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miércoles, 4 de marzo de 2015

Ganancias “sin riesgo” en el mercado del oro

Hace un par de semanas le informamos que la dupla de metales preciosos monetarios, había entrado aceleradamente en fase de “escasez”. Esto debido a la caída precipitada (y manipulada) de sus cotizaciones que sufrió en aquellos días. Conviene recordar que no es normal que escasee el oro, ya que se trata de la “materia prima” con el mayor número de existencias en el mercado de entre todas las que hay. Es así porque para fines prácticos, gracias a su elevado valor siempre tiende a ser atesorado en alguna forma. No termina en la basura, no es quemado ni consumido como otras commodities.

A lo largo de los últimos años el oro y la plata han oscilado entre la normal abundancia y la anormal escasez. En materia de precios, esta última situación se observa con claridad cuando el precio para entrega al contado (spot) es más elevado que el de promesa de entrega a futuro, y la curva respectiva se invierte para el contrato más activo. En términos técnicos esa inversión de la curva se denomina “backwardation” (porque en lugar de ir hacia arriba y adelante la curva parece ir “hacia atrás”), que es mayor entre más alta sea la diferencia entre el precio al contado y el del futuro próximo.

En la entrega aludida de hace quince días, el nivel de backwardation alcanzó 37 centavos de dólar por onza troy de oro en el contrato de entrega en abril, misma que sigue subiendo y ya se encuentra en 42 centavos por oz. o +0.23% anualizado  (ver gráfico de abajo a la izquierda). Las ratios de base y cobase del oro sobre las de la plata, nos siguen indicando que por ahora, la reina de los metales está siendo más demandada y su escasez en términos relativos es mayor que la de su compañero  (gráfico de abajo a la derecha. Ambos, cortesía de Sandeep Jaitly de Feketeresearch.com).

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Como recordatorio, la única manera en que puede presentarse esta falta de oferta física de oro y plata, es por la reticencia de sus tenedores a desprenderse de ellos, sobre todo, a niveles de precios bajos que no reflejen el valor que ellos les atribuyen. Por esta causa, aquellos dispuestos a venderlos exigen un “premio” que hace que quien quiera comprarlos hoy, tiene que pagarlo si de verdad quiere llevárselos. La opción “B” es comprar el futuro, que en comparación es más barato, y esperar al vencimiento para su entrega.

¿Cuál es la urgencia entonces de algunos inversores por llevarse el oro a casa aunque sea más caro? Las razones más importantes se encuentran en la corrupción misma del sistema monetario y financiero. Al estar basado en la impresión ilimitada de divisas que continúan haciendo los mayores bancos centrales del orbe, y en la acumulación exponencial de deuda, los inversores más sagaces aprovechan cada desplome de precio para acumular lingotes como refugio contra esa insostenible situación.

A la larga, este retiro de la circulación de metal contante y sonante, implica que cada vez sea más frecuente el estado de backwardation. De acuerdo con las teorías del Prof. Antel Fékete, fundador de la Nueva Escuela Austríaca de Economía, tarde o temprano esa escasez se tornará permanente. Llegado el momento el colapso financiero sería total, pues los contratos de futuros –que no son más que promesas de entrega, serán repudiados para reclamar el oro y la plata físicos de forma inmediata. Así como ocurre hoy, los tenedores reclamarán premios cada vez mayores a cambio de enajenar sus tesoros, que al mismo tiempo, son su seguro financiero contra la crisis. Quedará demostrado entonces que las ganancias “sin riesgo” tampoco existen en el mercado del oro, como en ningún otro.

Y es que la existencia de backwardation en nuestros días, supone que al menos en teoría, es posible obtener esa ganancia libre de riesgos. Pensemos por ejemplo que usted es tenedor de lingotes por 1 mil onzas (en la realidad los montos son mucho más altos) y que hay backwardation porque el precio spot es, como le digo, 42 centavos por oz.  más alto que el de entrega en abril. Si usted al mismo tiempo vende sus lingotes al contado y compra el futuro, estaría percibiendo una ganancia de 420 dólares por no hacer casi nada y “sin riesgo”. En abril, tendría de vuelta su oro, al vencer el contrato.


El problema es que los metales preciosos están saliendo de la circulación y fluyendo al lejano Oriente. Una vez que la backwardation fuera permanente, no importa lo baratos que fueran los futuros y la ganancia que en teoría podría alcanzarse haciendo lo del ejemplo anterior, nadie querrá hacerlo. La razón es que la promesa de que le entreguen al tenedor su oro y plata de vuelta, tendrá cada día un riesgo mayor de incumplimiento. La liquidación sería pues, en dólares u otra divisa, justo en el momento en que nadie quiera ser “pagado” en monedas que pueden ser creadas de la nada. El castillo de naipes que es el actual sistema financiero y monetario, estará colapsando.

viernes, 7 de noviembre de 2014

ORO COTIZA ¡POR DEBAJO DE COSTO DE PRODUCCIÓN!




Esta semana la hemos dedicado por completo a relatar cómo el inducido desplome de precios en los metales preciosos monetarios –el oro y la plata, ha provocado un auténtico “tsunami” de demanda por parte del público inversor. Las evidencias se multiplican no solo en los testimonios de proveedores de todo el planeta que han visto cómo sus ventas de monedas, barras y lingotes se disparan, sino también en indicadores como la Base y Cobase –de la Nueva Escuela Austríaca de Economía, que muestran una situación de “backwardation” en el mercado de ambos metales.

Aquella no es otra cosa que un signo de la “escasez” de oro y plata, que se expresa además en altos “premios” (sobreprecios), que los clientes están teniendo que pagar para hacerse de estos metales en forma física. Esto significa por una parte que los precios determinados en el mercado de futuros y forwards, son irreales, pero también, que los vendedores no están dispuestos a malbaratar sus productos. Si no fuera por esta circunstancia, habría abundancia de oferta y la curva de contratos de futuros estaría en contango (lo opuesto a la backwardation), pues de todas las materias primas, el oro y la plata son –gracias a su valor– las más abundantes desde el punto de vista del ratio existencias/flujo (producción).

