PESOS
Y CONTRAPESOS
La estabilidad monetaria se define
como la situación en la cual, a lo largo del tiempo, con la misma cantidad de
dinero se puede comprar la misma canasta de bienes y servicios, lo cual no
supone que los precios de esas mercancías no cambien, sino que el índice de precios
de las mismas permanece constante, de tal manera que el aumento en el precio de
alguno de los bienes o servicios que integran la canasta se ve compensado con
la baja en el precio de alguno de los otros bienes o servicios. ¿Resultado? Con
la misma cantidad de dinero se compra la misma canasta de mercancías, por lo
que el dinero mantuvo su poder adquisitivo, por lo que el índice de precios se
mantuvo constante.
En los sistemas monetarios basados en
dinero fiduciario, sin respaldo de ningún tipo, sin más valor intrínseco que el
del material del cual está hecho; ofrecido monopólicamente por una entidad
estatal, el banco central; e impuesto por ley como único dinero de curso legal,
el fin del banco central debe ser preservar el poder adquisitivo del dinero de
los consumidores y los ahorradores o, dicho de otra manera, garantizar la
estabilidad monetaria, definida tal y como lo hice en el párrafo anterior.
Este objetivo – preservar el poder
adquisitivo del dinero – es lo único que justifica la existencia de ese tipo de
sistema monetario, basado en lo peor de tres mundos: 1) el mundo del dinero sin respaldo de ningún tipo; 2) el mundo del
dinero sin respaldo de ningún tipo, ofrecido
monopólicamente por una entidad estatal, los banco centrales; 3) el mundo
del dinero sin respaldo de ningún tipo, ofrecido monopólicamente por una
entidad estatal, e impuesto por ley (es
decir: por la fuerza), como único dinero de curso legal.
¿Por qué afirmo que ello representa lo
peor de tres mundos? ¿Qué es mejor: lo que tiene valor intrínseco o lo que
prácticamente no lo tiene; lo ofrecido monopólicamente o lo ofrecido competidamente;
la imposición o la libertad?
Continuará.
Twitter: @ArturoDammArnal
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