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miércoles, 25 de junio de 2014

ARRECIA DISPUTA POR NUEVO “SILVER FIX”




Asociación del Mercado de 
Lingotes de Londres
En mayo se anunció que luego de más de un siglo de existencia, el London Silver Fix (LSF) –precio  referencial de la plata, dejará de existir a partir del 14 de agosto de este año. En su oportunidad dijimos que se trataba de la aceptación implícita de que el mercado de este metal precio y del oro, estaba ya tan corrompido, manipulado y sobre todo sus trampas expuestas al escrutinio público, que los reguladores dieron un manotazo en la mesa para “confiscar” este establecimiento de precios. No más bancos privados con tal privilegio del que han abusado por décadas.

Anticipamos también lo que ya es un hecho confirmado: que el análogo London Gold Fix (LGF), referencial del oro, será “modernizado”.

La nota ahora es que la disputa por remplazar al LSF está arreciando. Los miembros de la Asociación del Mercado de Lingotes de Londres (LBMA, por sus siglas en inglés) ahora están evaluando cuál de los ya siete diferentes mecanismos que les han propuesto será el “bueno”.

El viernes pasado, la LBMA sostuvo un seminario a puerta cerrada con 140 miembros para presentar las opciones que se tienen. En él participaron como “observadores” la Autoridad de Conducta Financiera del Reino Unido y el Banco de Inglaterra. Según su portal de internet en total 10 compañías entregaron Solicitud de Propuesta para desarrollar y administrar el mecanismo del precio de la plata, pero solo siete cumplieron con los requisitos exigidos: Autilla Ltd. (Cinnober Financial Technology of Sweden), Bloomberg, CME Group (Thomson Reuters), ETF Securities, ICE (Intercontinental Exchange), LME y Platts. Los resúmenes ejecutivos de las presentaciones están al alcance en el sitio web de la LBMA.

Se espera que en los próximos días haya un consenso entre los participantes del mercado y la aceptación de las autoridades para designar al sustituto del LSF, que sería anunciado en los primeros días de julio. El nuevo mecanismo de precio referencial diario de la plata, por supuesto, entraría en operación el 15 de agosto –un día después del “entierro” formal del LSF, y contará con el respaldo total de la LBMA.

Dicho lo anterior, conviene que recordemos algo: es positivo que ambos “Fixes”, el del oro y la plata, cuando menos en el esquema vigente ya no existirán más. Se confirma que la “patente de corso” de que gozaban los bancos que los establecían y manipulaban para obtener ganancias ilegales, ha expirado.

A partir del 15 de agosto, los “soberanos” de la manipulación –la Reserva Federal y Departamento del Tesoro de EE.UU., el Banco de Inglaterra y el de Banco de Pagos Internacionales, monopolizarán el manejo del mercado de metales preciosos monetarios. ¿Cómo? Con los mismos medios que han usado hasta hoy: el sistema de reserva fraccionaria de los bancos de lingotes (“Bullion Banks”) y los “préstamos” apalancados de oro papel de bancos centrales a comerciales que los retroalimentan.

Y es que estos últimos “reinvierten” el metal papel que reciben revendiéndolo múltiples veces en cuentas “no asignadas” –como la que tiene Banco de México para sus reservas. En ellas, no se tiene derecho ni posesión sobre lingotes específicos, pero sí se cobra por el servicio de “custodia” a todos aquellos ingenuos a quienes se les vende varias veces el mismo oro. Un fraude que deriva en precios más deprimidos de los que habría si estos mecanismos no existieran, y de los que China, saca provecho llevándose tanto oro como puede, antes de que el esquema caiga por su propio peso.