Una muestra más de la creciente “escasez” de oro se presentó ayer, al registrarse la tasa negativa más alta que se haya tenido desde 2001, en lo que se conoce como tasa GOFO (Gold Forward Offered Rate) a un mes: -0.1850%. Este es el tipo al cual dos agentes del mercado convienen un préstamo de oro en un swap contra dólares estadounidenses. Normalmente quien pide el préstamo de billetes verdes contra su oro paga un interés, pero cuando la tasa es negativa indica que es él quien que recibe el interés por prestar su metal precioso. El que paga para que le presten oro lo hace porque esto le permite comerciar con él y obtener una rentabilidad. De nuevo, un signo claro de exceso de demanda física y falta de oferta.

Este nivel de oro “escaso” está en un máximo de 13 años, como se aprecia en la gráfica correspondiente cortesía de Zerohedge.com (continúa después del gráfico).

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Asimismo, la US Mint, casa de moneda estadounidense, dijo el miércoles que suspendía su venta de monedas de plata “águila americana”, debido a una “tremenda” demanda durante las últimas semanas. La suspensión durará por tiempo indefinido hasta que tenga inventarios adicionales suficientes.

Reuters reporta que distribuidores en Asia y Estados Unidos están batallando por encontrar proveedores de monedas de plata como las “hojas de maple”. La Real Casa de Moneda Canadiense comenzó a racionar sus ventas a clientes mayoristas globales en respuesta a la alta demanda presentada desde septiembre.

Por otra parte, el especialista Koos Jansen ha presentado sus más recientes estimaciones para la demanda china de oro durante la última semana de octubre, cuando ocurrieron los más recientes desplomes de precio en el oro y la plata. Jansen dice que los retiros físicos de la Bolsa de Oro de Shanghái (SGE, por sus siglas en inglés) –el más certero indicador de la demanda china de oro, ascendieron a un total de 60 toneladas, casi 30 por ciento más que la semana anterior. Eso es el 50 por ciento del total de reservas imaginarias de oro del Banxico, compradas en solo una semana.

El analista neerlandés critica en su blog las notas de los medios como el propio Reuters y The Wall Street Journal, que hace unos días publicaron que había una supuesta disminución de la demanda china de oro. Esta información, como se desprende de los más recientes números de la SGE, es incorrecta.

Lo único cierto es que los precios entre más abajo sean tirados, seguirán disparando el apetito del público inversor por los metales preciosos. El oro y la plata no están “perdiendo brillo” como se difunde.

La mala noticia es para las empresas mineras, pues existen reportes de que algunas de ellas –siete de un total de 19 compañías revisadas por Bloomberg Intelligence– a los actuales niveles de precio alrededor de 1,140 dólares la onza, están vendiendo por debajo de su costo de producción. Por supuesto, cada mina tiene sus propios costos, pero la realidad es que muchas, las de mayores costos, están casi al límite y otras más incluso en México, ya están comenzando a suspender operaciones por tiempo indefinido. Los empresarios están prefiriendo hacer esto antes que seguir perdiendo por sacar el metal de la tierra.

Esta situación que apenas comienza, empeorará la falta de oferta de oro y plata en el futuro, lo que refuerza nuestra visión de que, una vez que termine esta prolongada y manipulada corrección a la baja, los precios tendrán que retomar su tendencia alcista de largo plazo. Como quiera, lo más importante es adquirirlos por su valor como protección contra la crisis que viene, en vez de especular con los precios. Como queda claro, los fundamentos de los metales preciosos monetarios, son más sólidos que nunca.

domingo, 31 de agosto de 2014

REPORTE CONTANGO: EL ORO SEGUIRÁ DANDO SORPRESAS




Hace un mes le informamos que las lecturas de Base y Cobase del oro –indicadores exclusivos de la Nueva Escuela Austríaca de Economía, para el contrato de futuros con vencimiento a diciembre, mostraban que se encontraba aún en contango, pero con un aparente rompimiento que indicaba que podría dirigirse hacia la backwardation en el futuro cercano. En la actualización de este mes, la confirmación ha llegado: el oro se dirige de manera consistente a una nueva fase de “escasez” física en el mercado, por lo que quien no lo tenga en propia mano, debería reclamar su entrega y sacarlo del sistema bancario.

Conviene que recordemos que la Base es la diferencia entre el precio del contrato de futuros más activo al momento (en este caso el de diciembre) y el precio “spot”, o sea, al contado. Dado que la normalidad es que los futuros sean más caros que el spot, dicha diferencia debe ser positiva. Esto es, hay contango y la curva de los precios de futuros es ascendente. Pero si el resultado es negativo, muestra una inversión de la curva que es lo que llamamos backwardation.

Lo mismo pero a la inversa ocurre con la medida de la Cobase, que se calcula restando del precio spot el del contrato de futuro más activo. De ahí que se esté en contango cuando el resultado es negativo, y en backwardation cuando hay Cobase positiva.

Mientras que el contango es señal de normal abundancia de oro fluyendo al mercado, la backwardation lo es de “escasez”, una seria anomalía. El metal precioso es escaso en la naturaleza pero no tiene por qué serlo nunca en el mercado, pues de hecho es la “materia prima” con el mayor ratio existencias/flujo de todas. Lo que esto significa es que para fines prácticos casi todo el oro que se ha extraído en la historia permanece con nosotros, porque por su valor nadie lo tira directamente a la basura, sino que es atesorado. Además, por sus características no puede ser ni quemado como el petróleo ni consumido como el arroz o el trigo. De ahí que la producción de oro sea siempre una pequeña porción de los inventarios totales.

Entonces, ¿por qué ocurre la “escasez” de oro manifestada en su backwardation? La razón es que la disociación entre valor y precio del metal conduce a los inversores a preferir no venderlo en físico, y aquellos que lo hacen, exigen un “premio” o sobreprecio para entregarlo al contado.

En este sentido, el gráfico siguiente (cortesía de Sandeep Jaitly de Feketeresearch.com) nos muestra con claridad que hay una nueva tendencia de la Cobase hacia arriba, por lo que se confirma que solo es cuestión de semanas para que entre en territorio positivo conforme nos acercamos al vencimiento. Las líneas continuas corresponden a los datos para el contrato a diciembre, las discontinuas para el de febrero. En azul aparece la Base y en rojo la Cobase. Desde 2013 la constante ha sido que el oro entra y sale de backwardation, pero la tendencia de largo plazo es a que se vuelva permanente con todos los peligros que eso implica: escaseará hasta que llegue el punto en que no haya oro suficiente para cubrir las obligaciones contenidas en los contratos de oro-papel, que son superiores en decenas de veces.




Asimismo, el comportamiento del ratio de bases y cobases oro/plata (gráfica siguiente) de los contratos de diciembre, indica que el mejor desempeño de la plata contra el oro es probable que continúe, por lo que el ratio mínimo observado en lo que va del año de alrededor de 60 onzas de plata por una de oro, se rompería a la baja. Ese ratio se encontraba en poco más de 66 al corte del viernes pasado. Dicho de otro modo, la plata tiende a encarecerse con respecto al oro y al dinero de papel, por lo que no es mala idea convertir posiciones áureas en plata, sobre todo entre más alto sea el ratio como ahora.



En suma, se mantiene vigente la recomendación de que, en caso de presentarse de nueva cuenta bajas pronunciadas tanto en el oro como en la plata en septiembre, se debe aprovechar para acumularlos más. Eso sí, siempre en físico. Su incomparable posición como refugios monetarios de largo plazo, más las cada día peores condiciones de la economía global, los vuelve indispensables en cualquier portafolio tanto de pequeños como de grandes inversores.

La expansión del crédito así como del dinero en circulación, continúa inflando burbujas por todo el planeta, por lo que al reventar, el oro y la plata seguirán dando muchas sorpresas que no podemos dejar pasar. Más vale estar preparados.

lunes, 4 de agosto de 2014

REPORTE BACKWARDATION: ¿CONVIENE MÁS EL ORO O LA PLATA?




El mes pasado advertimos que las presiones bajistas continuaban para los metales preciosos monetarios, y en particular sobre el oro. Desde entonces la onza áurea pasó de 1,327.50 el 1 de julio a 1,285.25 dólares al 31 de ese mes (London PM Fix). La razón de ese pronóstico fue que según las lecturas de la Base y Cobase, el mercado se encontraba en Contango, dando señal de que había abundante metal físico fluyendo al mercado.

La Base es la diferencia entre el precio del contrato de futuros más activo y el precio “spot” actual, es decir al contado. Dado que la normalidad es que los futuros sean más caros que el precio al contado, dicha diferencia debe ser positiva. Esto es, hay Contango y la curva de los precios de futuros es ascendente. Pero si el resultado es negativo, muestra una inversión en la curva para el contrato de futuros activo llamada Backwardation.

Por su parte, la Cobase se calcula restando del precio al contado el del contrato de futuro más activo. Por eso se está en Contango cuando el resultado es negativo, y en Backwardation cuando hay Cobase positiva.

Mientras que el Contango es señal de abundancia de metal fluyendo al mercado, la Backwardation es evidencia de “escasez”. El oro es escaso en la naturaleza pero NO en la superficie del planeta, debido a que es una “materia prima” que no es consumida sino atesorada por su valor. Esta característica lo dota del mayor ratio existencias/flujo (lo que se extrae de las minas) de todas las commodities. Lo que en español significa es que el oro producido es siempre una pequeña parte de los inventarios que, sobra decir, siempre tienen dueño sobre la faz de la Tierra.

Es por ello que la backwardation constituye una anomalía, pues la “escasez” del oro solo puede deberse a la reticencia de sus poseedores a enajenarlo, sobre todo a determinados (bajos) niveles de precio.
No es casualidad que desde 2013 se haya observado que cada vez que ocurre una caída pronunciada en el precio del oro, este salga a “esconderse” de la circulación. El nivel de gravedad de este problema que se manifiesta como backwardation, se mide a través de la Base y Cobase, indicadores exclusivos de la Nueva Escuela Austríaca de Economía fundada por el Prof. Antal Fékete.

En esta actualización de agosto, le informo que de acuerdo a las lecturas del cierre de mes que se aprecian en el gráfico siguiente (cortesía de Sandeep Jaitly de Feketeresearch.com), el contrato de oro de agosto en líneas discontinuas se disparó a backwardation. El de diciembre –ahora el contrato más activo, si bien continúa en contango, parece haber roto hacia arriba: de –0.41% a –0.29%. Esto sugiere que la fase de oro en contango podría estar por terminar en las próximas semanas, sobre todo si hay bajas pronunciadas en las cotizaciones.
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Por otro lado, el comportamiento del ratio de bases y cobases oro/plata (gráfico siguiente), sugiere que el relativo mejor comportamiento del precio de la plata con respecto al del oro, podría continuar este mes. O sea, en caso de que ambos caigan la plata lo haría en menor medida, y de irse al alza, sería en mayor proporción que el oro. Por supuesto, también podría suceder que el oro cayera mientras la plata se aprecia.

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Dado que aún no estamos en backwardation para el contrato activo del oro (diciembre), es posible que en agosto veamos aún presiones bajistas, pero de presentarse un desplome, desde luego, no debe verse como una mala noticia sino como la oportunidad de fortalecer las posiciones personales en metal precioso físico.

Ahora, debido al aludido mayor potencial de la plata, es más conveniente preferirla sobre el oro.

Y es que al final, como hemos advertido antes, la tendencia de la backwardation es a la permanencia. Lo que esto significa es que las “manos fuertes” siguen esperando pacientes a que se presenten los desplomes en los precios de los metales preciosos monetarios para acumularlos más y sacarlos de la circulación.

Así sucederá hasta que el metal disponible se acabe, pues aunque estará ahí, sus las “manos fuertes” no lo soltarán a un precio que no refleje su valor. ¿Qué implicaciones tendrá esto en un mundo en el cual hay más “oro” y “plata” papel de los que es posible entregar en físico? La respuesta, para quien no los tiene en propia mano sino confiados a terceros, es aterradora.

miércoles, 4 de junio de 2014

BAJA PRECIO DEL ORO; SALE DE LA CIRCULACIÓN



El precio del oro tuvo durante casi los tres primeros meses del año, una tendencia alcista que se ha revertido en lo que va del segundo trimestre. En este blog hemos pronosticado que la corrección (baja) del oro que inició en septiembre de 2011 tras alcanzar un máximo histórico de 1,923.70 dólares la onza, llegará a su fin este año, pero no sin antes visitar probablemente nuevos mínimos por debajo de 1,200 dólares, como sucedió el año pasado. Las presiones bajistas se siguen haciendo presentes por la percepción del público de que “no hay riesgos inflacionarios”.

