PESOS
Y CONTRAPESOS
No han faltado ignorantes o
calumniadores que afirman que los actuales problemas económicos que
enfrentamos, que muchos califican ya de crisis económica, son el resultado
inevitable de las contradicciones inherentes al capitalismo y que, mientras no
se elimina tal sistema económico, los problemas y las crisis seguirán
apareciendo una y otra vez. ¿Es el capitalismo, y sus contradicciones
inherentes, el causante de la actual situación económica, por demás
problemática?
Si por capitalismo entendemos el
sistema con el cual hoy operamos, la respuesta no puede ser más que afirmativa,
puesto que con ese sistema estamos obteniendo los resultados que estamos
obteniendo. La pregunta, entonces, es esta: el sistema con el cual estamos
operando, ¿es el capitalista? La respuesta depende de la definición, y
definiciones de capitalismo puede haber tantas como personas lo definan.
Si por capitalismo entendemos, como
debe ser, el arreglo institucional (reglas del juego) que reconoce plenamente,
define puntualmente y garantiza jurídicamente la libertad individual para
trabajar, emprender, invertir, producir, distribuir, vender, comprar, consumir
y ahorrar, y la propiedad privada sobre los ingresos, el patrimonio y los
medios de producción (que siempre son patrimonio del alguien), con el único
límite de respetar los derechos de los demás, y sin ninguna manipulación
gubernamental de ningún mercado, el sistema económico con el que operamos hoy
los agentes económicos no es capitalista, sino una mezcla de capitalismo con
mercantilismo, socialismo y keynesianismo, que impiden que el capitalismo
funciones correctamente, creando distorsiones en los mercados que, cuando llega
el momento de corregirlas, y ese momento siempre llega, dan lugar a los
problemas y a las crisis, tal y como está sucediendo hoy en día.
Dos ejemplos: la manipulación en los
Estados Unidos de la tasa de interés (de inspiración keynesiana) y la
manipulación en China del tipo de cambio (de inspiración mercantilista), todo
ello contrario al capitalismo.
El camino a seguir no supone eliminar
al capitalismo, sino liberar al capitalismo de los elementos socialistas,
mercantilistas y keynesianos que lo
distorsiona. ¿Lo seguiremos? No, claro que no.
Twitter: @ArturoDammArnal
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