Por lo anterior, el nuevo precio diario de referencia de la plata, con todo y que tendrá que ser automatizado, no hará más que recoger datos de presuntas operaciones “reales”, pero así tras bambalinas, las manos que mecen la cuna para sostener el actual sistema de dinero irredimible basado en el dólar, operarán más cómodas que nunca. Después de todo, “ahora sí” el precio referencial será estimado por computadoras a las que no se les podrá atribuir interés alguno de ganancia. Dicho de otro modo, todo cambiará en la forma, pero en el fondo, seguirá igual

martes, 22 de octubre de 2013

CHINA: EL ORO Y EL MUNDO “DESAMERICANIZADO”




Imagen: well888.blogspot.com
La semana pasada, la agencia oficial de noticias de China, Xinhua, publicó en inglés el artículo titulado “La falla fiscal de EE.UU garantiza un mundo ‘desamericanizado´”, bajo la firma de Liu Chang. Como es obvio, en un país tan obsesionado por controlarlo todo, y en especial lo que se dice en los medios de comunicación, un mensaje como ese no puede ser tomado a la ligera.

Realidad o no, lo cierto es que el título del texto y su contenido, refleja la aspiración del gigante asiático por llegar a ser quizás tan grande y poderoso, o más, que los Estados Unidos.

Para eso, por supuesto, el régimen chino tendrá tarde o temprano que soltar los controles que tiene todavía en su economía, y en particular sobre su moneda, el yuan, si de verdad desea que el dólar sea desplazado como divisa de reserva universal, para lo que parece estarse preparando.

China aprovechó así la coyuntura del debate sobre la elevación del techo de endeudamiento estadounidense para expresar su posición respecto a aquel país, y el abuso de su “súper poder” que, asegura, ha introducido caos al mundo “desplazando los riesgos financieros al extranjero, instigando tensiones regionales por disputas territoriales y peleando guerras injustificadas al amparo de mentiras descaradas”.

Está claro que Beijing no está conforme con la idea descarada del gobierno y Reserva Federal estadounidenses, de devaluar al dólar para “estimular” el crecimiento y “equilibrar” los desbalances comerciales existentes, pues lo único que ha provocado es una guerra mundial de divisas. Nadie quiere, ni en Europa, ni Japón, ni en Gran Bretaña, ser el último en esa carrera devaluatoria en la que todos pierden.

Eso ha orillado a China –el principal tenedor de deuda norteamericana, a buscar discretamente el apoyo en la única opción real que tiene, para hacer frente al inevitable colapso global del sistema basado en divisas irredimibles: el oro.

No sería coincidencia entonces, que el artículo de Xinhua reflejara el mismo sentir que los números dados a conocer ayer por el Tesoro americano, que dan cuenta de que al cierre de agosto, los chinos redujeron a un mínimo de seis meses el total de “treasuries” en sus manos a 1.27 billones de dólares (trillones en inglés). Solo el tiempo confirmará si se trata una baja temporal o una tendencia definitiva, pero es un hecho que continuarán diversificando sus reservas pase lo que pase.

China sabe que a los americanos no los podrá vencer jamás por la vía militar, pero también reconoce que el “talón de Aquiles” lo tienen en el billete verde y sus exponenciales e impagables deudas. La elevación de los topes de deuda, será un proceso permanente.

Por ello también desde el gobierno, China alienta el ahorro de los ciudadanos en el dinero real, el oro, e invierte en la producción minera del metal –misma que por cierto es la mayor del mundo, que se queda por completo dentro de sus fronteras.

De ahí que se presuma que el gobierno esté acumulando reservas áureas en secreto, pues no ha dado a conocer estadísticas actualizadas al respecto.

Del lado del sector privado, la demanda de oro también ha subido hasta el punto en que, según estimaciones, ahora es incluso más alta que la del resto de la producción minera mundial.

La Bolsa de Oro de Shanghai (Shanghai Gold Exchange) tiene el monopolio de entrega física del metal en la China continental, y utiliza a Hong Kong como enlace desde donde importa desde el exterior. Entre ambos puntos, en los primeros ocho meses de este año han entregado alrededor de 1,730 toneladas a manos privadas, que equivalen a un ritmo anualizado de 2,600 toneladas, aproximadamente.