No obstante, de nueva cuenta llamamos la atención sobre algo más importante que no nos dice ningún estudio basado en los precios del rey de los metales, y que es exclusivo de la Nueva Escuela Austríaca de Economía: el análisis de su Base y Cobase, que nos manda el mensaje cifrado de que el oro, está saliendo de la circulación para ser atesorado en manos privadas. Los amables lectores de esta columna sabrán de sobra que esas manos se están concentrando sobre todo en Asia, y en particular China, hacia donde se está transfiriendo esa riqueza y poder.

En términos simplificados, la Base es el resultado de restar del precio del contrato de futuro activo (o sea el próximo), el precio “spot” (al contado). Dado que la normalidad es que los futuros sean más caros que el precio al contado, la diferencia debe ser positiva. Esto es “contango” (curva ascendente). Pero si el resultado obtenido es negativo, muestra una inversión en la curva llamada “backwardation” (curva descendente).

A la inversa, la Cobase se obtiene restando del precio “spot” el del contrato de futuro más cercano (activo). Por eso se está en “contango” cuando el resultado es negativo, y en “backwardation” cuando hay Cobase positiva.

La Base y la Cobase tienen su origen en las materias primas agrícolas, que como sabemos su disponibilidad se mueve en ciclos conforme a las cosechas. No obstante, el caso del oro es especial por su condición de materia prima monetaria, dinero real, pues a diferencia de las agrícolas su oferta no está sujeta a un ciclo como el de aquellas, pues siempre hay abundante oro sobre la faz de la Tierra.

Para fines prácticos casi todo el oro que se ha extraído en la historia humana sigue con nosotros gracias a su valor, que nos hace atesorarlo. De manera que cuando existe una condición de “backwardation” (cuando hay Cobase positiva) –gracias a que el precio spot es mayor que el del contrato de futuros más cercano, es indicativo de escasez de la materia prima en cuestión. Esto en el caso del oro constituye una anomalía, pues aunque en la naturaleza sí es escaso, su oferta en el mercado es abundante por las razones expuestas. Siempre hay oro.

La única manera en que puede presentarse dicha “escasez” es que los tenedores de oro se sientan renuentes a venderlo. Por eso, quien quiera comprarlo debe antes pagar un sobreprecio respecto a la promesa de entrega futura (contrato de futuro activo), o de hecho no lo podrá obtener.

Por lo tanto el mensaje de la “backwardation” es claro: “no suelten su oro por el creciente riesgo de no poder recuperarlo después… cuando más lo necesitarán”.

La endeble situación del sistema económico y monetario a nivel mundial, es la causa de que los inversores más avezados –conocedores de la realidad– estén acumulando el metal precioso en grandes cantidades. Las condiciones de la economía mundial son endebles, y con impagables deudas e impresión de dinero de papel acumulándose día con día para “estimularla”, el rol del oro como refugio financiero se refuerza más que nunca. No es una promesa de pago que se pueda incumplir cuando se le posee en físico.

Desde principios del año pasado el oro ha estado en “backwardation” la mayor parte del tiempo, y ésta se dispara cada vez que bajan los precios.

Una vez más eso se confirma en la actualización de este mes de junio, pues le informo que con el descenso de las cotizaciones observado en la segunda quincena de mayo, la Cobase del oro en el contrato activo (junio) se disparó a territorio positivo (backwardation). Esta comenzó a descender al entrar al vencimiento, pero el contrato activo actual con vencimiento en agosto está sin duda solo a unos días de entrar a la misma condición, por lo que una vez más se confirma: el oro está saliendo de la circulación a tasas constantes.

Quien tenga oídos para escuchar la “alerta dorada”, que lo haga, pues aunque resulte paradójico, pese a su abundancia, el oro disponible se acaba de manera lenta pero consistente. El gráfico siguiente (cortesía de Sandeep Jaitly de Feketeresearch.com) que muestra la evolución corriente de la base en azul y la cobase en rojo del contrato de junio (líneas continuas) y agosto (líneas discontinuas), dice más que mil palabras.


viernes, 4 de abril de 2014

EL MENSAJE OCULTO DEL ORO




Imagen: Banxico
Hace un par de semanas comentamos aquí que el precio del oro terminará este año con su periodo de corrección (baja) iniciado en 2011, pero también que podría probar antes nuevos mínimos cercanos a 1,200 dólares la onza, como ocurrió en 2013. De manera que las presiones bajistas en su precio continuarán por ahora.

Sin embargo, el examen a la fecha de la Base y la Cobase del oro, indicadores exclusivos que revisamos en la Nueva Escuela Austríaca de Economía fundada por el Prof. Antal Fekete, nos revela que aunque el metal ya no está en backwardation como la mayor parte del año pasado, sí tiende a regresar a ella.

Hay backwardation en el oro cuando el precio al contado es mayor que el del contrato de futuros más cercano (contrato activo), y no al revés, como es normal.

La relevancia de esto es que indica que hay “escasez” en el mercado por una reticencia de los tenedores a desprenderse de su metal por razones de protección financiera. Los compradores entonces se ven obligados y dispuestos a pagar más caro si quieren adquirir el oro hoy, a pesar de que sea más barato hacer la compra con entrega a futuro. Hay cierta urgencia. La razón es que las condiciones de la economía mundial son tan endebles, que el oro corre a esconderse. En tiempos de turbulencia como los que vivimos, es el único refugio financiero confiable, pues cuando se tiene en físico no forma parte de la hoja de balance de nadie más. Es propiedad privada en toda la extensión de la palabra, y por si fuera poco, fuera del quebrado sistema bancario.

Con la subida de las cotizaciones que se observó durante la mayor parte del primer trimestre de 2014, la backwardation se perdió ante la llegada de más vendedores a precios más altos. Este tipo de inversores por lo general son especuladores y no inversionistas de largo plazo o manos fuertes, que ni siquiera con cotizaciones más elevadas están dispuestos a enajenar su riqueza áurea. Para ellos, la posible ganancia no compensa en absoluto los riesgos de vender su oro físico.

En este sentido, tras volver a caer los precios después de la anexión de la península de Crimea a Rusia, la Base y Cobase del oro, medidores que nos dicen cuándo el oro está en backwardation y cuándo en contango, su opuesto, muestran una tendencia a regresar a la primera condición. Así se observa en el gráfico siguiente (cortesía de Sandeep Jaitly de feketeresearch.com), en el que la línea azul es la base y la roja la cobase. Las continuas corresponden al contrato de junio y las discontinuas al de agosto. Cabe recordar que hay backwardation cuando la Cobase llega a terreno positivo y por ahora, hay contango.


