www.infiniteunknown.net |
Hace unos días el analista de Seekingalpha.com, Avery Goodman, publicó
un
artículo titulado “The Real Reason China Is Buying Up The World's Gold” (La verdadera razón por la que China está
comprando el oro del mundo) que vale la pena comentar. Sostiene que el
“dragón” asiático busca convertir al yuan en una divisa de reserva –algo que no
es ninguna novedad para los lectores de este espacio- pero no fortaleciéndolo sino debilitándolo. Su estrategia pasaría
por controlar (manipular) el mercado del oro en sentido contrario a los
manipuladores occidentales.
Aclaremos. Casi desde el inicio
de la gran crisis financiera global que comenzó en 2008, China se ha dedicado a
“devorar” lingotes. El occidental Consejo Mundial del Oro (WGC por sus siglas
en inglés) ha insistido en subestimar esa demanda exponiendo una serie
explicaciones y pretextos. Pese a todo, las cifras no mienten. Gracias a
especialistas como Koos Jansen sabemos que la demanda china de oro es cuando menos del doble de lo que estima
el WGC, y rondaría las 2 mil toneladas (t)
al año.
Bloomberg Intelligence (BI) dio a
conocer que según sus cálculos, el Banco Popular de China (PBOC, banco central)
tendría ya en sus bóvedas más de 3,500 t
a pesar de que ante el Fondo Monetario Internacional (FMI), continúe reportando
oficialmente menos de un tercio de esa cantidad.
Hay casi un consenso en que China
es ya el segundo país con más reservas áureas, solo después de lo que se
supone tiene Estados Unidos (8,133.5 t).
Goodman considera que un yuan respaldado
por oro no impresionará al conocido enemigo del metal –el FMI– ni incrementará
sus probabilidades de ser incluido en los Derechos Especiales de Giro de la
misma institución. No obstante, Goodman nos recuerda que para las autoridades
de Beijing infravalorar su divisa ha
sido un objetivo constante con miras a ganar competitividad y “estimular”
su economía, que por cierto, anda ya muy alicaída.
En este contexto, el anuncio de
que la Bolsa de Oro de Shanghái (SGE por sus siglas en inglés) establecerá un “precio fix” denominado en yuanes
a finales de este año, sería el aviso extraoficial de que esta vez, Beijing
devaluará el yuan por medio del rey de los metales. Esto sería posible gracias
a que la SGE está “patrocinada por bancos chinos”, afirma Goodman, con el apoyo
directo del gobierno. En realidad la SGE misma fue creada por el PBOC como
entidad responsable del comercio de metales preciosos en el país. Hará lo que
le pidan. De modo que si le ordenan establecer un “fix” más caro en yuanes, eso
es lo que pasará.
El párrafo anterior sintetiza el
argumento central de Goodman, que debemos decir, es correcto.
En los hechos el gobierno chino
tendrá el poder de devaluar al yuan. Al ser el oro el dinero real –elegido por
cierto gracias al libre actuar de las personas en el mercado a lo largo de la
historia, el que un país tenga la capacidad de manipular al alza los precios en
su divisa significa que puede devaluarlo
frente a todas las demás.
Es justo la condición de dinero
real la que convierte al oro en el enemigo público número uno de los banqueros
centrales, pues no lo pueden crear a voluntad como los billetes.
En Occidente, la manipulación del
precio del oro es a la baja para dar apariencia de fortaleza al dinero de papel
emitido en masa, sobre todo, por la Reserva Federal (Fed). Una subida masiva
dispararía la desconfianza, y aceleraría la
inevitable gran crisis del dólar.
Pero en China la historia es
justo la opuesta. Ellos estarían felices de devaluar al yuan frente al oro
subiendo su precio en moneda local. Entre más lo hagan, mejor para los fines
del gobierno.
Esto les permitiría aniquilar a
la industria de todos los demás países, en especial la estadounidense. Las
inversiones, puestos de trabajo y crecimiento económico los ganarían los
chinos. Dado que por presiones de Washington ya no tienen “pegado” el yuan al
dólar, subir por “decreto” el precio del oro en yuanes pondría en graves
aprietos a los estadounidenses. El tipo
de cambio frente al dólar en automático se tendría que mover y el billete
verde se apreciará, lo que sólo podrá ser detenido si la Fed y Washington
“meten la mano” para devaluarlo también, subiendo el precio del oro.
No por casualidad los chinos
quieren que Shanghái sea también capital de ese mercado como Londres y NY, pero
antes necesitan acumular mucho más.
En Washington deberían estar muy
preocupados porque los chinos tendrán en los hechos el poder de establecer el valor del dólar. Es de esperar que en el
futuro suban de tono las tensiones entre ambos países.
Goodman dice que los chinos siguen
las enseñanzas de Sun Tsu en “El Arte de
la Guerra” al atacar a los enemigos en su base económica, en vez de ataques
físicos. Ve además tres opciones posibles: que EU se niegue a devaluar al dólar
frente al oro –con los afectos económicos a los que hemos aludido; que se
permita que se dispare su precio –que sería la sentencia de muerte para el
dólar como divisa de reserva– o que Washington se doblegue ante Beijing y
busque su aprobación en cualquier maniobra financiera seria que quiera tomar.
En cualquier escenario China ya
ganó, lo que confirma la aquí tan repetida regla dorada: quien tiene el oro, pone las reglas. En México mientras tanto no tenemos
de qué preocuparnos. Carstens asegura que nuestro “arsenal” de dólares, es más
que suficiente… ¡ups!
No hay comentarios:
Publicar un comentario