Foto: Ramón Romero/El Universal |
Hoy el recién llegado presidente Enrique Peña Nieto, ha anunciado que mañana entregará al Congreso, el Paquete Económico para 2013, que incluye los llamados Criterios Generales de Política Económica, la Ley de Ingresos y el Presupuesto de Egresos.
Esto es una buena noticia, pues
lo estará entregando una semana antes del límite, para que sus planteamientos
se discutan ampliamente y se aprueben a tiempo. Pero además, lo más importante
es que el presidente ha refrendado su compromiso de mantener un déficit cero.
¿Qué significa esto? Que por
primera vez, el gobierno de nuestro país, no gaste más de lo que le ingresa.
Desde luego, para lograr esto, tendrá que haber algunos recortes y
reasignaciones de gastos.
Lo bueno de ello es que se dará
prioridad a los compromisos que asumió durante su campaña, y a los programas
sociales. Lo mejor, es que la meta se logrará sin nuevos impuestos.
Vaya ejemplo y lección que le
está dando el presidente Peña Nieto, a Obama y presidentes de otros países, que
están en graves problemas económicos, como algunos europeos.
Acuérdese que aquí le he
platicado de un inminente acuerdo sobre lo que se conoce como “precipicio
fiscal”, allá con nuestros vecinos del norte. Ese acuerdo, que no servirá para
evitar una nueva recesión sino solo para retrasarla algunos trimestres,
implicará dos cosas muy preocupantes para todos: una, que mantendrán
elevados déficits fiscales; y dos, seguirán endeudándose cada día más.
En otras palabras, mientras aquí
se avanza en sentido correcto para salir de la crisis, allá seguirán cavando
más profundo el agujero en que se encuentran.
Algo similar está ocurriendo en Europa,
donde las violentas propuestas en las calles son justo en contra de los
recortes a los gastos y beneficios que da el gobierno. Como ya se acostumbraron
a recibirlos, ahora que llega la hora de pagar, a la gente ya no le gusta.
Igual nos ocurrió aquí en
la crisis de 1994-95. Como ve, para que los mexicanos no lleguemos a esos
extremos, es necesario primero ese déficit cero, y al mismo tiempo, centrar la
atención en hacer más atractivo y competitivo a nuestro país, para que vengan
más inversiones directas a generar empleos y riqueza.
La expectativa de crecimiento
para el próximo año es bastante limitada, alrededor del 3.5%, sobre todo por el
complicado entorno internacional. Sin embargo, si se aprueba este paquete y se
van cumpliendo los compromisos firmados por los tres principales partidos
políticos, en el Pacto por México, podremos ser optimistas de que nos va a ir
mejor.
Es cierto por otra parte, que la
inflación nos va a seguir dando problemas, en especial por los precios de los
alimentos y materias primas. Nuestro pronóstico sigue siendo que en 2013, Banco
de México se verá obligado a elevar las tasas de interés para tratar de frenar
esas subidas de precio, que por fin, admitirá que no son temporales.
Esperemos que con el mismo ánimo
que acordaron el Pacto por México, la mayoría de los partidos se pongan de
acuerdo, y no caigan en la tentación de “estimular” la economía, con más gasto.
Necesitamos disciplina, pues aunque tarde, la recompensa nos va a llegar.
Axa Padilla ¿Le debemos dar una medalla por este anuncio? ¿Para cuándo un presupuesto con superávit y el plan de inversión en nuevos activos sin recurrir al endeudamiento? ¿Cuánto vamos a poder aguantar el déficit cero? Las principales fuentes de ingreso siguen a la baja: los paisanos ya no mandan la misma cantidad de dólares, los turistas tienen miedo de venir a México y ser secuestrados y descuartizados o de tener la mala suerte de estar en el lugar y el momento equivocados, el petróleo no siempre estará al alza, además cuántos Estados en quiebra habrá que rescatar y por cuánto tiempo más podremos aguantar a la burocracia y sus excentricidades.
ResponderEliminarEl control de la inflación no depende totalmente del Banco de Mexico y es el precio que debemos pagar por tener nuestro peso MXN vinculado al billete verde USD. Estamos, junto con los demás países absorbiendo el descontrol de la imprenta de la Reserva Federal de los Estados Unidos. Si Estados Unidos imprime México y los demás también, hay que rebajar el valor de nuestra divisa para que a nuestro principal cliente no le resulten caros nuestros productos y podamos seguir exportando y creciendo a tazas raquíticas y manipuladas del 3.5%. Yo sigo viendo que una vez más una tormenta de dimensiones incalculables se acerca sin embargo yo estoy preparado para el diluvio.