En el caso de la plata, el contrato activo de mayo (líneas discontinuas) está a punto de entrar en backwardation (Cobase positiva), lo cual es muestra de que los niveles de precio actuales, la plata es más atractiva que el oro, y de que su cotización tiene por ahora menos presiones a la baja que la de aquél.



El mensaje oculto de esto que no revela ningún análisis técnico tradicional, es que el oro físico está saliendo de la circulación para ser atesorado en manos privadas. Ese vaivén de backwardation – contango – backwardation, marca una tendencia clara hacia la permanencia de ésta.

Ese no sería problema excepto por algo: la cantidad de obligaciones en papel (futuros, opciones, préstamos de oro, cuentas “no asignadas”, etc.) es mucho mayor al oro físico que las respalda. La salida de circulación que revela la backwardation tiende a reducir más las existencias disponibles para cubrir aquellas, lo que anticipa de entrada que en el mediano y largo plazos el precio tendrá que ser mucho más elevado, pero además, que tarde o temprano a la abrumadora mayoría de tenedores de “oro” papel se les incumplirá el pago en metal. Una masacre financiera.


Por eso, todo aquel que tenga oro en manos de terceros debe reclamar su pronta entrega, y acumular más si la oportunidad se presenta. Como dice el Prof. Fekete, “cuando se trata del oro, no se puede confiar en nadie”.

viernes, 7 de marzo de 2014

ORO Y PLATA SALEN DE BACKWARDATION ¿POR QUÉ?




En la actualización de febrero le comentamos que el fenómeno conocido como backwardation, se mantenía en el oro pero que se había disparado en la plata, debido a lo bajo de sus precios. Esto la convertía en una opción preferible a la del oro, que desde inicios de 2014 ha vivido un rally (alza) que llevó su precio de 1,225 dólares a los niveles actuales alrededor de 1,350 dólares la onza troy. La plata en el mismo período ha tenido también un comportamiento positivo, pero menos vigoroso.

Como mero recordatorio, en los metales preciosos monetarios hay backwardation cuando el precio al contado (spot) del metal, es superior al del contrato de futuros más cercanos.

Esta condición que suele ser “normal” y temporal en otras materias primas, no lo es en el oro y la plata. Y es que si la backwardation nos dice que hay cierta escasez de una mercancía determinada, eso no tendría por qué presentarse en estos metales, pues ambos son las commodities con los ratios existencias/flujo más altos de todas.

En otras palabras, siempre habrá inventarios físicos disponibles en el mercado, pues por su valor –que les dio históricamente el rol de dinero en el mercado, son atesorados en su totalidad como el oro, o bien de manera parcial como la plata. Cabe explicar que al ser un metal industrial además de monetario, una parte de la producción de plata sí es consumida y por tanto, “desaparece” de los inventarios existentes.

¿Por qué hay entonces escasez/backwardation en ellos? Solo puede deberse a una cosa: la relativa reticencia de sus tenedores a venderlo, sea por razones de precio bajo o porque consideran que desprenderse de sus metales preciosos los deja sin la protección financiera que brindan.

Como hemos explicado en este espacio, en la Nueva Escuela Austríaca de Economía sostenemos las teorías del Prof. Antal Fekete, en el sentido de que el oro y la plata tienden a una situación única en su tipo de backwardation permanente. Antes de que ésta sea definitiva, oscilarán por períodos entre backwardation y contango (su opuesto).

Lo que esto quiere decir es que los dos están en un proceso de salida de la circulación hacia lo que se denomina “manos fuertes”: inversores que no están dispuestos a soltar sus lingotes, barras o monedas de metal fino casi a ningún precio, pues lo guardan como refugio seguro ante lo que perciben como un inevitable colapso del sistema universal de dinero irredimible (fíat). En el camino, sobre todo al subir los precios, “manos débiles” y especuladores venderán, y con más oferta física, se saldrá de backwardation. No obstante, la tendencia se retomará.

Por eso cada día se suman nuevas bóvedas privadas sobre todo en Asia, que sirven como custodias de grandes tesoros de inversionistas de todas latitudes, y que prefieren no tenerlo más en Occidente, donde se quedarán con sus montañas de deudas, trillones de billetes y “oro” papel. Lo mismo explica por qué China es ya el mayor consumidor de oro del planeta, y por qué Shanghai habrá de sustituir en el futuro a Londres como la capital global de este mercado: están anticipando este cambio de era donde jugarán el rol protagónico, gracias al oro.

En esta actualización al corte de marzo, justo le informo que ante el rally del oro ya no está en backwardation.

Los indicadores que nos permiten medir la intensidad de esta condición son la Base y la Cobase. Estos miden de diferente manera la relación que guarda el precio spot con el de futuros. En términos simplificados, la Cobase se obtiene restándole al precio spot (al contado), el precio del futuro. La Base, restándole al precio del futuro, el spot.

De esta forma cuando tenemos Cobase positiva (línea roja), estamos en backwardation. Como lo muestra el gráfico siguiente (cortesía de Sandeep Jaitly de Feketeresearch.com), esto ya no es así para el contrato de oro activo (abril).



Asimismo, la más moderada subida del precio de la plata la mantiene en un nivel bajo de backwardation para el contrato de marzo, pero no así para el de mayo, que es ahora el contrato activo.


Lo que esto podría indicarnos es que en el corto plazo, las cotizaciones en dólares podrían caer de manera importante. De presentarse esta baja, volveríamos a la backwardation muy pronto. Si no, de cualquier manera regresaremos a ella, pues las “manos débiles” que ahora abastecen el mercado físico son finitas, y las fuertes, reiteramos, no estarán dispuestas a enajenarlo ni aun a precios más altos.

¿Cómo se comportará el mercado? Muy pronto lo veremos.

miércoles, 5 de febrero de 2014

SE DISPARA AHORA, BACKWARDATION DE LA PLATA




http://www.oroplata.com
El mes pasado le informamos que la backwardation del oro se había disparado para el contrato de futuros con entrega (vencimiento) en febrero, en ese momento, el contrato activo. Al mismo tiempo, el contrato de abril estaba a punto de alcanzar también dicha condición, que ahora, se ha consolidado.

Cabe recordar que para el oro, hay backwardation cuando el precio al contado (spot) del metal, es superior al del contrato de futuros más cercanos.

Esta backwardation es una anormalidad, pues nos dice que hay una cierta “escasez” del metal precioso físico en el mercado, razón por la cual los inversores están dispuestos a pagar un sobreprecio, con tal de disponer de él de manera inmediata.

Aunque sí, en la naturaleza el oro es escaso, lo cierto es que en el mercado nunca lo es, o nunca debería serlo, pues para fines prácticos todo el oro que se ha extraído en la historia sigue con nosotros de alguna forma o de otra: como lingotes, monedas, joyas, etc.

De ahí que el rey de los metales sea distinto de las demás materias primas: posee un ratio existencias/flujo como ninguna otra, salvo la plata, que ocupa el segundo lugar. En otras palabras, la producción anual de esta “commodity” aporta una mínima parte a los inventarios ya existentes. El oro no se consume, se atesora.

Esa característica atribuible al valor que las personas le otorgan, y que la convirtieron asimismo en la mercancía más vendible de todas, es la razón por la cual la espontánea acción humana –en distintos lugares al mismo tiempo y en los mismos sitios en diferentes momentos, la elevó al nivel de medio de intercambio general por excelencia. En una palabra, dinero.

Por eso poco importa que los gobiernos y bancos centrales, enemigos declarados del dinero honesto de oro y plata, hayan impuesto leyes para desmonetizarlos. Su esencia monetaria es inmutable, y el hecho de que no hayan sido impuestos por obra del Estado, los convierte en el dinero de los libres.

Vaya diferencia con respecto al esclavizante dinero fíat (de papel, digital, plástico, etc.), instaurado por los gobiernos para tener como “base” de su sistema el dispendio y la deuda exponencial.

Así que el que haya escasez o backwardation del oro y la plata, nos dice que hay personas que no se sienten seguras ni satisfechas con liquidarlos, y menos, a los deprimidos precios de hoy. Su valor sigue intacto para ellas, pues saben que el colapso de ese sistema monetario con cimientos de papel, es inevitable.

En este blog le hemos informado que, desde hace un año, el oro entró en esa backwardation que se ha vuelto permanente. El oro se sigue acumulando en manos privadas.

El grado de backwardation se mide de acuerdo a los cálculos de la Base y la Cobase de ambos metales preciosos monetarios, sobre los que hemos abordado ampliamente en este blog. Ambos indicadores miden de diferente manera la relación que guarda el precio spot con el de futuros.

En términos simplificados, la Cobase se obtiene al restar el precio futuro al del spot. La Base, restando del futuro el precio al contado. Por tanto, cuando la Cobase es negativa hay contango, que es lo normal; y cuando es positiva, hay backwardation.

A la fecha, como se observa en la gráfica (cortesía de Feketeresearch.com), la Cobase para el contrato de oro de abril tiene una lectura de apenas +0.06%, pero con una clara tendencia ascendente. El de junio, se aproxima de igual manera a backwardation.

No obstante, la mayor novedad al corte de este mes, es que ahora la backwardation de la plata es la que se ha disparado. Para el contrato de marzo (líneas continuas del gráfico), su Cobase (en rojo) alcanzó ya el +0.60%.



Esa preferencia de la plata sobre el oro, nos dice mucho. El mensaje de la plata, para el que lo sabe es leer, es muy claro: comete un gran error quien la ignora, pues de ambos metales preciosos monetarios es el que ofrece en estos momentos el mayor valor, al menor precio.


Los inversores están yendo ahora más por la plata, y hacen bien. Como el de su compañero el oro, su mercado alcista mayor aún no termina, y el peligro del colapso financiero, nos orilla a reforzar cada día nuestros escudos contra la crisis global que viene.

jueves, 30 de enero de 2014

SALIDA MASIVA DE ORO DEL COMEX




Imagen: thisismoney.co.uk
El Commodity Exchange (Comex, bolsa de intercambio de  futuros y opciones de metales) ha observado durante la última semana de enero, un retiro masivo de oro físico de sus bóvedas, en específico, de la categoría “eligible”.

Ésta corresponde a lingotes propiedad de terceros, ajenos al Comex, que sin embargo deciden dejarlos bajo resguardo en esos depósitos, ante la previsión de futuras nuevas operaciones de compra-venta o bien, por mera seguridad.

En otras palabras, no se trata de metal disponible para pagar contratos de futuros, como sí es el caso de la categoría “registered gold” (oro registrado), aunque estén en el mismo sitio.

El caso es que en cuestión de cuatro días, más de 20 toneladas de oro “eligible” fueron removidas, es decir, sacadas del Comex.

Los grandes retiros de esta última semana están compuestos por uno de 16 toneladas –el 23 de enero, más otro de 10 toneladas adicionales el 27 del mismo mes.

Cabe señalar que cinco depositarios en total integran el sistema del Comex: Brink’s, HSBC, JP Morgan; Manfra, Tordella & Brookes y Scotia Mocatta.

Llama la atención que de las 16 toneladas del primer día, 10 fueron extraídas de los depósitos de JP Morgan –las otras seis de Brink’s, lo mismo que las 10 toneladas de cuatro días más tarde. Eso significa que JP Morgan perdió en total 20 toneladas en menos de una semana.

Si bien ya hay un precedente de retiros de esta magnitud (el 13 de diciembre de 2012), lo cierto es que para JP Morgan esas salidas de 10 toneladas empatan en la categoría de los mayores retiros de un solo día en toda la historia.

Por supuesto, no sabemos a ciencia cierta quién o quiénes decidieron llevarse su oro a casa o a otro depósito, pero sí podemos pensar que su dueño, seguramente desconfía del sistema Comex y quizás, no dude en sacarlo de Estados Unidos. Tal vez ese oro forme parte de las estadísticas de exportación del metal hacia China, del que es el segundo proveedor en importancia vía Hong Kong, después de Suiza.

Conviene recordar que el país alpino solo es un intermediario en la ruta dorada Inglaterra – Suiza – Hong Kong – China continental.

Con todos estos datos, reiteramos lo que hemos advertido en este blog: los inversores más avezados continúan sacando su oro de la circulación. El oro disponible se “acaba”.

Es sorprendente cómo Brink’s, tiene ya tan poco oro en sus manos, tanto “eligible” como “registered”. Pasaron de alrededor de 650 mil onzas hacia el final de 2013, a poco más de 186 mil a la fecha.

