Ayer la Comisión Federal de
Competencia (CFC) confirmó la multa a dos empresas filiales de América Móvil,
Telmex y Telnor, por un total de más de 657 millones de pesos. ¿La causa? nada
menos que por conductas “graves e intencionales” que, para decirlo sin
eufemismos, constituyen para la Comisión
prácticas monopólicas relativas, en las que además ha reincidido.
Desde luego, Telmex siempre insiste
en que no es una empresa monopólica por el simple hecho de existir otros
competidores en el mercado.
Sin embargo, la resolución de la
CFC deja claro que no está en el ánimo de esa empresa, cumplir del todo con su
obligación legal de proveer servicios de arrendamiento de sus redes, para que
esa competencia sea real y no solo
teórica.
En este sentido, la empresa de
Carlos Slim se negó por casi dos años –de agosto de 2009 a junio de 2011, a
arrendar sus enlaces dedicados locales y de larga distancia, a su competidora
Axtel, en 32 localidades y seis rutas interurbanas. Este servicio además, es
normalmente ofrecido a terceros, pero no se le permitió a Axtel, lo que le
valió la multa impuesta por la CFC.
Y es que esos “enlaces dedicados”
son indispensables para que cualquier operador pueda ofrecer sus servicios al
público, por lo que Telmex ha sacado
provecho de esta condición. Lo
malo para la firma es que aunque no quisiera, su título de concesión establece
la obligación de arrendar esos enlaces, pero no siempre cumple.
Una evidencia clara de que a
Telmex le gusta presumir que hay “varios” competidores, para eludir la realidad
de su poder monopólico, que la CFC ve como “relativo”, pero que cuando no le
place, puede bloquear a su competencia y
alargar cualquier procedimiento de queja en su contra a través de
mecanismos legales. Su estrategia, no cambia.
Telmex como se esperaba, asegura
que la resolución de la CFC “no valoró” las pruebas que aportó, y que sí cumple
con todas las obligaciones que su concesión les señala. Ahora tendrá 30 días
hábiles para interponer un recurso de reconsideración que seguramente
presentará, hasta incluso, llegar a los tribunales.
Más allá de ello, lo cierto es
que nadie puede esconder que América Móvil, tiene una posición dominante que alcanza al 80% del mercado de líneas fijas
del país, y al 70% de la móvil, por lo que la gran mayoría de mexicanos ha
tenido que padecer los malos servicios que presta este ente monopólico en ambos
ramos, y en sus cobros.
Esto claro, sin contar otros
aspectos como su servicio de internet, que aunque vende como el más rápido, es
lento y caro.
Mientras no entren en vigor
medidas asimétricas contra la empresa, es decir, una suerte de “castigos” que al
imponérsele ponga el suelo parejo a todos los competidores, los abusos y altas
tarifas van a continuar en perjuicio de los consumidores. Esto parece que podría cambiar con la próxima reforma en
Telecomunicaciones, que debe aprobarse este año.
Pocas cosas dañan tanto al
mercado como la falta de una libre y sana competencia. Ese es un lujo que
México ni ningún país del mundo se puede dar, y menos en un ambiente en el que
la crisis económica global que nos tocó vivir, está lejos de terminar.
Ser más competitivos, atraer más
inversiones y generar más producción y empleos, es indispensable para mejorar
el bienestar de los mexicanos. No hay alternativa.
Mientras esto sucede, los
consumidores no deben quedarse cruzados de brazos, y en cambio, deben pasar de
la pasividad a la proactividad.
Las acciones colectivas contra
los abusos han probado su funcionamiento, pero desde luego nada es mejor que
dar la espalda a estas compañías abusivas, para emigrar a mejores opciones que,
aunque aún son pocas, existen. Usted,
tiene ese poder.
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