Onza de oro "Libertad" |
El mejor consejo de inversión que me hayan dado jamás es: “compra barato y vende caro”. Esta frase sin embargo, pese a su aparente obviedad, en el mundo de los mercados no lo es tanto. En realidad, es ignorada de forma reiterada por la absoluta mayoría de inversionistas sin importar cuantas veces cometan el mismo error.
Es curioso que las personas en
sus compras de la vida cotidiana, busquen de manera natural los precios más
bajos y aprovechen las ofertas de toda clase de artículos para recibir más por
menos. Pero cuando se trata de inversiones, lo barato no les gusta. Ejemplos
hay miles. Las dos fuerzas que mueven el mercado, miedo y ambición, lleva a
estos inversores a comprar justo cuando determinado activo está caro y por
tanto los riesgos de desplome son mayores, y a vender cuando está barato y el
riesgo es menor.
En este contexto, el oro y la
plata –los metales preciosos monetarios, no son la excepción.
Oro y plata en mínimos de varios
años
Los últimos días la plata y en
especial el oro han sufrido importantes caídas que los han llevado a mínimos no
vistos desde septiembre de 2009 y abril de 2010, respectivamente.
Pueden leerse como es habitual
toda serie de notas y artículos de opinión que hablan de lo mal que se ha
comportado el precio del oro desde 2011 y que su atractivo como activo refugio “se
ha perdido”. Otros más hablan de que los metales preciosos “ya perdieron
brillo”. Nada está más alejado de la realidad.
La verdadera historia de los
metales preciosos se está viviendo en el mercado físico, no en el especulativo
de papel donde abundan los nerviosos vendedores. Desde Asia, y en particular
China, se continúa importando cantidades enormes de oro que jamás volverá a
Occidente. El rey de los metales es un asunto de poder.
China reveló reservas de oro que
nadie cree
Hace unos días el Banco Popular
de China actualizó sus cifras de reservas áureas y dijo tener 1,658 toneladas.
Los números no cuadran, por lo que es evidente que Beijing –al estilo de lo que
se presume hace con sus cifras de crecimiento del PIB, está publicando lo que
quiere y que considera le conviene más. Pero que a nadie le quede duda: los
chinos tienen mucho más oro del que admiten, y seguirán acumulándolo como
estrategia de largo plazo contra el dólar y a favor del yuan.
“Escasez” de oro manda mensaje
entre líneas
Más allá de ello, el oro y la
plata siguen en “backwardation”, es decir, su precio al contado o “spot” es más
alto que el precio del contrato de futuros más activo, una anomalía. La interpretación de
esto es que hay relativa “escasez” de metal físico en el presente y cierta
urgencia de determinados inversores por llevárselo a casa.
O sea que mientras hay grandes, arteras y manipuladoras ventas de ese oro y plata papel en el mercado que tiran los
precios por la borda, hay otro grupo de inversores que entre más baja, más
metal físico compran y retiran del sistema. Ellos están felices por comprar en masa un
activo de gran valor a un precio cada
vez más accesible. Es a estos avezados y discretos inversores a quienes hay
que seguir, por la sencilla razón de que las existencias disponibles se están agotando.
Por eso la backwardation aumenta cuando las cotizaciones se desploman, pues atraen a más inversionistas que prefieren el metal físico. Dicho de otro modo, hay una paradoja: una alta demanda física es
acompañada con precios que se desploman por las ventas de papel. Los medios predominantes lo atribuyen al desprecio de los inversores que "pierden la fe", pero ahora usted ya sabe lo que no se ve a simple vista observando solo las gráficas de precios.
La dupla de metales preciosos monetarios, en físico, son la apuesta para los inversores en valor. Estos son quienes no soltarán sus barras, monedas o lingotes del mismo modo que nadie vendería su bote salvavidas en un barco que zozobra.
La dupla de metales preciosos monetarios, en físico, son la apuesta para los inversores en valor. Estos son quienes no soltarán sus barras, monedas o lingotes del mismo modo que nadie vendería su bote salvavidas en un barco que zozobra.
Oro y plata, no el dólar, el
mejor refugio
Nada en el mundo se ha resuelto
de fondo: las deudas se siguen acumulando de manera exponencial y la emisión
monetaria sigue desenfrenada. No hay recuperación. Esto no parará: una nueva
crisis se sigue “cocinando”.
Ante ese escenario, es cierto que el dólar
podría inflarse y convertirse en la próxima burbuja, pues la gente lo percibe todavía como un
“refugio seguro”. Eso seguiría presionando sin duda los precios del oro y la plata, que
si llegan a un nivel de 900 y 10 dólares la onza, respectivamente, significarían una histórica oportunidad de compra que nadie debería desaprovechar. Al final, la madre de todas las crisis será justo la del billete verde: lo peor está por venir.
El oro y la plata son activos que
cuando se tienen en propia mano, no son pasivo de nadie más, y por ello, su
valor no puede ser borrado de un plumazo como sí ocurre con otros activos financieros. Justo
por eso constituyen el verdadero refugio financiero por excelencia y deben formar
parte de cualquier portafolio, más aún, cuando se avecinan tiempos complicados.
No hay comentarios:
Publicar un comentario