Si la producción minera fuera de territorio chino es de unas 2,260 toneladas, quiere decir que existe un déficit para satisfacer el insaciable apetito de oro del resto de Asia, sobre todo de India, y que de alguna manera ese metal está saliendo de algún lado.

El oro físico, no se puede crear de la nada.

Los ojos por tanto deben voltearse hacia los bancos centrales occidentales, señalados como los principales manipuladores del precio del oro a través de mecanismos como los “préstamos” de oro, que por supuesto, no volverá a sus arcas una vez que se encuentre en manos asiáticas.

Las ventas realizadas por los Fondos Cotizados (ETFs) este año de 670 toneladas a la fecha, y el reciclaje, son por completo insuficientes para cubrir esa enorme y permanente demanda.

No es casual tampoco que las exportaciones de oro del Reino Unido hacia Suiza, el principal refinador del orbe, hayan saltado a 1,016.3 toneladas de enero a agosto de 2013, cuando en 2012 fueron de apenas 85.1 toneladas en el mismo período. La clave está en que ese metal precioso no llega para quedarse por completo, sino para ser a su vez exportado en su mayoría, ya fundido y refinado en nuevas barras más pequeñas, a consumidores en Asia.

Así lo confirman las importaciones netas de Hong Kong desde Suiza, que alcanzan ya las 598 toneladas de oro en lo que va del año. Los números hablan por sí mismos.

Por tanto, mientras Occidente sigue obsesionado con denostar al oro, en deprimir sus precios y “estimular” sus economías con gasto público e impresión monetaria, China seguirá acumulando fuerza y preparándose para ese mundo “desamericanizado” al que aspira, y para el cual, no tendrá que soltar ni una sola bomba.

martes, 1 de octubre de 2013

EL ORO YA SALIÓ DE “BACKWARDATION”




Hoy el oro y la plata han tenido una fuerte caída en sus cotizaciones, cuyos mínimos del día fueron de 1,281.70 y 20.57 dólares la onza troy, respectivamente.

Hace un mes, relatamos que pese a haberse reducido, el oro había mantenido su anormal condición de “backwardation” (retroceso). Esto es, que el precio “spot” o al contado era superior al de los contratos de futuro más cercanos, o lo que es lo mismo, que su curva estaba invertida.

Cabe recordar la normalidad del mercado es justo la situación opuesta, conocida como “contango”, en que los precios de futuros son más altos que el “spot”.

El análisis de esta relación entre precio actual y futuro se realiza a través de lo que se conoce como Base y Cobase del oro (gold basis and Co- Basis)

La Base tiene su origen en el mercado de materias primas agrícolas. En términos muy simplificados, la Base es la diferencia que hay entre el precio del contrato o contratos de Futuros más cercanos y el del metal al contado (spot).

Una Base alta y creciente (contango) indica abundancia de existencias, y una Base baja y descendente, lo contrario.

La Cobase, en cambio, se obtiene deduciendo del precio “spot”, el del futuro correspondiente.

Una Cobase negativa es señal de que los inventarios de oro son abundantes. Una positiva (backwardation) indica que el oro está “escaso”.

Esto constituye una anormalidad porque en realidad no existe la “escasez” de oro, entendida como un agotamiento de sus existencias. ¿Por qué? Porque casi todo el que ha sido extraído de la tierra permanece con nosotros, atesorado, gracias al elevado valor que la gente le otorga. Esta es la razón principal por la que no debe ser considerado como cualquier “materia prima”. No es una más de ellas.

Ahora, lo estrecho del mercado solo es posible si los tenedores del metal no están dispuestos a enajenarlo a determinados (bajos) precios.

En agosto, le relatamos que la backwardation había disminuido gracias a la subida de precio que el rey de los metales observó desde el 28 de junio, cuando toco piso en 1,192 dólares (London PM Fix), hasta el máximo alcanzado el 28 de agosto de 1,419.50 dólares la onza troy (London PM Fix). Mayor precio convenció a más tenedores a traer su oro al mercado.

