Ayer concluyó la más reciente
reunión del Comité de Mercado Abierto (FOMC, por sus siglas en inglés) de la
Reserva Federal (Fed) de Estados Unidos con la publicación de su comunicado y
conferencia de prensa de la presidenta Janet Yellen. Las grandes preguntas
sigues siendo si la subirá o no su tasa de interés, en cuánto y cuándo es que
esto se daría. Es un error seguir a la masa de analistas de los medios
predominantes que tratan de adivinar cuándo ocurrirá todo lo anterior.
Basta recordar que en 2010 la
mayoría de ellos pensaba que el primer movimiento alcista en los tipos se daría
en 2012, y de entonces a la fecha lo han venido posponiendo. En enero de este
año había casi un consenso de que en el encuentro de junio se anunciaría la tan
esperada alza y una vez más fallaron. Es el problema de tratar de ser adivinos.
Ahora lo que se dice es que será hasta “finales de 2015” cuando ocurrirá:
septiembre o diciembre. Nadie lo sabe en realidad.
Aumentan probabilidades de alza
de tasas
En este espacio seguimos
convencidos de que todavía es posible que esa escalada de tasas NO llegue. Sin
embargo, no hay análisis estáticos ni definitivos porque las condiciones
financieras y económicas están en permanente movimiento. Es por ello que
tenemos que reconocer que las probabilidades de que la Fed suba las tasas han
aumentado, y no porque la economía esté fuerte como se especula, sino porque el
mercado ya lo da por hecho. De modo que el movimiento del FOMC no haría más que
cumplir con lo que se espera de él. Contrario a lo que la mayoría de inversores
cree, es la Fed que sigue al mercado, no al revés.
De manera que el mensaje que
oculta Janet Yellen, es que ni ella
misma está segura de cuándo dará el primer tímido paso al alza de la tasa de
fondos federales. Y es que nadie debe tener dudas de que el movimiento será
muy, muy lento, en ningún caso más allá de un cuarto o máximo medio punto
porcentual, cuando llegue.
Septiembre y diciembre, meses
clave
Lo único relevante del comunicado
de ayer es que la Fed está ganando tiempo: si la debilidad económica
estadounidense del primer trimestre se acentuara, la primera alza se pospondría
hasta diciembre. Para este analista ese escenario es el más probable. Pero si
acaso de aquí a septiembre los reportes de ventas minoristas, casas y salarios
mejoran de manera notable, septiembre sería el mes de un posible anuncio.
Una señal de que las
declaraciones del FOMC no fueron contundentes para indicar una alza en
septiembre se pudo ver en el comportamiento del Índice del Dólar, que aunque sí
cayó, sufrió una baja de apenas 0.75%, no se desplomó ni se disparó. Si el
mensaje de la Fed y Yellen hubiese dado pistas de dicho movimiento dentro de
tres meses, el dólar se hubiese ido para arriba. En México el billete verde
cerró en 15.26 pesos.
¿Está el país preparado como
presumen Banxico y el gobierno Federal para ese golpe externo? En este espacio
no somos tan optimistas, por lo que reiteramos nuestro llamado a acciones de
autodefensa financiera personal.
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