Imagen: ibtimes.co.uk |
El oro y la plata son dinero
real. Invertir en ellos siempre que se haga en físico, es hacerlo en un activo
monetario sin riesgo de contraparte, a diferencia del dinero fíat (de papel,
digital, etc.). Son propiedad privada pura. Por eso es que ambos son de quien
los tiene en la mano. ¿Qué significa esto? Que son un seguro financiero contra
crisis, pues en caso de un colapso como el que viene al mundo –por culpa de la
impresión ilimitada de billetes de todos los bancos centrales, el oro y la plata no llegarán jamás a valer
cero. Esto en cambio sí puede ocurrir con otros activos que se consideran
"seguros", como las divisas "fuertes" o algunos bonos
soberanos.
Por ello los metales preciosos
monetarios deben ser acumulados por sus cualidades de dinero por excelencia
–rol que el libre actuar de las personas en el mercado les asignó histórica y
espontáneamente, en una palabra, por su valor. Si lo que se quiere es especular
con el precio, ya sea que se apueste por que subirá o bajará, entonces tal vez
el metal físico no sea la mejor opción. Para eso hay otros instrumentos y activos indexados al precio de estas commodities, pero que no se deben ver
como inversión directa en ellos, sino en derivados. Este terreno debe dejarse a los especuladores profesionales, por el
riesgo que implican.
Eso sí, dado que son un seguro
financiero, no deben faltar en cualquier cartera.
Ahora bien. Muchos se cuestionan
si en un contexto en el que los precios de las materias primas se siguen
desplomando –como el petróleo, invertir en oro y plata es o no riesgoso. El
riesgo siempre está presente tanto en el mercado como en la vida misma. Pero
para el inversor en valor, que caigan los precios del oro y la plata es muy
bueno, pues le permite acumularlos a un precio menor. Este tipo de
inversionista no está pensando en un horizonte de corto o mediano plazos, por
eso se le conoce de "manos
fuertes", pues no se deshará de ellos casi bajo ninguna circunstancia,
a menos tal vez de que sienta que están sobrevalorados. Por cierto, ese punto
está demasiado lejos todavía y de manera lenta pero consistente, este tipo de
inversionista está retirando existencias que no estarán más disponibles para la
oferta.
En cambio, para el especulador,
el precio juega un papel decisivo. Por eso muchos amateurs que acumulan oro o
plata con la creencia de que "siempre sube", al ver que baja entran
en pánico y tienden a vender. La experiencia hasta hoy ha mostrado que este es
el caso más frecuente. La gente tiende a
vender barato y comprar caro, cuando lo que debe hacerse es lo justo lo
contrario.
El oro y la plata están dentro de
un mercado alcista mayor que está lejos de terminar, pero también es cierto que
desde 2011 entraron a una fase de corrección (baja) que tal vez llegue a su fin
este año. Así que aunque los mejores momentos de entrada podrían haber quedado
atrás, es posible que veamos una nueva oportunidad de compra en un futuro no
lejano, pues los manipuladores seguirán haciendo de las suyas. Habrá que aprovechar.
Cuando me preguntan si es momento
entonces de comprar o no, mi respuesta siempre es la misma: depende. Si vas a comprar creyendo que
el próximo año lo podrás revender a un precio mayor, es posible que te
decepciones. En cambio, el horizonte a observar debe ser el largo plazo, como
refugio, y acumular de forma periódica. Hacerlo así te permite al final tener un precio medio adecuado, que es mucho
mejor, que tratar de adivinar cuándo el mercado tocará fondo o si seguirá
subiendo.
Ahora, allá fuera hay ya muchas
plataformas electrónicas que ofrecen invertir en oro. Cuidado. Como decía, si
lo que se quiere es invertir de verdad hay que hacerlo en físico. Si esto no es
viable o posible, entonces hay que buscar empresas serias que nos ofrezcan el
servicio de custodia real de lingotes, barras o monedas. Claro, deben tener
mecanismos claros de auditoría,
comprobación de la existencia del metal y la disponibilidad de retiro inmediato.
A propósito, comprar joyería no es la mejor forma de invertir en metales preciosos
porque tienen otro tipo de valor agregado, superior a su contenido metálico.
Hay empresas de custodia que
ofrecen sus servicios en México, Estados Unidos, Singapur, España, etc., pero
debe verificarse su reputación.
Lo que sí hay que evitar a toda
costa es aquellas plataformas de supuesta inversión en un oro que nunca se ve ni se
toca, que dicen que está resguardado en alguna parte del mundo lejana a
nosotros y que nos ofrecen ganancias prontas. No puedo generalizar, pero hasta
ahora las empresas que he conocido
manejan un esquema de presunto "multinivel" que, por su
estructura, o son una estafa descarada al estilo "Ponzi" o se le
parecen mucho. Voto por lo primero. No las recomiendo en absoluto.
Hay quien cree que porque se
reciben ganancias no se trata de una estafa. Esto es un error. Recordemos que
el fraude Madoff fue un esquema "Ponzi" que duró por muchos años, y
atrapó hasta a los más expertos inversores. Estos esquemas, para funcionar,
necesitan al principio dar lo que prometen o más, pues eso es lo que atrae más incautos.
Si se quiere aprender a comerciar
(especular) en materias primas en general, lo recomendable entonces es estudiar,
capacitarse y entrar en persona al mercado trabajando en una firma
especializada. Esa será educación del mundo real, no solo teórica. Se cometerán
errores, pero es la única manera de
aprender.
No hay comentarios:
Publicar un comentario