PESOS
Y CONTRAPESOS
En un sistema basado en dinero
fiduciario, sin ningún respaldo, producido monopólicamente por bancos
centrales, e impuesto por ley como único dinero de curso legal, el único
objetivo válido es el de preservar el poder adquisitivo del dinero, lo cual
quiere decir que, con la misma cantidad de dinero, a lo largo del tiempo, se
compra la misma canasta de bienes y servicios, lo cual es sinónimo de
estabilidad monetaria: el índice de precios permanece constante.
Para lograr, con este tipo de sistema,
la estabilidad monetaria deben cumplirse tres condiciones: 1) que el único
(¡único!) objetivo del banco central sea preservar el poder adquisitivo del
dinero; 2) que nadie (¡nadie!) pueda obligar al banco central a producir dinero
y dárselo para gastarlo; 3) que la regla para la producción de dinero sea que
la misma aumente según (¡según!) aumentó la oferta de bienes y servicios.
Explico esto último.
Retomo el ejemplo de ayer, con 30
pesos en la economía y con tres bienes – A, B y C – a precios de 5, 10 y 15
pesos, lo cual da como resultado un precio promedio (índice de precios) de 10
pesos. ¿Qué pasa si, sin haber aumentado la oferta de bienes, aumenta la
cantidad de dinero de 30 a 40 pesos? Que en términos dinerarios la demanda será
ahora de 40 pesos y la oferta de solamente 30, por lo que se crea escasez,
ocasionando el alza de precios. Supongamos (asumiendo que los 10 pesos extras
se “reparten equitativamente” entre A, B y C) que los nuevos precios son: A,
8.33; B, 13.33, y C, 18.34 pesos, lo cual da como resultado un nuevo precio
promedio (índice de precios) de 13.33 pesos, que corresponde a una inflación
del 33.33 por ciento. ¿Resultado? Para comprar la misma canasta de mercancías
se necesita más dinero o, dicho de otra manera, pérdida en el poder adquisitivo
del mismo. ¿Por qué? Porque no se cumplió la tercera condición para el buen funcionamiento
del sistema dinerario, como sucede en México.
Continuará.
Twitter: @ArturoDammArnal
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