Durante septiembre esta circunstancia continuó. Aunque el oro durante todo el mes se mantuvo por debajo de 1,400 dólares la onza troy (1,348.80 fue el promedio del London PM Fix), al final logró salir de la backwardation el 20 de septiembre. La lectura actual de la Cobase es de -0.10 % (-30 centavos).


El gráfico siguiente –cortesía deSandeep Jaitly de Feketeresearch.com, ilustra los momentos exactos en que los contratos de oro a diciembre y febrero (líneas difuminadas) salieron de backwardation. Las líneas rojas representan la Cobase y las azules la Base.



De forma paralela esto también se vio reflejado en que la tasa GOFO (Gold Forward Offered Rate) a un mes, pasó nuevamente a terreno positivo de forma constante a partir del 13 de septiembre.

No obstante, reiteramos que es de esperar que la backwardation vuelva a presentarse a medida que nos acercamos a su vencimiento. El proceso se aceleraría conforme bajen más los precios.

Reiteramos que el análisis y seguimiento de la Base y Cobase del oro, el dinero real, es fundamental para entender lo dañado que está estructuralmente el sistema monetario global, enfermo por tanta deuda e impresión de divisas fíat (sin respaldo).

El Prof. Antal Fekete, fundador de la Nueva Escuela Austríaca de Economía, ha insistido que la tendencia es hacia una backwardation permanente del oro, que significa que seguirá siendo acumulado y por ende sacado cada de la circulación, en cantidades crecientes, por los inversores más avezados.

Esto, con un sistema de reserva fraccionario como el que opera en este mercado, significa que el final del camino es un barranco hacia el incumplimiento de pago/entrega del metal, y por tanto, hacia el colapso del mercado de futuros y del sistema financiero internacional. No hay oro suficiente para todos.

De ahí que la preferencia por el dinero real siga prevaleciendo, como se observa en los niveles de Base y Cobase actuales, cuyas lecturas no tienen precedentes.

En estas circunstancias, no debemos perder de vista lo que ocurre en el mercado de futuros del Comex (Commodity Exchange). En este blog le informamos hace un mes, que el “ratio de cobertura” se encontraba en 94 “dueños” por onza de oro registrado (“registered gold”) en sus bóvedas.

Ese indicador se obtiene dividiendo el Interés Abierto por el oro “registrado”, es decir, aquel susceptible de entrega contra algún contrato que no ha sido cerrado.

La actualización de los datos nos confirma que esta posición se sigue agravando, pues el ratio ya se encuentra en el histórico de 108 “dueños” por onza de oro (gráfica de Sandeep Jaitly).



El metal precioso sigue saliendo de las bóvedas del Comex. No hay lingotes que alcancen.

Todo lo anterior, reafirma que la salida de la backwardation será temporal, y que la tendencia sigue siendo hacia la permanencia.

Así pues, los refugios financieros más antiguos que existen, seguirán brindando amparo ante del colapso financiero mundial que se avecina. Las inversionistas con “manos fuertes” deberán seguir aprovechando cada baja importante para incrementar sus tenencias de oro y plata físicos, los últimos extintores de deuda, o de lo contrario corren el riesgo de ser una víctima más de la quiebra inevitable del sistema. La advertencia, ahí queda.

jueves, 27 de junio de 2013

EL ORO Y LA PLATA ¡A PRECIO DE OFERTA!

Imagen: Keywordpictures
En el mundo solo hay dos grandes fuerzas emocionales que mueven a cualquier mercado, o mejor dicho, a sus participantes: miedo y ambición. Ambos son los responsables de los grandes colapsos financieros de la historia, como también de las burbujas más absurdas de que se tenga registro.

Y es que las grandes masas de inversionistas, sin importar cuántas veces se repita, cometerán siempre el error de auto convencerse de que, si todos piensan igual, no pueden estar equivocados.

Esto, sin embargo, representa una enorme oportunidad para una minoría que desde fuera, observa cómo aquellos se dirigen en la dirección contraria a la de sus propios intereses, como si se tratara del viejo mito del suicidio colectivo de los “lemmings”.

