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Los amables lectores de este blog
están informados acerca de los planes de China de internacionalizar a su divisa
–el yuan, y que para hacerlo, quieren que esté ampliamente respaldada por
reservas de oro físico. Asimismo, que en los planes futuros de Beijing está el
de desplazar a Londres y Nueva York como las capitales globales del comercio
del metal –el dinero real, para tener una influencia mayor en el
establecimiento de sus precios. No por nada Reuters publicó el viernes
que lanzarán su propio “gold fix” (precio referencial del oro) este mismo año.
Y es que la sombra de la
manipulación de las cotizaciones de los metales preciosos monetarios, ha estado
presente por décadas. Los chinos lo saben de sobra. Sin embargo, no tienen
ninguna prisa por acabar con el precio deprimido que mantienen las potencias
occidentales, en especial, Estados Unidos y Reino Unido. Esto porque gracias a
ello, la descomunal demanda física de
oro de los chinos pasa más desapercibida, y además, porque le permite a sus
ciudadanos adquirir gran valor a precios de ganga. Pese a ello, las limitadas
existencias materiales de oro, hacen imperativo que China se prepare para el
momento en el cual la capacidad de deprimir los precios de los bancos centrales
de Occidente, se vea limitada. Para entonces, Asia habrá absorbido la absoluta
mayoría del oro disponible en el planeta.
Fuentes de Reuters informaron que este nuevo referencial chino estará
denominado en yuanes –o renminbi (RMB) como también se le denomina, y que se
derivará de transacciones de contratos de 1 kg. en la Bolsa de Oro de Shanghái
(SGE por sus siglas en inglés). Como es obvio, la presión que ya existe sobre el viejo “fix” del oro de Londres,
aumentará. Hasta hoy, ese fix es el principal precio usado para contratos
entre productores, refinadores y bancos centrales. Justo por eso, dijo la
fuente, en el “dragón” asiático necesitan un referencial propio que sería “complementario
al oro-fix de Londres denominado en dólares”.
Claro está que para la plena
internacionalización del nuevo referencial áureo –cuyo nombre formal no ha sido
todavía revelado, seguirá haciendo falta una libre convertibilidad del yuan,
que apenas está en proceso. Aún así, como aquí le informamos en septiembre, la
SGE abrió ya una división internacional en la Zona de Libre Comercio (ZLC) de
esa ciudad. Shen Gang, vice administrador general de la bolsa, fue claro al
señalar en su momento que el banco popular (central) de China les había “encargado
la misión de explorar maneras de impulsar el uso del yuan en el mundo”. No hace falta decir que cada paso que
avance el RMB, es uno que retrocede el dólar como divisa de reserva.
No por nada la intención china es
la de que su próximo fix del oro sea más transparente y, a diferencia del
centenario referencial londinense, nazca siendo por completo electrónico y claro.
Pese a ello, hay cierto escepticismo natural en la comunidad de metales
preciosos, que debe cuidarse de no caer en el error de subestimar a los chinos,
que no pararán hasta que su fix sea el
predominante.
En este contexto, otras regiones
del continente asiático están haciendo esfuerzos al respecto. Por ejemplo, el CME Group lanzó un contrato de futuros
liquidable en oro físico en Hong Kong a principios de año, y en Singapur
hicieron lo propio con un contrato de 25 kilogramos.
Por si fuera poco, hace un mes la
Asociación del Mercado de Lingotes de Londres, (LBMA por sus siglas en inglés) informó
que había bancos chinos “muy interesados” en participar en el remplazo del
London Gold Fix: el nuevo LBMA Gold Price. Por cierto, este
nuevo referencial británico empezará a funcionar el 20 de marzo próximo. Los
precios se “fijarán” como hasta ahora dos veces al día, a las 10:30 y 15:00
hrs. (hora de Londres) en tres divisas: dólares estadounidenses, euros y libras
esterlinas.
Como podrá darse cuenta, para
Beijing el oro es un asunto de seguridad
nacional financiera y de poder. No sólo tendrán influencia en el centenario
fix de Londres, sino que además –con la llegada de su propio referencial, se
preparan para ese momento en el que se convertirán en la potencia dominante en
este siglo, de la mano del rey de los metales.
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