Del
latín status. En derecho se usa la palabra estado para designar el
estado civil de las personas. El estado es, pues, una situación del sujeto de
Derecho en la que resulta una cualidad o condición que la ley toma en cuenta
para atribuirle un efecto jurídico que define al área de su capacidad de obrar
y su ámbito de poder y responsabilidad,
En la
ciencia política, el Estado se utiliza en el sentido de cuerpo político de una
nación, “sociedad política jurídicamente organizada e independiente”, etc.
A esta
acepción aludían a veces los textos romanos (status rei romae, status rei
publicae), pero en realidad, el nombre de Estado, en la ciencia política,
traduce el vocablo popularizado por Maquiavelo: lo Stato.
a)
El Estado se diferencia de la “sociedad”, porque la sociedad admite otras caracterizaciones fuera de la
sociedad política estado. Y aun cuando del Estado moderno (totalitario) se ha
dicho que es la “autoorganización” de la sociedad, siempre queda, extramuros
del mismo, un amplio ámbito, no estatificado, de realidad social; tampoco es el
Estado simplemente la “organización” de la sociedad política, o sea el aparato
externo de Gobierno, autoridades y servicios administrativos, burocráticos,
militares, policiales, etc.; ni, por consiguiente, el estado es solo el “poder
público”, por la misma razón que no es tampoco solamente el “orden jurídico
estatal”; y tampoco es el estado solamente el físico o la Hacienda, por mucho
que este concepto haya influido para el tránsito de la concepción feudal a la
idea moderna del estado.
b)
Al Estado no le caracteriza sólo la independencia, sino la existencia de una
vida pública indiferenciada y autónoma que encarna una idea de bien común; por
eso, con la existencia del Estado son compatibles ciertas limitaciones de la
soberanía, en el orden internacional o incluso en el interno (caso de los
estados miembros de una Federación). Con la palabra Estado se alude también a
la categoría de fijeza, de estabilidad (estado, estable, estatuido)
que ha de caracterizar a la sociedad política a que se
refiere.
c)
El uso correcto de la palabra Estado debe ver en éste una forma política
histórica y, por consiguiente transitoria.
Dentro
de una orientación histórica ya es discutible cuando comienza en realidad la
forma política Estado. H. Heller (Teoría del Estado, trad. Esp. De Tobío, México,
2 ed., 1947, pág. 46) y J. Conde, fijan su fase en el Renacimiento: “El Estado
no es la forma política en general, sino lo Stato, o sea el Estado moderno,
claramente deslindado de otras formas de vida organizada: no se puede hablar de
Estado indio o del Estado alemán de la Edad Media” (J. Conde: Introducción al
derecho político actual, Madrid, 1942, pág. 349).
El
origen del Estado europeo –único existente–, esto es de la forma política
típica de la civilización occidental, está precisamente en esa época llamada
Edad Media, que representa la primera etapa de la vida y del despliegue de
nuestro orbe histórico. Sus fases de desenvolvimiento han sido el Estado
feudal, el estamental, el absolutista, el liberal y el totalitario, con el que
decae el Estado nacional llamado a ser sustituido por otra forma política de
mayor potencia y amplitud.
Si bien hoy
en día no impera en el orbe un “gobierno mundial centralizado y soberano” (de
acuerdo a Joseph M. Colomer) se puede asegurar que el papel del Estado soberano
se ha visto rebasado debido a que gran parte de las decisiones las toman un conjunto de organizaciones como
los bancos, fondos y tribunales los cuales están cuantiosamente especializados
en un área de acción como la seguridad, el desarrollo, estabilidad monetario y
desde luego los derechos humanos. Gran parte de la ocupación de los Estados
soberanos es entonces adoptar las decisiones tomadas en esas instituciones
globales.
Esto
último pareciera del ámbito de las teorías de conspiración pero no es así
porque claramente se aprecian los actores involucrados. Mejor dejemos esas
conjeturas para las mentes perezosas.
*Analista político en formación y apasionado del sector
energético
Twitter:@MarioUrioste
mariouriosteguimendoza@gmail.com
mariouriosteguimendoza@gmail.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario