Ya se sienten los ánimos de
cambio en el país, por la inminente llegada de una nueva administración
federal. Como cada seis años, hay muchas expectativas de que el gobierno
entrante, nos traiga de verdad una mejoría en el bienestar de los mexicanos,
que nos urge desde hace mucho y que desde luego, nos merecemos.
Quizá la diferencia más
importante en esta nueva etapa, es que por primera vez en nuestra historia, se
ha convocado a un gran acuerdo nacional denominado “Pacto por México”. Esta
especie de alianza es liderada por el próximo presidente de la República, Enrique Peña Nieto, pero a la cual se están sumando afortunadamente, las
principales fuerzas políticas del país: PRI, PAN Y PRD.
Incluso Gustavo Madero, el
presidente del pan, que por cierto en solo dos días más será un partido de
oposición, ha adelantado que es solo cuestión de días y horas, no de semanas o
meses, para que ese gran pacto se firme.
En esencia, lo que hará ese pacto
es poner una especie de piso. Sí, un mínimo de puntos en común a los que realmente
nadie a quien le importe México podría oponerse. Todos queremos por ejemplo más
seguridad, más empleo, más crecimiento, etc. Habrá detalles en los que no se
esté de acuerdo, pero sí en lo esencial.
De ahí que este pacto llegue en
el momento que más lo necesitamos. Y es que acuérdese que aquí le he
adelantado, cómo la economía de estados unidos, y de hecho la del mundo, se
encamina hacia una nueva recesión, de la que ya comienza a haber síntomas
claros.
Problemas como el llamado "precipicio fiscal" en el vecino país del norte, los económico- financieros en
Europa, China o Japón, entre otros, más temprano que tarde terminarán por
llevarnos a otra crisis en 2013 o a más tardar
en 2014. Como allá no se están planteando soluciones reales y de fondo a
ninguno de ellos, será inevitable que también nosotros tengamos que
enfrentarnos a esos obstáculos recesivos, a los que nos van a arrastrar.
Por eso, no hay tiempo que
perder. Es hora de que los políticos de todos los partidos cumplan su
compromiso con los ciudadanos, sin condiciones, y no permitan que sus dudas
internas, presiones de grupos radicales o desconfianza los detengan, como
parece que está ocurriendo con uno de ellos.
No es hora de hacer cálculos
políticos, sino reformas que en lo económico y social nos permitan avanzar. Es
una pena que no se haya podido firmar este pacto antes del 1 de diciembre, pero
aún no es tarde.
Los rubros que abarca van desde
la competitividad y la gobernabilidad democrática, hasta los de seguridad,
transparencia, rendición de cuentas, empleo y crecimiento. Es decir, son
integrales.
Ojalá que diciembre sea el mes
que se concrete el pacto, y se avance por fin en las reformas indispensables
como la Hacendaria, la de Seguridad Social y la Energética. Como le digo, la
modernidad y renovación del país, son urgentes.
No hay comentarios:
Publicar un comentario