuperación” hacia final del sexenio anterior, dieron como resultado que mucha gente lo creyera.

Este año es diferente. La “desaceleración” económica que más tarde se convertirá en nueva recesión, no deja lugar a dudas: los mexicanos han vuelto por todas las onzas que puedan comprar.

A diferencia de India, la tradición mexicana está mucho más cargada del lado de la plata.

Mucho tendrá que ver la historia, como que también la naturaleza nos ha dotado de enormes yacimientos que desde la época de la colonia española, sirvieron para enriquecer a los conquistadores.

Pocos saben que en ese tiempo, la primera divisa mundial fue justamente de plata, el famoso “real de ocho” español, y que era acuñada aquí en México (Nueva España). Estas monedas se convirtieron en el medio de intercambio comercial tanto en Europa y Asia, por lo menos hasta el siglo XIX.

Hoy, México sigue siendo el primer productor global de plata, posición que solo nos disputa Perú.

Quizá una muestra más de la preferencia mexicana por la plata sobre el oro, la podamos observar en las cifras de demanda de la moneda de oro de inversión más popular: el Centenario.

Su gráfica apunta a que hay una tendencia a la baja desde inicios del siglo, misma que sólo repuntó en 2008, cuando por el inicio de la crisis también se desplomó su precio, y se colocaron en total 46,131 monedas.

A partir de entonces, casi cada año los números han sido menores: 2009, 34,048; 2010, 25,376; 2011, 24,180 y 2012, 24,595 centenarios vendidos.

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En 2013, ni siquiera con la caída en las cotizaciones de este año ha repuntado. Al corte de mayo apenas iban 7,297 monedas puestas en circulación.

Muchos son los factores que pueden estar afectando este fenómeno de caída en la demanda de oro en México, pero es un hecho que la subida de precios que tuvo el oro hasta su corrección (baja), que inició en septiembre de 2011, es un elemento importante.

Y es que mientras un Centenario cuesta alrededor de 22 mil pesos, una onza de plata Libertad apenas ronda los 330 pesos.

Así que si en India son amantes del oro, México siente pasión por la plata.

Seguro que esto deberían entenderlo muchos de nuestros legisladores y el propio Banco de México, pues por años se han opuesto a la monetización de la onza de plata o de alguna de sus fracciones, que se nota, sería muy bienvenida por los mexicanos y un ejemplo internacional.

En fin, cualquiera que sea la opción que usted elija, oro o plata de inversión, será mejor a largo plazo que la alternativa de tener el dinero perdiendo valor bajo el colchón, en Cetes u otros instrumentos. El sentido común y la sabiduría popular universal que nos acerca a los metales preciosos, no están equivocados.

viernes, 31 de mayo de 2013

¿SUBIRÁ O BAJARÁ EL PRECIO DEL ORO (Y LA PLATA)?


Los precios de la plata y en especial el del oro, han acaparado la atención de todo el mundo, desde los más encumbrados inversionistas de Wall Street, hasta el ciudadano que decide comprarse un centenario, un anillo o unos sencillos aretes.
Imagen: Oroyfinanzas

Esto después de que a mediados de abril, ocurriera un ataque inducido de ventas masivas, que desplomó su precio como nunca desde hace 30 años. Una vez jalado el gatillo, las órdenes para liquidar más posiciones se dispararon en automático.

A partir de entonces, la cotización ha oscilado con algunos altibajos entre 1,350 y 1470 dólares la onza, pero se ha mantenido a niveles que han desatado una auténtica fiebre del oro en todo el planeta.

Mucha gente se está preguntando si el oro subirá o bajará en el corto plazo, para tratar de atraparlo en el mejor momento.

La realidad es que nadie tiene una bola de cristal que prediga con certeza si se pondrá más caro o más barato en los próximos días. Aquél que se atreva a dar pronósticos de este tipo, está haciendo una apuesta equivalente a lanzar un “volado”, y debe ser tomado como un apostador, no un inversor.

Claro, no es que esté mal jugar ese juego. Para nada. De hecho, la especulación es un negocio que deja muchísimo dinero en las bolsas de valores... y claro, también pérdidas.

Por eso mejor que ese trabajo lo hagan los que saben –o creen saber lo que hacen, y más importante, que pueden soportar los descalabros.

