Por Mario Urióstegui Mendoza

Los factores anteriores
crean un medio propicio para que populistas no sólo de izquierda sino de
derecha, ofrezcan soluciones
maravillosas las cuales de todas maneras acaban de ser peores con frecuencia
como lo demuestran muchos casos en América Latina.
La mejor manera de evitar
estas “salidas populistas”; que podría resultar contraproducente para nuestra
democracia (aún en transición), es precisamente un buen gobierno. Un buen
gobierno que combata la corrupción, que sea más eficaz en el gasto
público, transparente y con mejores
políticas públicas para promover el crecimiento económico, esa es la solución.
Sería riesgoso que en las
elecciones del 2016, y más aún en las presidenciales de 2018, se utilizara al
populismo como un factor de división (clivaje político) pues daría motivo a una
polarización en el electorado, esto generaría un contexto político complejo el
cual puede generar las condiciones para una crisis en el régimen democrático
mexicano.
¡Ojalá no caigamos en el
precipicio!
*Analista político en formación y apasionado del sector
energético
Twitter:@MarioUrioste
mariouriosteguimendoza@gmail.com
mariouriosteguimendoza@gmail.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario