Ayer el Banco de México (Banxico)
publicó la minuta de la Reunión de la Junta de Gobierno, con motivo de la
decisión de política monetaria que anunció el 4 de junio pasado, y en la que
dejó sin cambios su objetivo de Tasa de Interés Interbancaria a un día en un
mínimo histórico de 3 por ciento. En las minutas se revela, sin mencionar
nombres, las opiniones y comentarios de los miembros de la Junta, que de
acuerdo con el Artículo 38 de la Ley del Banxico, está compuesta por cinco
miembros: cuatro subgobernadores y un gobernador –Agustín Carstens.
La mayoría de sus integrantes consideró
que la economía mundial ha continuado en desaceleración, y que las presiones
por la vía del alza de precios han disminuido. Respecto a la economía mexicana,
la mayoría señaló que continúa mostrando un ritmo de crecimiento “moderado”, y estima
que los riesgos para el crecimiento futuro se mantienen sin cambios. Los
miembros de la Junta no prevén presiones
inflacionarias por el lado de la demanda, por lo que anticipan que ésta se
mantenga por debajo del 3 por ciento anual, a pesar de la depreciación que ha
sufrido el peso mexicano.
En suma, para el Instituto
Central las condiciones cíclicas de la economía nacional se muestran débiles,
por lo que la posible alza de tasas de interés en Estados Unidos hacia finales
de año, podrían tener repercusiones considerables. Por eso Banxico se dijo
atento a la evolución de los determinantes de la inflación y sus expectativas
de mediano y largo plazos –en especial a la postura monetaria relativa entre
México y Estados Unidos, al desempeño del tipo de cambio y al grado de holgura
en la economía.
La intención –concluyó la Junta-,
es “estar en posibilidad de tomar las medidas necesarias para asegurar la
convergencia de la inflación al objetivo de 3 por ciento en 2015 y consolidarla.”
Aunque la reunión de la minuta se
celebró con anterioridad al encuentro de la Reserva Federal (Fed)
estadounidense de esta semana, lo cierto es que el banco central que preside
Janet Yellen tampoco dio pistas claras
de cuándo comenzará a subir su tasa de fondos federales. No tiene idea de
cuándo actuará. Eso sí, cuando lo haga, no tenga la menor duda de que el dólar
se irá para arriba y habrá más repercusiones que entonces sí podrían pegar a la
inflación. Por eso Banxico se dice “atento” a las circunstancias.
El problema sin embargo es que,
cuando se decida a actuar, podría ser demasiado tarde. Por eso en este espacio
hemos insistido sin éxito en la necesidad de que comience a subir ya, de manera
paulatina, su objetivo de tasa de interés de referencia.
Afortunadamente, al menos desde la reunión de enero uno de los miembros de la Junta de Gobierno ha coincidido con nuestra postura, y desde el mes pasado, ya se ha sumado una voz discordante más. Uno dijo que una reacción tardía de Banxico sería “costosa para la estabilidad financiera”, mientras que el otro aseguró que ante la probabilidad de que los mercados se anticipen a la decisión de la Fed, “sería necesario apretar la política monetaria en México antes que en Estados Unidos” si se observan signos de inestabilidad o inflación.
Es una pena que no sepamos de
quiénes se trata, pero por sus declaraciones públicas sabemos que Carstens no
es uno de ellos. Eso sí, él y dos más “mayoritean” al resto, por lo que la
posición de Banxico sigue siendo la de ver y esperar. Al final, el voto ha sido unánime por mantener la
tasa interbancaria en 3 por ciento. Ojalá se decidieran a actuar ya, el tiempo
corre y más vale prevenir que lamentar.
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