Del otro lado, está la mayoría de inversionistas pequeños, que más que fijarse en el precio, lo que les importa es acumular el oro y la plata por su valor.

Así, en el día a día vemos cómo puede explotar o desplomarse la cotización de la onza en dólares, pero para entenderlo mejor conviene verlo al revés: el precio del oro no es su medida en divisas (dólares, pesos, euros, etc.), sino que es el precio de esas divisas medido en gramos de oro.

La razón es que, como lo descubrió el fundador de la Escuela Austríaca de Economía, Carl Menger, la utilidad marginal del oro es prácticamente constante y justo por ello, se convirtió en la materia prima-dinero por antonomasia.

El dinero real pues, el referente casi fijo de valor, el mejor y último, frente al que las divisas de papel y las demás mercancías fluctúan.

Entonces, si la onza cerró ayer en 1,413.50 dólares (London PM Fix), ese el precio del dólar medido en gramos de oro (una onza equivale a 31.1 gr.).

De este modo en pesos mexicanos, si al tipo de cambio del día, un gramo de oro puro nos cuesta el equivalente aproximado de 580 pesos, y mañana sube a 600, debemos verlo como que los billetes que traemos en la bolsa perdieron valor, pues nos alcanza para comprar menos metal.

Pero si mañana baja a 500 pesos, nuestros pesos se revaluaron de momento pues compran más.

No se necesita ir a la escuela de economía para saber que en el mediano y largo plazos, nuestras cuentas bancarias y ahorros, o sea nuestro dinero, seguirá perdiendo valor, y los precios subiendo.

La razón es que de ese dinero se imprime cada vez más y más, mientras que las existencias de oro y plata no crecen para nada al mismo ritmo. De hecho el oro es la “materia prima” que tiene el ratio más alto stock-to-flow (existencias sobre flujo) de todas, pues todo se atesora.

Qué mejor forma de observar este fenómeno, que recordando que hace 12 años, el gramo de oro puro que hoy está en 580 pesos, costaba apenas poco más de 80.

Cambió su precio, pero su valor se ha mantenido. La gente lo busca y seguirá buscando por todos los usos que tiene, joyería, ahorro, etc., sin reparar tanto en que ahora le cuesta más en divisas. Por eso con bajas importantes, la demanda estalla: gran valor, a precio de remate.

De ahí que muchas personas guarden sus pocas o muchas joyas pues, en una emergencia, hasta las pueden sacar de apuros.

¿Se imagina que en vez de eso, hubiesen guardado los billetes de hace 50 años? De sacarlos hoy no serían útiles más allá que como juguete, colección o recuerdo, pero nada más. No valen nada.

Así que al “César” lo que es del “César”, los especuladores a especular tratando de adivinar el precio y los demás, a seguir aprovechando cada vez que se pone barato para acumularlo.

Y para los que opinan que no hay dinero para tanto, siempre estará la plata.

En este blog le hemos dado cuenta de cómo surgió en abril la demanda de onzas Libertad en México.

En próximos actualizaremos los datos, pero lo cierto es que todo apunta a que se confirmará que los mexicanos, cada vez que sentimos que una crisis se aproxima, corremos a la protección que nos dan los metales preciosos.

Una lección de sentido común para tantos y tantos economistas, que con tanto estudio piensan que la economía es tan compleja, que solo ellos la pueden entender. Qué gran error.

viernes, 26 de abril de 2013

¡EXPLOTA DEMANDA DE ONZAS DE PLATA EN MÉXICO! ¿POR QUÉ?

Libertad silver ounce
Onza de plata Libertad
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Hoy en este blog le traigo una noticia tan buena como exclusiva: la demanda de onzas de plata Libertad, explotó en México desde el desplome inducido de precios de los metales preciosos monetarios, que inició como tal el 12 de este mes.

Los ahorradores nacionales están despertando así de un largo sueño, que provocó que ¡SIGUE CRECIENDO LA DEMANDA DE ONZAS DE PLATA LIBERTAD!como lo reportamos en enero.

Luego de ese “descanso” del año pasado, los inversionistas mexicanos están regresando no a liquidar sus onzas, sino a comprar todas las que pueden.

Y es que según datos proporcionados por el propio Banco de México (Banxico) a este periodista, a través del oficio OFI006-8614, tan solo al corte del miércoles 23 de abril, iban ya vendidas más de 174 mil onzas en este mes.

