Este blog le da seguimiento
periódico a la acumulación de onzas de plata Libertad –la moneda de inversión
más conocida en el país junto con el Centenario de oro, por parte del público inversor.
De esta forma, descubrimos que la
demanda tiende a elevarse en períodos de crisis o de alta inflación. Así ha
sido desde el inicio del siglo.
En esta entrega le actualizamos
las cifras. Según datos oficiales de Banco de México (Banxico), el apetito de
los mexicanos por el metal fino cayó 3.7 por ciento en 2014 respecto a 2013. El
total de monedas nuevas de una onza de plata pura puesto en circulación ascendió a solo 823,091. Esta cifra se
encuentra apenas por debajo del promedio de los últimos 15 años (línea
amarilla), de 858,195 monedas anuales (continúa después del gráfico).
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Por donde se le vea, es una mala
noticia que los mexicanos no estén adquiriendo metales preciosos en físico como
protección financiera al nivel que lo están haciendo en otros horizontes, en
especial, en Asia. Aunque la caída en la demanda del año pasado no es un
desplome como el que se dio en 2012, la realidad es que los ahorradores nacionales no aprovecharon que la plata se vendió a
precios mínimos de cinco años. Una oportunidad perdida.
Como le informé hace unos días,
este mes la tendencia del metal precioso ha sido al alza, pero aunque no se
descarta una nueva caída importante de las cotizaciones, nada garantiza que
volvamos a ver los niveles del año pasado.
El oro y la plata están dentro de
un mercado alcista mayor que aún no termina. Ese ciclo concluirá algún día en
fase de burbuja, que por ahora luce muy, muy lejana. Sin embargo, desde 2011 la
dupla de metales preciosos monetarios sufre una corrección (baja) que terminará
por revertirse. Los fundamentos del oro
y la plata son más sólidos que nunca.
Ahora bien, la caída del precio
la plata del año pasado se ha dado como consecuencia de varios factores como:
la manipulación del mercado, un descenso que se estima podría llegar al 7 por
ciento en la demanda industrial y de joyería; y las presiones deflacionarias en
el mundo. Estas últimas, agravadas por
la impresión masiva de dinero a cargo de los bancos centrales (ver
aquí por qué no están creando inflación como es su propósito).
Ante ese negro panorama económico
que tenemos en México y el mundo, sería una pena que los inversores dejaran
pasar de largo la posibilidad de reforzar sus escudos financieros de plata de
largo plazo, preferentemente en monedas –debido a su mayor negociabilidad,
barras o lingotes. Lo anterior, claro,
siempre que volvamos a ver una nueva oportunidad de compra. Nunca se debe adquirir ningún activo cuando
ya está caro y/o subiendo.
Cabe recordar que los metales
preciosos son necesarios en épocas inflacionarias, pero indispensables en
deflación. Esto se debe a que son una protección tangible contra el colapso del
sistema monetario, que es a lo que nos aproximamos. Y es que, desesperados y
guiados por teorías equivocadas, gobiernos y bancos centrales llegarán hasta
las últimas consecuencias para tratar de revivir la economía con sus métodos de
siempre: derrochando dinero, imprimiéndolo sin límites y deprimiendo más las
tasas de interés. El “estímulo” monetario anunciado por el Banco Central
Europeo hace unos días es solo el ejemplo más reciente. Al final, el desastre que están creando lo atribuirán
a todo, menos a sus propios errores.
Esperemos que 2015 sí sea un
nuevo “año de la plata” y difundamos el mensaje. La caída en la demanda de
onzas Libertad podría ser síntoma de que el público se está dejando llevar por
la propagando oficial de que “vamos bien”. Un viejo cuento en el que no debemos
creer.
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