De ahí que ese juego tenga un desenlace invariable: ganan pocos, pierden muchos.

Quizá lo más curioso y no casual del caso, es que en ese tránsito los medios siempre contribuyen a que la situación, sea permanente. Después de todo, no son ellos los que pierden.

El tema que nos ocupa, el del mercado del oro, es buen ejemplo de una situación en la que el pánico, hace de los inversores más apalancados, ingenuos, crédulos y/o desesperados, las víctimas consentidas que salen a venderlo todo. Son lo que se conoce como “manos débiles”.

Estas son sin saberlo, presas de aquellos que, tras bambalinas, manipulan el mercado a su antojo con grandes ventas de “oro” y “plata” papel, para engañar con su falso mensaje: el oro es una “reliquia barbárica”, una simple materia prima cuyo valor se desvanece. Dolosa conclusión.

Mientras tanto, las manos fuertes del llamado “dinero inteligente” sacan provecho en el mercado de metal físico, ansiando y comprando a precio de ganga lo que “nadie” quiere, abordando el barco que supuestamente “se hunde”.

¿Qué saben ellos que los demás no? Nada más allá del alcance del sentido común.

Así se nota en el comportamiento de verdaderos expertos internacionales de la talla del afamado Jim Rogers.

El autor de “best sellers” como “Hot Commodities” y creador del Rogers International Commodity Index (índice de futuros de materias primas), ha expresado en numerosas ocasiones su visión pesimista sobre el devenir económico-financiero, y positiva respecto a productos agrícolas, metales preciosos, entre otros.

Todo, cortesía de las irresponsables políticas expansionistas de los bancos centrales, y de gobiernos que pretenden estimular la economía con gasto público.

En particular sobre el oro, comparte la visión optimista de este blog, en el mediano y largo plazos.

En sendas entrevistas recientes con Tekoa Da Silva y el portal Hard Assets Investor, ha dicho cosas que no se pueden pasar por alto, como que “no se ha visto todavía una burbuja en el precio del oro”.

Las señales son muy claras y tan simples para el que las quiere ver, como que aún se lee en las calles numerosos anuncios de “compro oro y plata”, y que en cambio, cuando exista una burbuja de verdad, los anuncios que se verán cambiarán a “vendo oro”.

La gente, entonces, se formará para comprarlo en grandes cantidades a precios exagerados. Lo mismo sucederá en los principales centros financieros globales.

Todos los grandes mercados alcistas terminan en ese frenesí. Como decíamos, el ciclo de siempre: pierden los “lemmings”, ganan las “manos fuertes” que invirtieron en valor, no solo en el precio.

Por eso Rogers dice que sí presta atención a lo que está pasando, que sabe que el oro está colapsando, pero que no escucha a otras personas que tratan de convencerlo de que el metal está acabado, para no cometer el mismo error.

En cambio, recomienda: “descubran qué ha bajado más y dónde está la mayoría de pesimistas […] No sé si hay más pesimistas en plata, oro o en azúcar en este momento. Pero donde quiera que ellos estén, es donde ustedes deberían mirar.”

Vaya divergencia de discurso de alguien con décadas en el mercado real, respecto al de un simple agorero anti oro como el académico Nouriel Roubini, que muy a su pesar ha estado equivocado ya antes en su expectativa catastrofista respecto al metal áureo.

Sean leyendas de la inversión o académicos serios como Antal Fekete, fundador de la Nueva Escuela Austríaca de Economía, la coincidencia es la misma respecto a la valía indiscutible del oro, y más, en las circunstancias económicas actuales.

Por primera vez en años, Rogers ha declarado de forma abierta esta semana que compró oro, pues asegura que “usualmente cuando tienes este tipo de liquidación forzada, te estás acercando al fondo, tal vez no al fondo final, pero ciertamente a un fondo”.

Asimismo, debemos considerar lo que este blog le ha revelado en su entrega anterior: los precios del oro y la plata ya se encuentran por debajo de sus costos de producción, lo que implica que las provisiones de ambos metales se irán limitando cada vez más, en un contexto en el cual las existencias físicas siguen desplazándose de Occidente a Oriente –sobre todo India y China, de donde no volverán.

De igual modo, la estrechez del mercado físico se hace evidente con el fenómeno de “backwardation”, que también hemos explicado, y que en última instancia derivará en el colapso del mercado de futuros.


Así que la próxima vez que quiera seguir a todos en el mercado, piénselo dos veces. No vaya a ser que, con el tiempo, descubra que cometió un grave error.

miércoles, 5 de junio de 2013

EL GRAN FRAUDE DEL MERCADO DEL ORO

Nouriel Roubini

La guerra contra el oro, continúa. El fin de semana pasado el conocido profesor de la Universidad de Nueva York, Nouriel Roubini, publicó un artículo más con singular agresividad, en el que aseveró que para 2015, su precio caerá a mil dólares la onza.

No es la primera vez que dice algo así, pues por su bien conocido keynesianismo siempre se referirá al metal precioso como la “reliquia barbárica”.

Roubini se hizo famoso al ser uno de los pocos que anticipó la crisis financiera que estalló en 2008, y desde entonces, la mayoría de los grandes medios especializados hace eco de sus palabras cada vez que pronuncia una declaración o predicción rimbombante.

Esto no es extraño, pues los intereses del “mainstream media” por lo general están justo de ese lado: el de los estímulos monetarios, el del déficit público, los rescates bancarios, etc. En otras palabras, Roubini se ha convertido en uno de los analistas favoritos del Poder.

Sin embargo, ese “gurú” como lo llaman algunos, ha estado equivocado antes en sus percepciones acerca del rey de los metales, y exhibe una enorme ignorancia respecto a la condición de éste como dinero real, del que acusa, “no tiene valor intrínseco”.

Es conveniente recordar cómo en diciembre de 2009 –cuando su cotización meses atrás apenas había rebasado los 1,000 dólares, Roubini escribió en su sitio de internet un artículo titulado "The New Bubble in the Barbous Relic that is gold" (La Nueva Burbuja en la Reliquia Barbárica que es el oro).

En él, exponía cinco razones por las cuales el metal áureo, tenía todo listo para entrar en una racha bajista.
Vaya, su predicción fue tan equivocada que para septiembre de 2011, llegó a un lejano máximo histórico de 1,923.70 dólares la onza. Roubini, como especialista, es un mal “trader”.

Por otro lado, es cierto que a partir de entonces dio inicio un período bajista que ya acumula 21 meses, pero de ninguna manera, el oro estuvo cerca de formar una burbuja. Parece que Roubini entiende menos de mercados de lo que muchos piensan, pues no es lo mismo una corrección, un simple descanso en el camino, que el estallido de una burbuja.

Estas ocurren cuando “todo mundo” está invirtiendo en determinada clase de activo, se habla de él por doquier y se suceden a diario nuevos récords.

Cabe aclarar que en términos reales, nunca se estuvo cerca de un máximo histórico, pues ajustado por inflación oficial, la vieja marca de 1980 (850 dólares) equivalía a más de 2,300 dólares a precios de 2011.

El 6 de septiembre de ese año, quedará marcado como el punto de quiebre, la fecha en que los intereses que han movido (manipulado) el precio del oro durante años, decidieron que había subido demasiado.

A partir de entonces, debemos ver el mercado del oro en dos vertientes: la meramente técnica y la política.

La primera daba indicios de que una inminente corrección sana y necesaria, que finalmente ocurrió.

La segunda, mucho más importante, es la responsable de que ese proceso fuese drástico, y de que desde ese momento cada alza sea repelida con un ataque de ventas masivas de “oro” papel en el mercado de futuros. Una falsa sobre oferta.

Gráfica de precio del oro los últimos 5 años

La ofensiva de grandes proporciones desatada los días 12 y 15 de abril, es paradigmática.