En otras palabras, en solo 23 días se vendieron más que en los tres primeros meses del año juntos, y lo más probable es que la mayoría de ventas haya ocurrido durante las últimas dos semanas.
En enero, febrero y marzo, el total de estas monedas puestas en circulación fue de 46,714; 82,634 y 44,063, respectivamente.

¿Por qué se venden como pan caliente? Bueno, de entrada las monedas Libertad de plata están en precios que no se veían desde 2010, alrededor de 350 pesos cada una a la fecha. Un 40 por ciento más baratas que justo hace dos años –finales de abril de 2011, cuando tocaron su récord histórico por encima de 610 pesos.

La mayoría de los bancos las ofrecen a sus clientes, pero le sugiero que compare precios antes de comprar.

Lo más importante es comprender que la causa principal de que esta demanda se haya disparado, es que el oro y la plata son los refugios financieros por excelencia, el dinero real, que se ha puesto de oferta a la mitad de la crisis económica que está muy lejos de terminar en el mundo.

Es como si alguien se hubiese puesto a regalar salvavidas en un barco que se hunde.

Es grato saber que México no es la excepción a la regla, ya que en otras partes del planeta se está viviendo también esta fiebre por los metales preciosos físicos.

En Estados Unidos, la Casa de Moneda (US Mint) tuvo que suspender esta semana la venta de sus monedas de un décimo de onza de oro, pues se agotaron sus existencias. Al día de hoy acumula ventas por 203 mil 500 onzas de oro, más que los dos meses previos juntos y que el total de enero.

En una entrega anterior, dimos cuenta de cómo el Consejo Mundial del Oro (WGC, por sus siglas en inglés), ha descrito como una “ola masiva” el apetito de los inversionistas por los metales preciosos monetarios. También de cómo en China e India, los principales consumidores a nivel internacional, hay reportes de altos premios, es decir, sobrecostos, que la gente está dispuesta a pagar con tal de hacerse de monedas o lingotes, que por otro lado, escasean en Dubai.

Estas señales contrastan con las descomunales ventas de oro y plata papel en el mercado de futuros, que son las responsables de haber tirado los precios por la borda.


Para decirlo muy claro, tenemos que insistir en que detrás de estas abruptas caídas, existen poderosos intereses financieros encabezados por la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed), que han tenido siempre un especial interés por mantener deprimido el precio del oro.

La razón es muy sencilla. Éste es el termómetro que nos dice sin error, lo mal que andan las cosas en la economía, y en particular, en el sistema financiero global. Su calidad de dinero universal, más su “pecado” de no poder ser reproducido a voluntad de los gobiernos, lo convierten en el enemigo público número uno de sus corrompidas divisas fíat (dólares, euros, libras, etc.).

Por eso su herramienta ideal son los derivados, “oro” y “plata” papel que pueden ser creados también sin límites, por supuesto, siempre que sus tenedores no demanden la entrega material de su tesoro, pues no hay metal que alcance para todos. Un fraude.

En este sentido, en cada ataque como el atestiguado a mediados de este mes, hay evidencia de masivas acciones coordinadas de venta de estos papeles para influir, o sea manipular, lacotización de estos metales preciosos a la baja. Del resto se encargan técnicamente traders, robots y algoritmos, que magnifican los efectos negativos al tocar niveles críticos.

La mala noticia para los manipuladores es que se puede crear todo el metal papel que quieran para vender, pero las existencias físicas son limitadas y la gente está yendo por ellas. Los datos de demanda física creciente son elocuentes, como también el desplome como nunca antes de losinventarios existentes en el COMEX (Commodity Exchange). En este blog también advertimos esto el 12 de abril.

¿Qué ocurrirá cuando los tenedores de ese oro papel quieran que se les entregue materialmente?

Así es, a alguien se le quedará mal. No es difícil prever que de llegar ese día, a los afectados se les liquidará con dinero papel bajo cláusulas de “fuerza mayor”. El mercado, al final, siempre se impone. Por eso, la racha alcista del oro y la plata, luego de esta corrección acelerada artificialmente, continuará en esta década hacia límites desconocidos.

Cada día más gente conoce esta realidad y como en el juego de las sillas, mejor se están llevando su oro y plata a casa, antes de que acabe la música junto con la diversión, y se queden sin lugar, con las manos vacías.