A JP Morgan, por su parte, ya solo le quedan al momento algo más de 816 mil onzas en total, de las cuales solo están disponibles poco más de 87 mil onzas “registered”.

Los dos grandes jugadores son HSBC y Scotia, pero aún entre los dos apenas si llegan a tener poco más de ocho toneladas de oro registrado para entrega.

No es casualidad entonces, que en todo el sistema Comex el oro registrado se encuentre en niveles mínimos históricos, ni que el total de “dueños” por onza se ubique por encima de 110.

Las señales “esotéricas” del oro como su condición de “backwardation” que prevalece, más las salidas masivas del Comex, dan luz a quien quiere ver, de que se acerca el día en que las obligaciones de entrega de oro no podrán ser cubiertas.


Llegado el día, bancos y personas clamarán por rescates gubernamentales para subsanar estas pérdidas, pero lo malo, es que ni ellos ni los bancos centrales pueden imprimir oro. Serán pagados con dinero fíat (de papel, digital, etc.), justo cuando tenderá más rápido que nunca hacia su verdadero valor: cero.


martes, 21 de enero de 2014

¿CÓMO MEDIR CORRECTAMENTE LA #DEFLACIÓN?




Imagen:
www.cmi-gold-silver.com/
Antes de entender lo que es el “precio” de algo, debe tenerse claro qué es qué no es lo que conocemos como dinero, pues el primero siempre será entendido en términos de determinada cantidad del segundo.

El dinero es una institución social y no una creada por el Estado. El origen de éste fue perfectamente explicado por Carl Menger –fundador de la Escuela Austríaca de Economía, en obras como “El Origen del Dinero” y “Principios de Economía”. En este espacio hacemos una invitación a conocer la valiosa obra de Menger, que ha sido ninguneada por las actuales escuelas predominantes: la monetarista y la keynesiana.

Pues bien, el dinero se define en términos de “mercadeabilidad”. Así pues, es el bien más vendible en determinado tiempo y espacio el que tenderá a convertirse en el medio de intercambio general. Es por eso que a lo largo de la historia de la humanidad, mercancías tan diversas como la sal, el cacao, conchas de mar, té o ganado han jugado este importante rol.

La razón es que el ser humano económico se dio cuenta de la necesidad de minimizar sus pérdidas a la hora de comerciar. Al principio, un sujeto A solo podría cambiar sus mercancías con el sujeto B si éste, a su vez, estaba dispuesto a entregar las suyas en reciprocidad.

Las complicaciones y problemas de este mecanismo directo conocido como trueque son obvias: si la persona B no quería recibir las mercancías de A, ni viceversa, tendrían ambas que salir a encontrar no solo quien sí las quisiera, sino además, que esa persona a su vez estuviera ofreciendo lo buscado por A y por B.

El desarrollo mismo del mercado, sin la intervención del Estado, permitió que aquellos más perspicaces notaran las ventajas de intercambiar sus mercancías primero por una más comúnmente aceptada por la mayoría, aunque ésta solo la deseara y utilizara para canjearla a su vez, por el bien que quería desde un principio. Un intercambio indirecto.

Esa segunda mercancía, usada como medio para llegar a un fin, es la que fungiría como dinero.

Ese proceso de ir descubriendo el mejor de los “dineros”, tanto en distintos lugares al mismo tiempo, como en los mismos lugares en diferentes momentos, ha concluido siempre en el descubrimiento de los metales preciosos, oro y plata, como los más convenientes para esa función.

Sus características y propiedades pues, los elevaron al rango de dinero por excelencia, como las mercancías más vendibles de todas y con el menor diferencial (spread) entre el precio de compra y de venta, gracias al apetito humano por aceptarlas y hasta acumularlas de manera casi ilimitada, en una palabra, por su valor.

La vieja frase de que una “monedita” de oro cae bien a todos, resultó cierta. De hecho, el comienzo de la acuñación de moneda, esta sí por parte del Estado al establecer contenidos y grado de pureza de las mismas, elevó aún más la por sí “vendibilidad” más alta de los metales preciosos.

Siendo el oro el dinero supremo, cualquier precio verdadero tiene que ser expresado en función de él. 
Imagen: www.coinnews.net
Todo “precio” (así entrecomillado) medido en dinero fíat (pesos, dólares, euros, etc.), es aparente, pues para conocer su precio real, debe ser comparado a su vez con el “precio” fíat del oro para saber su equivalencia en masa del metal.

Recordemos que por lo general, el “precio” fíat que se da a conocer es el de la onza de oro puro (31.1 gr.) en dólares de Estados Unidos.

En este entendido, nada importa la desmonetización forzada del oro que hicieron los gobiernos del mundo para imponer sus esclavizantes divisas de papel, cualquier “precio” para ser entendido en términos de precio verdadero o real, debe ser a su vez convertido a precio en oro (sea en gramos, onzas, etc.).

Por lo tanto, cuando se va a analizar el desarrollo futuro de los “precios”, o sea si habrá inflación (subida) o deflación (baja), debe examinarse si las mercancías en el comercio serán intercambiadas por más oro (precios verdaderos al alza), o por menos (precios reales a la baja).

Deflación no es otra cosa entonces que los precios verdaderos (cantidad de oro) desplomándose.

Aquí le he explicado cómo por medio de la utilización de dos herramientas de análisis como la Base y la Cobase del oro –que miden de diferente forma inversa la relación que guarda el precio al contado o spot del metal con el de los contratos de futuros más próximos, podemos darnos cuenta de que éste se encuentra desde el año pasado en una situación de “backwardation” que tiende a la permanencia.

En términos simplificados, esa backwardation nos dice que el oro tiende a salir de la circulación, por la creciente montaña de deudas impagables en dinero fíat que se acumulan en el mundo, cortesía del derroche universal de los gobiernos, y de la monetización que de ella hacen los bancos centrales al imprimir billetes “de la nada”.

Otra cara de esas deudas impagables es por cierto el sobreapalancamiento que hay de oro en el planeta.

En palabras sencillas, hay más oro del que es posible entregar en físico (a causa de los derivados de oro, préstamos de bancos centrales y el sistema de reserva fraccionaria con que operan los especializados Bullion Banks), y ante esta anomalía, de nuevo los más avezados están corriendo apresurados para acumularlo en manos privadas, antes de que se “agote”.

