PESOS
Y CONTRAPESOS
ARTURO
DAMM ARNAL
Lectores de estos Pesos y Contrapesos me preguntan por qué, si he sido muy crítico de
los bancos centrales, en lo general, y del Banco de México, en lo particular,
estoy a favor de que Agustín Carstens repita como gobernador de la institución.
La repuesta es muy sencilla: porque considero que con él al frente del Banco de
México los posibles excesos de todo banco central, sobre todo en lo que a la
producción de dinero respecta, se verían minimizados, tal y como lo muestran
los resultados en materia de inflación durante la “era Carstens”.
Realistamente hay que reconocer que
vamos a seguir teniendo un banco central, es decir, un sistema monetario que
sintetiza lo peor de tres mundos: 1) el mundo del dinero fiduciario, sin
respaldo de ningún tipo, sin ningún valor intrínseco; 2) el mundo del dinero
fiduciario, ofrecido de manera monopólica por una entidad estatal, el banco
central; 3) el mundo del dinero fiduciario, ofrecido monopólicamente por bancos
centrales, e impuesto por ley (es decir: por la fuerza), como único dinero de
curso legal, todo lo cual hace posible los excesos en la producción de dinero,
que es la principal tarea de cualquier banco central: imprimir billetes, acuñar
monedas, es decir, producir dinero. Carstens, ¿garantiza que, más allá del
mandato constitucional de preservar el poder adquisitivo del peso, no se
produzca dinero de manera excesiva, lo cual genera inflación y, por ello, la
pérdida en el poder adquisitivo de los consumidores y, ¡mucho más importante!,
de los ahorradores? Para responder preguntémonos si Carstens ha cumplido, y
para saberlo comparemos los resultados de los tres primeros gobernadores del
Banco de México.
Inflación promedio anual durante la
gubernatura de Miguel Mancera (abril 1994 – diciembre 1997): 23.2 por ciento; a
lo largo de la gubernatura de Guillermo Ortiz (enero, 1998 – diciembre 2009):
6.5 por ciento; durante la gubernatura de Agustín Carstens (enero 2010 –
diciembre 2015, suponiendo una inflación de 2.9 por ciento para este año): 3.8
por ciento. Carstens, ¿lo ha hecho bien?
Twitter: @ArturoDammArnal
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