ARTURO
DAMM ARNAL
Hay quien afirma que la atención que
se le ha dado al caso Uber es excesiva, y que el mismo no es prioridad en la
agenda nacional, habiendo otros casos mucho más importantes, lo cual es cierto,
pero ello no le quita su importancia, sobre todo porque el caso Uber manifiesta
una patología (conjunto de síntomas de una enfermedad), que se
remonta al artículo 25 constitucional, en el cual se afirma que entre las
tareas del Estado (que para todo efecto práctico es el
gobierno en turno) está la de planear, conducir, coordinar y orientar la
actividad económica nacional, lo cual solamente es posible si el gobierno
planea, conduce, coordina y orienta las actividades de los agentes económicos,
lo cual supondría limitar, en el mejor de los casos, o eliminar, en el peor de
ellos, la libertad individual, la propiedad privada y la responsabilidad
personal, tal y como sucede en las economías gubernamentalmente planificadas,
inspiradas en el marxismo.
Hay quienes creen que en México la libertad individual para
ofrecer el servicio de transporte terrestre (¡y muchos otros!) debe estar
limitada, primero, por el permiso del gobierno (sin dicho permiso/concesión no
puedes ofrecer el servicio) y, segundo, por la regulación gubernamental (si no
sigues las reglas impuestas por el gobierno, por ejemplo en materia de precio,
no debes ofrecer el servicio), todo lo cual resulta, desde el punto de vista de
la ética injusto: se limita arbitrariamente la libertad individual para
trabajar, y desde la perspectiva de la economía ineficaz: se limita la
competencia, se encarece el servicio y, consecuencia de ello, se reduce el
bienestar del consumidor.
Hay quienes creen que la libertad individual para ofrecer bienes y
servicios debe estar limitada, por lo menos, por el permiso y la regulación
gubernamental, creencia avalada por lo dicho en el artículo 25 constitucional,
creencia falsa en la gran mayoría de los casos, uno de los cuales es el del
servicio de transporte terrestre, el “taxismo”, que debe ofrecerse en libertad,
sin intervención del gobierno.
Twitter: @ArturoDammArnal
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