Hoy que la cotización ronda los 1,400 dólares la onza, Roubini ha vuelto a la carga. La corrección del oro ha sido del orden del 30%, y asegura que caerá aún más abajo.

Por supuesto que esto es posible, si consideramos por la parte técnica que una corrección típica llega a ser de 40%, y que por la parte política el oro sigue en “backwardation” (el precio del oro al contado es más caro que el de su futuro en papel, y no al revés como es lo normal) en un contexto de franca deflación.

Los ataques han sido cada vez más fuertes en el intento de sacar al oro de esa “backwardation”, por lo que podrían continuar un buen rato.

La mala noticia para los manipuladores es que empeoran todo. La “backwardation” evidencia la “poca disponibilidad” de metal físico, y cada vez que tumban la cotización en lugar de asustar a los inversionistas inteligentes para que vendan, los hacen correr por el oro material, en el que aprecian un alto valor a precio de remate.

Lo de “poca disponibilidad” va entrecomillado, pues no existe tal cosa como la “escasez” del oro. Casi la totalidad del que se ha extraído (175,000 toneladas) sigue sobre la faz de la Tierra, por lo que la “backwardation” es señal de que las personas “esconden” su metal físico.

Por ello, no debe pasarse por alto el enorme incremento en la demanda asiática de joyas, lingotes y monedas, pues no hay duda de que gran parte de ese inventario está dejando manos occidentales para irse al lejano Oriente, de donde nunca volverá.

Ahora bien, Roubini sí es capaz de “olfatear” el fenómeno deflacionario mundial, y por eso augura un panorama desastroso para el oro, que es considerado el refugio financiero por excelencia en épocas de alta inflación.

Un error típico de las escuelas monetarista y keynesiana, que a diferencia de la Nueva Escuela Austríaca de Economía, ignoran que es mucho más importante observar la Base (diferencial del Precio Futuro – Precio al Contado) y la Cobase (Contado – Futuro) del oro, que incluso su precio.

Estas nos están diciendo con la “backwardation” (Cobase positiva), que cada día menos y menos inversores inteligentes o “manos fuertes” están dispuestos a desprenderse de sus tenencias, lo que anticipa que el mercado de futuros, llegado el momento, colapsará.

En este escenario deflacionario de “caída del sistema”, los grandes defraudados serán pagados en devaluado dinero fíat (dólares, euros, libras, etc.) que imprimirán los bancos centrales, pues, como aquí hemos advertido, no hay oro que alcance para todos.

¿Quién será entonces el osado que le ponga precio en ese papel moneda a sus tesoros de gran valor? ¿Regalarán su oro físico a mil dólares la onza como piensa el ingenuo (o cómplice) de Roubini?

No. El oro es necesario en épocas inflacionarias, pero indispensable en deflación, donde el intercambio directo o trueque, es la última instancia. El planeta entero comprenderá entonces que la valía del oro como dinero real, no ha cambiado en absoluto.

Negar, como hace Roubini, que el oro es dinero porque “no puede irse con él a la tienda a comprar alimentos”, es engañar a la gente.

La cualidad de dinero de los metales preciosos monetarios fue adquirida por la libre y espontánea voluntad de los seres humanos, interactuando en el mercado sin la intervención del Estado.

Por tanto, no tiene la menor importancia que las leyes los hayan desmonetizado por la fuerza, pues su esencia permanece intacta. La misma que hace a los seres humanos iguales sin importar el color de su piel o condición social, a pesar de que hayan existido nefastas leyes que elevaran a unos y denigraran a otros.

En una próxima entrega comentaremos la planeada y artera desmonetización, primero de la plata en 1873 y cien después del oro, que lograron que la verdadera anomalía de un sistema de dinero fíat (papel) global, fuera posible de forma temporal.  

Al final, como todas las veces que esto se ha intentado, el resultado será una gran crisis, que con toda la fuerza del mercado, terminará poniendo las cosas en su lugar. El gran fraude en el mercado del oro, será develado.