Imagen: Oroyfinanzas.com
Como en el juego de las sillas, cuando la “música” de la recuperación económica deje de tocar y de pronto todo el planeta descubra el monstruo deflacionario que ha nacido, todos correrán a por sus lingotes y monedas

Para desgracia de la mayoría, el oro ya no estará ahí, ni en el Comex (Commodity Exchange) ni en el Banco de Inglaterra ni en ninguna parte, o sí, pero lo estará en manos de quien no lo enajenará jamás a ningún “precio” fíat.

¿Quién en medio de un naufragio a mitad del océano querría vender el bote salvavidas de su familia, así le ofrecieran a cambio todo el dinero del mundo?

Ese colapso de los “precios”, su desaparición de facto, la imposibilidad convertir dólares, euros, pesos, etc. en oro contante y sonante, o dicho de otro modo, que no valgan nada en términos del metal, es hiperdeflación: el cese del intercambio de “dinero” fíat por dinero real, la extinción de su “precio”.

Ese que aquí podríamos llamar el Gran Colapso Original, que ha sido predicho por el análisis científico del Prof. Antal E. Fekete, fundador de la Nueva Escuela Austríaca de Economía, de inmediato se trasladará a todos los demás mercados, y más que nada al de materias primas.

A eso se refiere el gurú de las commodities Jim Rogers, cuando ha hablado de que “no habrá comida a ningún precio”. Sí, a ningún “precio” fíat. Los tenedores de materias primas solo aceptarán trueque, es decir, ser pagados a precios reales a cambio de dinero real, verdadero (oro y plata físicos), para a su vez tener capacidad de canjearlo por lo que necesiten.

Esta deflación puede verse como encarecimiento del oro en términos de mercancía, o bien, como que a cambio de “X” o “Y” bienes como pueden ser petróleo o trigo, podrá obtenerse menos oro, y mucho menos del que se puede obtener hoy. Un desplome de los precios verdaderos.

Con esto presente, puede comprenderse mejor que el que los asiáticos –sobre todo China- se estén llevando el oro y vaciando las arcas occidentales, no implica nada más un cambio de lugar de almacenamiento para el metal, sino una transferencia colosal de riqueza y poder real, que marcará sin duda el inicio de una nueva era para la humanidad.


Una, en la que por desgracia, habrá solo dos bandos: los que anticiparon el cambio… y los que se quedaron atrás.

viernes, 17 de enero de 2014

DEFLACIÓN: EL “OGRO” QUE ASUSTA A CHRISTINE LAGARDE



Imagen: commons.wikimedia.org
El mes pasado le informamos que las bóvedas de oro en Londres, de acuerdo con un reporte de Ken Hoffman, titular del área de Investigación en Minería y Metales de Bloomberg Industries, se encontraban “virtualmente vacías” ante el embarque masivo de lingotes hacia el lejano Oriente, en particular, hacia China.

Así las cosas, un nuevo reporte del portal FastMarkets.com fechado este miércoles, da cuenta también de una “intermitente escasez” de barras de 400 onzas de oro, de las conocidas como “Good Delivery”.

A causa de ello, esas barras que cumplen con los estándares de peso, tamaño, forma y pureza que establece la London Bullion Market Association (Asociación del Mercado de Lingotes de Londres), según el reporte han experimentado una elevación en los “premios” (sobreprecio) que los vendedores demandan para su entrega física, que llegan a ser tan altos como 50 centavos de dólar por onza.

Esta “escasez” puede deberse a diversos factores como el ya comentado embarque a China, pero también a la mayor demanda de solicitudes de entrega, ya no solo en papel o certificados, por parte de consumidores de todo el orbe.

Bernard Dahdah, analista encargado del área de investigación en metales preciosos de Natixis, citado por FastMarkets, dijo que “una parte del problema es que grandes cantidades de estos lingotes que provienen de (las ventas de) ETFs, han sido movidas a nuevos procesos de refinación para convertirlas en barras más pequeñas de tres nueves, y por lo tanto, no están ya disponibles para el mercado londinense”.

Como quiera, las voces que advierten sobre esta “fuga” de oro del sistema central con sede en Londres, no dejan de multiplicarse.

Esto está relacionado de forma directa con lo que aquí le comentamos la semana pasada en el artículo “Se dispara la backwardation del oro”.

La backwardation, fenómeno del mercado que se presenta cuando el precio al contado o “spot”, es más elevado que el de los contratos de futuros de oro más cercanos, es otra forma de entender el alza en los “premios” (sobreprecios).

Ahora, no podemos entender esa backwardation o “escasez” de oro como una condición momentánea o de corto plazo. No. El camino para llegar a ella ha sido lento, largo pero consistente, de modo que aunque por momentos se pierda y luego regrese a ella en un continuo vaivén, la tendencia es hacia la backwardation permanente.

Que haya backwardation permanente quiere decir que el oro está saliendo de la circulación poco a poco.

Cada día manos más fuertes, es decir, de inversores que lo adquieren como una protección y no para especular, lo retiran del mercado hacia arcas privadas, en muchos casos, alejados del sistema bancario occidental.

In pectore, esos inversionistas saben que cada día el riesgo de incumplimiento de pago, es decir, de que les entreguen sus barras en forma material, aumenta conforme se siguen inflando burbujas en los mercados de deuda, de divisas y bursátiles, además de un peligro creciente de expropiación, sobre todo, en los Estados Unidos.

Quien no lo crea, debería recordar que no sería la primera vez que ocurre.

La tendencia es tan fuerte, que llegará el día en que esas manos fuertes se nieguen, por la incertidumbre del momento, a entregar sus tesoros a ningún precio, y el intercambio directo o trueque, comenzará a ser preferido. Deflación pura en la que, ante el colapso de todo, solo lo que posea un valor real será aceptado.

El miedo a la deflación es tal, que ya hasta la directora gerente del Fondo Monetario Internacional, Christine Lagarde, este miércoles en medio de un discurso muy optimista sobre la economía mundial -en el que vaticinó “siete años de bonanza”, declaró que "Si la inflación es el genio, entonces la deflación es el ogro al que debemos combatir decididamente". Su temor, es evidente.

Lo malo para ella y los banqueros centrales, es que la historia nos enseña que la deflación es un monstruo tan inevitable como invencible, por lo que el “dinero bueno”, en vez de escucharlos, seguirá dirigiéndose a los refugios más seguros.

Hace bien. El tiempo se acaba.