Imagen: Bloomberg |
Ayer los mercados de divisas
vivieron un día de locura cortesía del Banco Nacional Suizo (SNB por sus siglas
en inglés) quien, luego de prometer que imprimiría francos “sin límite” para
poner un tope a la apreciación de su moneda –fijado en 1.20 por euro, fiel al estilo de los banqueros centrales
incumplió su palabra y soltó la rienda. No habrá más tope. ¿Cómo imprimía
esos francos? Muy sencillo, creándolos de la nada comprando euros. Así es como
funcionan las divisas fíat (de papel), sin respaldo. Los mercados se volvieron
locos sobre todo en la City de Londres, donde las crónicas dan cuenta de la
desesperación de inversores y traders
ante la sorpresiva decisión. Concluyeron más de tres años de esta política que,
debemos decir, de esta forma se admite que nunca debió aplicarse.
En su momento dijimos que lejos
de proporcionar un bien, el SNB estaba posponiendo un mal mayor para los suizos,
en especial para su planta productiva exportadora y la economía en general. Y
es que el pecado de manipular un mercado nunca queda impune pues, al final, éste
siempre se termina imponiendo. Nadie tiene más dinero que el mercado entero,
jamás. Por eso querer meterle “mano
negra” para intentar atenuar los efectos de la libre acción de las personas en
él, siempre se paga caro. El mercado de divisas no es la excepción y comete
un grave error quien pretende dirigirlo, sea la Fed, el Banco Central Europeo
(ECB), el SNB o Banco de México. Siempre fallan.
Con la decisión de ayer, el
franco se disparó frente al euro y el dólar, en lo que se estima podría causar
miles de millones de dólares en pérdidas para bancos y sus clientes.
Plataformas electrónicas de comercio de divisas interrumpieron sus servicios de
manera intermitente. En cuestión de minutos, el tipo de cambio se disparó a solo 0.82 francos por euro,
luego rebotó hacia niveles de 1.03 por euro (continúa después del gráfico).
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¿Por qué “explotó” al alza el
franco? En esencia porque es una divisa fuerte, donde un disciplinado gobierno
económicamente ha hecho bien las cosas y además cuentan con amplias reservas de
oro, a pesar de que como aquí le
informamos hace algunas semanas, falló el referéndum de la iniciativa para
repatriar a su territorio gran parte de ellas y expandirlas aún más.
Como quiera, a causa de su compra
“ilimitada” de euros, sus reservas se dispararon en esta moneda. Debido a la
pésima condición económica en que se encuentra la eurozona y a que ronda el
fantasma al que más temen los banqueros centrales, la deflación, se espera el inminente anuncio de parte de Mario Draghi,
presidente del ECB, de un “estímulo monetario” (de nuevo lo mismo, impresión de
dinero de la nada) por al menos un billón de euros (trillion, en inglés). Draghi ha dicho que para su programa de
flexibilización cuantitativa está dispuesto a comprar “todo menos oro”, el enemigo público número uno del dinero fíat.
Pese a ello, el metal precioso repuntó también ayer hasta tocar un máximo de 4
meses y medio.
Ante la inminente inundación/devaluación
del euro en el mercado cortesía del ECB, el SNB dobló las manos y se dio por
vencido, pues sin duda la imprenta de
euros es muchísimo más grande que la suya. Claro está que la apreciación
que tanto se esforzó en contener, ahora llegó de manera abrupta aplastando de
golpe a los exportadores, que ven cómo sus mercancías se encarecen para todo el
mundo. Eso sí, para intentar atenuar la revaluación del franco, el SNB impuso
tasa de interés negativa de -0.75% sobre
depósitos. Quien tenga cuentas en esa divisa que exceden del límite
preestablecido, se le cobrará esta penalización.
Para los suizos en general llegó
la hora de consumir y cosechar, en parte, algunos frutos en recompensa a su
buen desempeño económico y fortaleza. Así, en libertad, el mercado tenderá luego
a encontrar un nivel más adecuado, una
vez que el franco comience a ser vendido en vez de comprado en masa. De
este modo, los empleos y empresas que hoy se pierdan, habrán de volver y al
menos hoy, para el consumidor suizo los productos que importe serán mucho más
baratos.
En los hechos, el SNB tuvo el
poder suficiente para decretar en un instante, la devaluación del euro, a pesar de ser una moneda sobre la que no
tiene control. Para la zona, el panorama no podría ser más desolador: van hacia
una terrible recesión, y lejos de ayudar el ECB con flexibilización
cuantitativa, empeorará la deflación
y la guerra devaluatoria de divisas.
Recordemos que en este espacio
hemos explicado cómo y por qué, contrario a lo que creen las equivocadas
teorías que siguen los gobiernos y banqueros centrales, no crean inflación
imprimiendo dinero, sino que exacerban la deflación debido al aumento en la especulación en el mercado de
bonos. El dinero que creen no irá a generar actividad productiva o empleos,
sino a comprar barato y vender caro al ECB los bonos que adquiera por ser una
apuesta de ganancia “sin riesgo”.
En suma, nunca confíe en lo que
dicen los banqueros centrales, pues en realidad tienen menos control de lo que
la gente cree, y el desorden que generan, es demasiado grande. La planificación
central que de hecho pretenden ejercer es destructiva. Ante ello, una apuesta
mejor es recurrir a todo aquello que ellos aborrecen, como el oro y la plata, pues es
dinero que no pueden reproducir a voluntad, un seguro contra su estupidez. El
mundo se dirige a un colapso económico inimaginable, por lo que no hay tiempo
que perder.
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